Deportivo Viedma y Atenas de Patagones siguen en modo ganador. El líder festejó y mantiene su ventaja al frente del Sur. El griego con su tercer éxito y metido en los playoffs. Lanús se anotó una victoria crucial ante Gimnasia.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
CELEBRA EL LÍDER
Depo Viedma tuvo que trabajar muchísimo para derrotar a Del Progreso por 68-63 y defender el liderazgo de la Conferencia Sur de la Liga Argentina de básquet.
Los equipos rionegrinos ofrecieron un duelo vibrante, que calentó la fría noche de la capital rionegrina. Un verdadero partidazo, que suma al historial de este clásico de la provincia.
Depo Viedma arrancó el partido con todo y sacó rápidamente la máxima de 14 (20-6). En un suspiro, el local parecía que se llevaba puesto a su par del Alto Valle.
Pero con el correr del partido, el Depo se fue quedando y los de Roca se acomodaron. Limaron la distancia, igualaron el pleito y clavaron un parcial tremendo de 13-0 para darlo vuelta y sacar 12 de diferencia (51-63) con 8:25 por jugar.
Llegó la reacción del equipo de Guillermo Bogliacino, empujado por su gente (las 100 personas autorizadas a ingresar por protocolo). El Depo Viedma arremetió con todo, ajustó la defensa y clavó un parcial de 17-0 para sellar el 68-63 final.
En Viedma, se destacaron Matías Eidintas con 18 puntos (7/13 de campo) y 3 asistencias; Fermín Thygesen con 15 tantos (6/10 de campo, con 3/6 en triples); Ayan Nuñez de Carvalho con 12 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias y Lucas González con 6 puntos, 11 rebotes y 5 asistencias.
En Del Progreso, los mejores fueron Carlos Baez con 15 puntos y 9 rebotes; Mauricio Pane saliendo desde el banco con 14 puntos y 3 rebotes y Alan Moreno con 10 tantos.
Atenas le ganó un importante juego a Racing de Chivilcoy por 82-72 y sigue en la pelea por ese tan ansiado octavo puesto que lo lleve a jugar playoffs. Con mucha entrega en el último cuarto, el Griego resolvió el pleito y está más cerca. Los máximos goleadores fueron Genaro Lorio con 21 puntos y Giarraffa 18 unidades.
En el comienzo del partido, Racing era más efectivo, Atenas no lograba encontrar tranquilidad. El perímetro del visitante era su principal arma. Después de un tiempo muerto, el Griego rotó más la pelota para hallar las vías de gol y estaba abajo 14-12, promediando el cuarto. La Academia mantenía una pequeña ventaja 20-16, a dos minutos del final, para cerrar el segmento en ganancia 23-19.
En el segundo episodio, el perímetro de Atenas comenzó a funcionar y las bombas de Etchepare, Dubois y Giarraffa pusieron el juego 28-28. Las defensas estuvieron más ajustadas y los tiros dejaron de ser limpios, Atenas comandaba las acciones por primera vez con una ráfaga de Rausch (34-30). Martirena y Morales eran las usinas de Racing. Enredadas las acciones, con Atenas sin gol y a partir de un triple de Henríques, el visitante remontó el cuarto. Montemagio se llevó los aplausos con cuatro puntos para clausurar el capítulo arriba 45-35.
Después del descanso largo, Atenas pudo descontar distancias con Lorio (45-40), en tres minutos. El anfitrión no fluía con su dinámica de juego, en tanto que Montemagio y Henriques facturaban para los de Chivilcoy. Todos los rebotes de Giarraffa, que se convertía en el hombre más importante, colaboraron para acercar al local 54-50, a falta de tres minutos. Atenas logró terminar a una posesión abajo 58-56.
Último cuarto de dientes apretados, con mucho trabajo Atenas recuperó el tablero 60-58. Martirena sumaba para Racing, y Lorio mantenía al Griego adelante, 66-65 promediando el segmento. Etchepare lastimó de tres y Atenas poseía una pequeña luz 71- 65, a tres minutos del final. Montemagio le daba aire a Racing, pero Lorio concretaba su mejor cuarto y junto a Giarraffa cerraban un gran partido para Atenas 82-72.
Las tierras platenses cobijaron una verdadera batalla, con dos contendientes que pugnaban por un objetivo común y que construyeron un duelo apasionante, cargado de nerviosismo y que dispuso de un desenlace dramático.
Parecía que se le escurría de las manos, que se diluía esa urgida victoria. El panorama era adverso y no sobraban las respuestas para Lanús, hasta que Justin Everett asumió el peso de las responsabilidades y nutrió con puntos en los instantes decisivos. Así, el Granate abrochó un triunfazo en rodeo ajeno ante Gimnasia por 84-80, en su anteúltimo juego de Fase Regular.
Lanús y el Lobo necesitaban acaparar la victoria para mantenerse firmes en la guerra por un lugar a los playoffs y ahora el elenco de Leo Costa quedó con récord positivo 13-12, que lo acerca al objetivo al ubicarse en el quinto puesto, mientras que el Tripero registra una marca 11-13, con el que conserva chances matemáticas.
Obviamente la figura estelar de la fría noche platense fue Everett, que la rompió con 23 puntos (9/16 de campo) y 7 rebotes, pero fundamental por su aporte de 11 unidades en el capítulo final. Además sobresalió la tarea de Leon Gilmore con 14 tantos y 8 recobres. En el rincón del Lobo se destacó Yago Sánchez con sus 19 puntos (3/5 en triples).
La historia comenzó al ritmo de Gimnasia, que saltó más decidido y fluyó en ofensiva para distanciarse 16-10. El Granate recuperó terreno con los triples (3/7) y clausuró en ganancia 23-21, en un trámite de paridad. Ese envión lo estiró el visitante para acaparar una renta 37-29, a los 4 minutos del segundo capítulo, lo que obligó a Renda a solicitar tiempo muerto. El elenco de Costa conjugó su tendencia perimetral con la apuesta a la pintura, donde Everett facturó y se retiró al entretiempo en ganancia 49-42.
El Lobo regresó renovado, con una ejecución en velocidad de los contraataques y un ajuste defensivo, así estampó un parcial 15-5, con el que revirtió el tanteador 57-55, a los 5 minutos. Gimnasia continuó concentrado y forzando a las pérdidas y las inseguridades de su rival, con Sánchez y Acuña incisivos, lo que le permitió clausurar el segmento arriba 67-62.
En el último episodio, el Tripero redobló la apuesta y profundizó el dominio del trámite, con una conectividad colectiva atildada para machacar la máxima 78-67, a los 3:30 minutos. Leo Costa pidió minuto y su equipo inició una reacción. Ante la dificultad de fluir, Lanús encontró en Everett (11) la clave para anotar y paliar su rendimiento oscilante. El juego viró por completo, con un pasaje 15-2 del Grana con el que se puso arriba 82-80, con 2:20 minutos. Desde ese punto brotaron las ansiedades, los nervios y prácticamente no lograron convertir, a excepción de dos libres de Pérez que sellaron el 84-80. Gimnasia dilapidó varias oportunidades en el cierre y la victoria cayó en manos de Lanús.
Informe: Prensa Lanús. Fotos: Prensa Gimnasia y Esgrima La Plata.