La Barba debutó de manera espectacular con la camiseta de los Sixers, que vuelven a situarse como candidatos al título. Su dupla junto a Joel Embiid hace ilusionar a toda una ciudad, que dejó atrás los días del “proceso” y los enojos de Ben Simmons.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
El jueves 10 de febrero la NBA vivió uno de esos días en los que sus cimientos parecieron tomar vida y moverse como consecuencias de una de esas noticias que explotan y hacen eco en todo el mundo.
En la jornada en la que se cumplía la fecha límite de traspasos, James Harden fue enviado a los Philadelphia 76ers, en lo que significó una transacción que será recordada como una de las más resonantes en la historia de la liga en relación al mercado de mitad de temporada.
La gran ilusión en Brooklyn duró apenas 44 partidos para la Barba esta 2021/22; y solo en 16 pudo compartir cancha y formar el tan mentado Big Three junto a Kevin Durant y Kirie Irving; las lesiones (propias y de KD) más la negativa del base a vacunarse – por lo que solo puede jugar los partidos de visitantes -, generaron que el hartazgo del escolta zurdo creciera más que la química con sus compañeros.
En la otra vereda los ánimos no estaban más serenos, ni mucho menos. La pronta salida de los playoff en la temporada pasada dejó secuelas irreversibles en el campamento de Philadelphia, tanto que Ben Simmons dijo que no quería volver a jugar en el equipo, y lo cumplió a rajatabla.
Las situaciones fueron complementarias; dos estrellas incómodas, dos equipos urgentes, en el caso de los Nets de recomponerse lo antes posible de la cara a la postemporada (están octavos en el Este con récord de 32-30), mientras que para los Sixers era vital cambiar el ambiente y tratar de conseguir el 1 del Este (son terceros, con 37-23).
Dos semanas y media después, todo eso parece formar parte de un pasado muy lejano. Harden dejó atrás su malestar, y en contra partida es pura felicidad luego de sus dos primeros partidos con la camiseta de los Sixers.
“Estoy extremadamente feliz”, contó el ex Thunder y Rockets tras un debut soñado en la victoria del viernes frente a los Minnesota Timberwolves: Jugó 35 minutos y cerró su planilla con 27 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias. Al margen de espectacular planilla personal, lo que más ilusiona a toda Philadelphia es la relación deportiva que empieza a nacer junto a Joel Embiid.
El pivot estrella del equipo de Doc Rivers, uno de los principales candidatos a ser el MVP de la temporada, se mostró muy cómodo junto a su nuevo ladero, algo que no tuvo intención de ocultar en las declaraciones post partido.
“¿Qué es lo que van a Hacer? Harden es un gran pasador y atrae mucha atención de gente que está alrededor mío, lo que te hace tener que tomar una decisión: ¿Te quedás conmigo o vas con él?", aseguró Embiid, que lidera la liga con un promedio de 29.8 puntos por partido.
Ya en la segunda presentación con su nueva camiseta, el domingo nade menos que en el Madison Square Garden, Harden volvió a tener una actuación espectacular alcanzando el primer triple doble con los Sixers, producto de 29 puntos, 10 rebotes y 16 asistencias en 39 minutos de juego, en los que tiró para un 42,9% en triples.
La acumulación de ganas (venia de estar tres semanas sin jugar debido a una contractura en los isquitibiales) y de frustración hizo que James Harden brillara en sus primeras actuaciones como un 76er.
Esta noche (21.30, ESPN) se producirá el debut como local, ante un público que siempre se reconoce como difícil, pero que ya convirtió a la camiseta con el dorsal número uno en la más vendida de la semana, y que lo espera con los brazos abiertos para que los guíe a su primer anillo desde 1983.