No perdimos el tiempo

Como dijimos que el Mundial del 2019 no fue el final de algo sino el principio de un todo, la segunda parada dentro de ese mismo proceso serán los Juegos Olímpicos de Tokio. Es cierto que todos lo pensábamos para el 2020 y más con semejante torneo realizado en China y el nivel catapultado para ilusionarse, aunque esperar un año más no fue tan malo. Hubo tiempo para que otros elementos se desarrollen, algunos superen lesiones y otros lleguen a la NBA, ni más ni menos. Repasemos.

Desde hace tiempo Argentina y todo el cuerpo técnico piensan a futuro. Hay muchos talentos en pleno desarrollo, jugando cada vez mejor y ganándose su lugar en Europa dentro de sus elencos. Otros dando saltos de calidad y jóvenes emergiendo en masa y llegando tempranamente al viejo continente para mejorar su aptitudes de juego. Ejemplos hay de sobra y algunos ya han sido puestos en la lista.

Nada que decir en la conducción. Campazzo, Laprovittola y Vildoza son nombres que salen de memoria pero con cambios respecto de sus presentes considerando lo sucedido en el 2019. Facu vistiendo la camiseta de Denver Nuggets, siendo titular y mostrando sus dotes de calidad. Nico con mucha más experiencia en un gigante como Real Madrid y manteniendo su nivel en general. Luca a punto de vestirse como un Knicks, posicionándose como uno de los mejores bases en la Liga Endesa, y la chance de ser NBA próximamente.

Ni hablar de los escoltas. Nicolás Brussino se asentó en España. Una temporada con mayores luces desde lo individual y también colectivo con Zaragoza. Creció en diferentes apartados generando mucho más que el tiro a distancia. Defendió mejor, aportó en juego asociado, espectacularidad y apareció en momentos donde fue requerido.

Sin dudas que el salto meteórico de Leandro Bolmaro fue uno de los boom para pensar en el futuro. Su histórico draft en la NBA, su presente en Barcelona, final de Euroliga, jugador más espectacular en España y su soltura para hacer de todo en ambos costados. Todo en menos de un año. Sin dudas uno de los centros de atención en este momentos dentro del básquet argentino.

Otro de los jugadores con un salto impactante fue el de Gaby Deck. Del saludo de Kobe Bryant en 2019, ciertos rumores NBA hasta su presente con ya varios partidos en el mejor básquet del mundo. El santiagueño fue evolucionando en su juego y protagonismo con Real Madrid, ser partícipe de lujo para Laso hasta el rápido salto al Thunder para jugar con una soltura maravillosa.

Distinto el caso de Pato Garino. El alero marplatense, figura de luxe en el 2019 con sus dotes defensivos y regalando pasajes ofensivos, sufrió las lesiones y de hecho, si hubiese habido Juegos Olímpicos en 2020 no habría jugado. Dudas sobre su continuidad, lesiones duras, nuevo destino en Lituania y buscando continuidad. Si está sano es una fija total.

Presente y futuro para Máximo Fjellerup y Juan Vaulet. El escolta de Tres Arroyos cerró una muy buena temporada con San Lorenzo siendo muy productivo en la final. Más comprometido en diferentes apartados, aún con falencias de defensa 1x1 o tiro externo pero toda su calidad y físico arrollador lo llevan a estar en la lista y como uno de los futuros en la selección.

El cordobés más ensamblado en Europa, intentando dar más en otras estadísticas, subir sus porcentajes externos pero con un biotipo notable. Puede ser alero o jugar en un cuadro bajo, ganó en defensa y puede colaborar en ambos costados. Hoy tal vez un paso por delante del mencionado Fjellerup.

Uno que levantó su nivel y ya no deja dudas es Marcos Delia. Siempre cuestionado por su forma de juego pero mostrando una excelente faceta en el Allianz Pallacanestro Trieste. Encontró un equipo donde lo buscan para rematar (y con volcada), mayor decisión hacia el canasto, mantuvo su juego inteligente y defensa agregando gol. Podría ser muy importante sobre el rol que generalmente cumple.

¿Algo para agregar sobre Scola? Luifa lo dice todo dentro de la cancha. Dejó el 2019 en el quinteto ideal del Mundial y sus siguientes temporadas fueron de excelencia. Italia lo recibió en un gran nivel, anotador y reboteador como pocos, manteniendo sus números y siendo un embajador mayúsculo para nosotros. Ya se encuentra entrenando en Argentina en forma individual para dar su mejor versión en su último Juego Olímpico. ¿Mejoró del 2019? Sigue igual y con eso alcanza.

Varios internos se han mantenido y crecido. Tayavek Gallizzi viene de su mejor temporada individual en la Liga Nacional. Mejoró en agresividad ofensiva, números de ataque, rebotes, movilidad, menos torpeza y la potencia que siempre se rescata en él. A esta altura creemos que es una fija como recambio y podrá aportar algo más viniendo desde la banca.

El piberío pide pista. Lautaro Berra también dio un salto en los últimos años. Mucho protagonismo en la Liga Nacional, titular en Obras, en la selección local de Argentina y mejorando también. Un jugador sumamente inteligente para el juego rápido. Caída y gol o pase extra sumado a su remate limpio. Con menos potencia y físico que otros pero características puntuales y de lujo para meterse en la conversación por un lugar en Tokio.

Para el final el futuro mismo. Francisco Caffaro (20 años, 2,12) y Juan Fernández (19 años, 2,10) apunta fuerte para lo que se viene. Ambos con protagonismo afuera pero en diferentes casos. Caffaro con variados problemas de lesiones que va superando y con un Mundial juvenil en el medio. Pura potencia, despliegue, fuerza y mayor gol cercano al aro ¿Será la sorpresa para Tokio? Peleará con Berra siendo ambos diferentes en su juego. Fernández elevó su juego en la Liga Eba, ascendió como protagonista. Sorprendió con su mundial U17 dando un año de ventaja y ahora irá al Mundial U19 como pilar número uno. En ascenso total.

José Fiebig

@Josefiebig