Campazzo: “Quiero competir, mantenerme, quedarme muchos años en la NBA”
El cordobés Facundo Campazzo realizó una entrevista por zoom a diversos periodistas inscriptos previamente. El actual base de Nuggets comentó sobre su presente en la Liga, adaptación, defensa, su familia, Europa y su búsqueda como jugador íntegro en el mundo NBA. Pick&Roll estuvo presente.
Autor:Sol D´Amato (especial para www.pickandroll.com.ar)
A pesar de estar mejorando día a día el inglés, hablar más en ese idioma que en español, cuando se dirige a los medios latinoamericanos Facundo Campazzo no puede ocultar la tonada de su provincia natal.
El cordobés, ahora en Denver, Estados Unidos, estuvo una hora mano a mano con medios nacionales e internacionales de habla hispana a través de un zoom elaborado por su medio de comunicación TeamFacu y con inscripción a 100 periodistas, entre ellos, Pick&Roll. Contó sobre su presente en la NBA y diferentes cuestiones acerca del equipo, nueva vida, su aporte y la búsqueda personal por mejorar.
“En el partido de ayer me sentí muy cómodo. No quiero llevar mi mejor partido al que haya metido puntos, sino como me haya sentido bien mental y físicamente. Defender a Damian Lillard fue un gran desafío para mí. El partido de ayer fue en el que me sentí más cómodo”. Denver Nuggets superó a Portland y, a pesar de solo convertir un triple, asistió en seis oportunidades a sus compañeros. Su equipo obtuvo el récord en la NBA de ser el único en tener tan solo una pérdida en 74 años de competencia. “Lo qué pasó ayer lo trabajamos, pero no siempre va a ser así. Estamos trabajando en cuidar la pelota y de no regalarla. Tenemos grandes jugadores que pueden anotar y pasar bien la pelota. Pero lo de ayer fue increíble. Es algo que tenemos que seguir copiándolo”, afirmó Campazzo.
Las estadísticas en el torneo son una pieza clave para analizar y trabajar sobre el partido ya jugado, y el que vendrá. “Las estoy usando más que cuando estaba en España. Acá es todo más táctico. Acá se toma en cuenta cada aspecto del juego de lo individual y de lo colectivo y eso un factor nuevo para mí. Intento familiarizarme con esto”, aseguró el jugador.
“Al haber ocho minutos más en los partidos tenés más margen para el error, comparado con los 40 minutos en los partidos FIBA. Nosotros intentamos estar concentrados los 48 minutos para cometer los menos errores posibles. Pero los ocho minutos hacen que puedas ir de menos a más en el juego”. El base argentino continúa trabajando para estar a la altura de la competencia, a pesar de la diferencia con la liga española, que hay menos partidos: “No hay mucho tiempo para entrenar como equipo, es como un mundial pero que dura 7 meses. Te hacen hincapié a la hora de jugar en la toma de decisiones, si tenés un tiro abierto que lo tomes y si lo metés bien y si no no pasa nada, es un buen tiro, pero que no dudes. Y no cometer errores, cuando estas adentro de la cancha que el equipo siga teniendo fluidez, que mis compañeros se sientan contentos jugando conmigo. No es fácil, pero es parte de la situación”, contó Campazzo.
“Cuando tomé la decisión de venir a la NBA sabía lo que iba a pasar. A eso vine, a este gran desafío: de tener la pelota 30’ en Madrid, a jugar mucho menos, a tener menos la pelota en la mano, a tener un rol secundario desde el banco. A eso vine. A desafiarme, a competir, a demostrarme a mí mismo que puedo jugar en un nivel como este, que puedo adaptarme en un equipo lleno de estrellas como Denver. Es un desafío muy grande. Trabajo en eso, en lo mental y en lo físico. Tenerlo todo bajo control”, confesó y agregó que su entrenador Michael Malone le pidió que sea Facundo Campazzo, que por eso estaba ahí, “que no tengo que ser otro jugador”, cerró.
“Intento hacer mi juego lo más rápido posible para ayudar a mis compañeros. Intentar hacer cosas para ganar los partidos. Después si me hago un nombre o no, es una consecuencia del trabajo que haga”, remarcó el cordobés. “Aportar desde la energía y desde la defensa. La actitud e intensidad, defender al rival, volverlos locos. En ofensiva tenemos talento y no me preocupo, pero intento contagiar y darle al equipo desde la defensa, querer defender al mejor rival. Sé que tengo que mejorar mi tiro de tres puntos, las flotadoras, los tiros de dos. Pero sobre todo los movimientos sin pelotas. Tenemos buenos pasadores, así que hay que estar siempre listo para recibir la pelota”, remató.
