Se hizo costumbre que el perdedor de los primeros tiempos renazca en los terceros cuartos. San Lorenzo fue el gran beneficiado considerando que Quimsa tuvo cuatro ventajas en los primeros tiempos y apenas las aprovechó en su totalidad. El renacer del ciclón y la caída del santiagueño en un par que marcó la serie final.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Los terceros cuartos jugaron un papel preponderante dentro de la serie. San Lorenzo ha jugado con esta situación de crecer volviendo del vestuario, o cerrar juegos apretados o bien descender en su nivel cuando venía de un gran inicio.
Quimsa fue más regular en ese aspecto más allá que ante San Lorenzo ha tenido sus enormes recuperaciones, sobre todo en las semis de Champions levantando dos primeros tiempos donde había sido dominado. En el caso explícito de las finales, los terceros cuartos tuvieron incidencia casi total. Veamos.
En el primer juego, Quimsa ganó 75 - 68 tras una primera parte sumamente sólida en defensa. Se encontró con un tercer cuarto, el cual lo tuvo que batallar y aguantar. San Lorenzo mejoró su imagen ofensiva, levantó sus números y hasta llegó a pasar al frente luego del 35 - 29 de los primeros 20 minutos. Quimsa aguantó el aluvión, supo cerrar con su perímetro 51 - 49 al frente y finalmente quedarse con la victoria. Hubiese sido un golpazo perder la ventaja y lo realizado en la primera mitad, aunque en el siguiente capítulo le sucedió.
El segundo juego marcó un momento clave en la serie. Quimsa volvió a tener la ventaja en la primera mitad mostrando solvencia atrás, recursos y regular para estar al frente. Tras el 39 - 33 las cosas variaron por completo. Llegó a extender las cifras a un claro 47 - 37 pero tuvo cinco minutos fatales que cambiaron el curso del partido e incluso de la serie. El tridente perimetral de San Lorenzo creció como nunca, llovieron los triples, las conexiones, pasajes claves de Aguirre para ganar 26 - 21 ese periodo, quedar solo 60 - 59 y de ahí en más iniciar con la remontada.
En el tercer cuarto encontramos una situación inversa. Un impresionante despliegue ofensivo de San Lorenzo en el primer tiempo, dominando con su 7-17 en triples, facilidades para anotar, ganar en su aro y despacharse con un impresionante 53 - 31 en solo 20 minutos. ¿Qué pasó en el tercer periodo? Quimsa mostró otra cara, fue más agresivo atrás, pudo correr y llegó a colocar a solo ocho puntos. San Lorenzo supo cerrarlo tras pasar semejante sacudón, quedó 69 - 56 y lo sentenció sin apremios. Quizás si Quimsa lo cerraba mejor hoy hablaríamos de otra cosa.
En el cuarto juego, Quimsa nuevamente al frente. En esa ocasión volvió a aguantar las tormentas de San Lorenzo como en el primer juego. Una primera mitad fabulosa desde lo ofensivo para cerrarla 51 - 41 con 22 pts de Robinson pero nuevamente encontrarse con situaciones que casi lo hacen tambalear. San Lorenzo mostró mejores facetas ofensivas, supo emparejar casi por completo el partido, los triples llovieron, el quinteto se brindó mejor para achicar a 73 - 68 más allá de la victoria del santiagueño.
¿Que sucedió en el quinto? Nuevamente Quimsa al frente, algo que vimos muy recurrentemente. El santiagueño generalmente llevó las riendas de la serie pero no supo como sentenciar cada juego. Fue de mayor a menor en ideas, agresividad defensiva y padeció las mejores versiones de San Lorenzo. Desde su 40 - 30 y hasta tomando +15 en el amanecer del tercer periodo a sufrir 28 pts en el periodo con Vildoza y Fjellerup como figuras para reducir a 62 - 58 y finalmente quedarse con el éxito del campeonato.