Lanús y Quilmes ganaron partidos claves en búsqueda de un buen puesto para los playoffs. El granate se llevó su encuentro en la última bola mientras que el cervecero se aprovechó de un disminuido Racing.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
AGÓNICA VICTORIA GRANATE
El imponente estadio Parque Guerrero cobijó una historia espectacular, con dos protagonistas que construyeron un desarrollo parejo, que se resolvió con una acción de película, merced a la intervención salvadora de un héroe.
Lanús y Ciclista Juninense abrieron las puertas de la burbuja de Olavarría, en un pleito cargado de emociones, en el que se disputaban la quinta ubicación de la tabla, con dos planteles picantes. El Granate se abrazó a la victoria con la emoción descomunal de un cierre soñado, en el que Leon Gilmore convirtió un doble sobre la chicharra para el 71-69.
Con este resultado, el elenco de Leo Costa conservó su posición y engordó el récord a 12-10, por su parte el Verdirrojo quedó con una marca 10-11 para marchar en el octavo puesto de la Conferencia Sur.
El norteamericano Gilmore se destacó por esa resolución de seis metros sobre la defensa, pero también aportó 11 puntos, 5 rebotes, 4 asistencias. Mientras que el otro extranjero Justin Everett se erigió en el goleador de Lanús con 16 unidades (8/11 de campo) y 12 recobres. En el rincón de Ciclista, Leandro Cerminato la rompió con 23 puntos (9/17 de cancha) y 9 rebotes.
El trámite se caracterizó por la paridad, la emoción y el deseo de los dos contendientes de imponer condiciones. Más allá que en el primer tiempo Lanús ejecutó con mayor solvencia su juego y pudo dominar las acciones, en el tercer cuarto el panorama viró por completo, con una gran reacción de Ciclista.
El último episodio se convirtió en una verdadera batalla, a partir de un intercambio de fuerzas y sobre todo de una pelea anímica por sobrellevar la complejidad de la resolución. En todo ese escenario, y con el tablero igualado, Gilmore tomó la responsabilidad de crearse el tiro del final y logró encestar un lanzamiento largo sobre la defensa, que abrazó la red con el sonido de la bocina de fondo.
Empujado por el tridente Brown (24 puntos con 12/15), Ortiz (14 puntos y 15 rebotes) y Pelorosso (14 puntos), Quilmes pudo sacar adelante un duro juego frente a Racing que presentó una gran batalla a pesar de sus ausencias (Martirena, Aristu, Spano, Montemagio y Morales).
El primer cuarto fue de alto ritmo y goleo. Quilmes castigó su ventaja en la pintura -anotó 16 puntos en la zona pintada- y Racing respondió con Barrales manejando los hilos de la ofensiva junto con la eficacia de Fernández. Así se dió un ritmo entretenido y dinámico con ventaja del elenco marplatense 25-23 tras el primer periodo.
Todo cambió al segundo parcial. Las rotaciones no brindaron las mismas soluciones, cayeron los porcentajes y el trámite perdió dinámica. Quilmes se sostuvo en una oportuna seguidilla de tres triples consecutivos que le permitió irse al descanso largo al frente 41-33.
Racing parecía emparejar definitivamente el juego con un buen arranque del tercer capítulo y se puso a sólo tres. Pero rápidamente el Cervecero aceleró, llegó a despegarse a máxima de 13 y cuidó la diferencia (58-48) hasta el cierre del segmento.
La llave para que el conjunto de Gelpi destrabe el pleito la encontró nuevamente en el juego interior. Después de una primera mitad del último cuarto pareja, con Racing descontando con triples y un gran Barrales, apareció Brown y se hizo cargo de la situación. El pivote convirtió los últimos 10 puntos de Quilmes en el partido, Racing no encontró manera de frenarlo y el festejo se fue para Mar del Plata.
Informe: Prensa Quilmes de Mar del Plata.
Fotos: Emiliano Iriondo (Prensa Estudiantes de Olavarría).