“Me llevo bien con la mayoría de mis compañeros, es un vestuario que se asemeja a lo internacional. Al entrenador le gusta el juego internacional y me sentí súper cómodo. Si bien mi inglés no es súper nativo, intento hablar con mis compañeros. En los viajes me junto con Cancar”, confesó Facundo Campazzo, y analizó su situación actual con su equipo Denver Nuggets: “Es un grupo joven, y yo soy uno de los más grandes, no sé cuándo paso, ja, pero soy de los más grandes. Por lo general son bastante jodones. Nikola Jokic es super cercano, tenemos un trato super cercano. Tal vez lo imaginamos como una bestia inalcanzable, pero es super sencillo, es increíble estar en un vestuario así”.
Campazo, con casi 30 años, tuvo una carrera ascendente tanto a nivel nacional como internacional. “No fue un cambio tan drástico jugar en la NBA. Tuve la suerte de jugar con la Generación Dorada que jugó en la NBA, y de jóvenes les preguntábamos cómo era estar ahí. Una vez estando acá ya pasa a ser algo común, pero no deja de ser algo increíble igual. Tenés todas las facilidades para producir, así que intento disfrutarlo y a la vez tener los pies en la tierra para poder competir”, destacó. Pero en línea con los Dorados, Emanuel Ginóbili no deja de ser un referente y emblema de la Argentina en la Liga: “Es super respetado por el impacto que tuvo en la NBA, es increíble como es respetado. Recibo ayuda de Manu, consejos… Manu a todos los que juegan al basquet los inspira. Que te escriba para darte consejos es increíble. No lo tomo como una presión, sino que trato de respetarlo. Ellos son una super inspiración y motivación para nosotros”.
Cambiar de continente no es nada fácil, pero ha recibido el apoyo incondicional de su familia: “Consu es mi cable a tierra, junto con Sara, me hicieron ver otras prioridades. Si no hubiese sido por ellas, no sé si hubiese podido cumplir todos los objetivos que me puse”, admitió Facundo. Consuelo, su pareja, y Sara, su hija, son la compañía del base argentino en Estados Unidos. Pero los argentinos, pese a la distancia, le hacen sentir el apoyo: “No caigo, no tomo dimensión, no quiero tomar dimensión para no volverme loco. En las redes sociales es algo increíble. La gente se queda hasta tarde, aunque juegue poco, y eso se puede sentir. No veo la hora que haya gente en la cancha y haya argentinos donde me toque ir a jugar. Intento dejar todo adentro de la cancha y eso a la gente le gusta”.
“En Europa tenés más tiempo para prepararte para el próximo equipo, tiempo para descansar. Acá los ‘back to back’ son los que más me cuesta acostumbrarme. Acá ganás un partido o perdés y das vuelta la página, pensás en el siguiente. Eso me encanta”, remarcó. “No extraño cosas. Una vez que voy para adelante miro para adelante. Pero extraño a mis compañeros, estar día a día con ellos. Mi cabeza va de hoy a los días que vienen y los que vendrán. Quiero pelear por cosas importantes en este club y ser parte, pisar y ser importante”, asumió el cordobés.
La tonada se iba acentuando, y dejaba salir las raíces a flor de piel. No faltó oportunidad para repensar cómo llegó hasta Denver: “Creo que cumplí todos mis deseos. Siempre hablaba que mi sueño era jugar en la NBA, pero ahora quiero competir, mantenerme, quedarme muchos años acá… No sé si es un sueño, pero es un objetivo. Ahora quiero competir y mantenerme en esta liga que es super competitiva y super difícil. Al Facu chico le diría que siga disfrutando, que juegue con una sonrisa, que disfrute jugar y ser parte de un equipo. Que pelee por cosas, por algo, ser parte de algo importante. Que se divierta y entrene duro, que no va a ser fácil pero que lo haga con pasión y dedicación”.
Ese Facu chico también son todos esos chicos que hoy se quedan hasta tarde mirando a Campazzo asistir al Joker, volar de aro a aro en las canchas de la NBA, aquellas que pisaron Ginóbili, Scola, Nocioni, Delfino, y muchos de la Generación Dorada. Bienvenido el Legado, bienvenido Campazzo a la historia del deporte argentino.