Los Chicago Bulls es, sin lugar a dudas, el equipo revelación de esta campaña. El conjunto dirigido por Billy Donovan se encuentra primero en la Conferencia Este con un récord de 26-11. Analizamos las claves del increíble inicio de torneo de los toros.
Autor:Tomás Lucero (@tomaslucero2411 en Twitter)
Los Chicago Bulls es sin lugar a dudas el equipo revelación de esta campaña. El conjunto dirigido por Billy Donovan se encuentra primero en la Conferencia Este con un récord de 26-11. Demar DeRozan en modo MVP, Zach LaVine como segunda espada ofensiva y Lonzo Ball como organizador tanto en ataque como en defensa son algunas de las claves de este equipo.
Los Bulls no entran en PlayOffs desde la temporada 2016/17 donde cayeron en primera ronda ante Boston Celtics cuando Jimmy Butler todavía era parte de la institución. Desde el traspaso que lo involucró con los Minnesota Timberwolves y LaVine, los de Illinois se dedicaron a hacer una reconstrucción. El proceso parecía ser largo, pero la pasada postemporada se pusieron manos a la obra y comenzaron con su plan ganador.
El primer gran movimiento fue la incorporación del pívot Nikola Vucevic a través de un traspaso con Orlando Magic en el que simplemente tuvieron que enviar a Wendel Carter JR, Otto Porter JR y dos primeras rondas. El montenegrino promedia 15,8 puntos, 11,5 rebotes, 3,4 asistencias, 1,1 tapones con 42% de tiros de campo y 33% desde tres. Si bien se espera que su impacto sea mayor, está aportando mucho en los rebotes y mejoró notablemente en defensa, lo cual era una carencia del pívot.
El siguiente paso fue librarse de Lauri Markkanen quien ya no se lo veía cómodo en Chicago e iba a pedir mucho dinero en la agencia libre. Pero no lo dejaron ir sin más. Se involucraron en un traspaso a tres bandas con Cleveland y Portland y consiguieron a Derrick Jones JR quien, tras la lesión de Patrick Williams, es titular. El ala-pívot cumple el rol de jugador atlético dentro del campo. Corre la cancha y con su físico defiende a los mejores jugadores grandes del rival.
La jugada maestra la dejaron para el final y es que contrataron a dos de los mejores agentes libres disponibles. Lonzo Ball y Demar DeRozan se pusieron la camiseta roja en búsqueda de competir. Ambos venían de equipos flojos (Pelicans y Spurs respectivamente) y se unieron a LaVine para formar un trío que reúne de todo: tiro en media distancia, tiro de tres, defensa y organización.
Otro paso importante fue la incorporación de Alex Caruso proveniente de Los Ángeles Lakers. El exterior no solo aporta carisma, sino que es un defensor de élite y un soplo de aire desde el banco. Otros jugadores importantes que forman parte de la segunda unidad son Coby White y Ayo Dosunmu. El jugador de tercer año es el principal anotador y el rookie aporta defensa, energía y sus ganas de pelear cada pelota.
Cada uno comprende su rol a la perfección y esa es la clave del líder del Este. DeRozan sabe que se encuentra peleando por el MVP (26,7 puntos por partido) y es el encargado de cerrar los encuentros. LaVine no para de anotar (26,2 pts) y es el mejor tirador de tres (41% en 7,5 intentos). Ball es el director de orquesta (5,1 asistencias) y uno de los principales defensores. Vucevic suma como figura interior con sus puntos y rebotes. Además de los indispensables jugadores de rol como Jones JR, Caruso, White y Dosunmu.
Billy Donovan conformó un equipo ganador. Hace 4 años que los Bulls no entran en playoffs y 6 de que no pasan una ronda. Este conjunto promete. Los hinchas están ilusionados y tienen con que hacerlo. Cada jugador sabe lo que tiene que hacer. El plan funciona.