Luego del polémico traspaso de Harden y Simmons, Nets ganó si apremios ante Sixers en su búsqueda de acomodarse de cara a los playoffs. Goleada de Brooklyn con un partidazo de Seth Curry y una noche muy apagada de Harden.
Autor:Joaquín Cirigliano (www.pickandroll.com.ar)
Uno de los partidos más esperados de la temporada tras lo sucedido en el período de traspasos. El Philadelphia - Brooklyn tenía a los fanáticos NBA expectantes luego de lo que fue el trade entre Ben Simmons y James Harden, con más jugadores de por medio y mucha polémica.
El jueves por la noche los Sixers recibieron a los Nets en lo que se esperaba fuera un partidazo jugado con mucha intensidad, aunque por el lado visitante Simmons no fue de la partida ya que aún no hizo su debut con el equipo.
Pese a todo esto, el encuentro tuvo un desarrollo mucho menos interesante que el esperado. Brooklyn cumplió las expectativas y jugó un partidazo, letal en ataque como siempre pero muy intenso en defensa.
Durant como de costumbre fue una máquina anotadora, Kyrie Irving también estuvo fino y jugó un gran partido pero además se les sumó Seth Curry, ex Sixer traspasado junto a Simmons, que se destapó y clavó 24 puntos en 27 minutos en lo que fue una performance motivada por enfrentarse a su ex equipo.
Por el lado local, la actuación fue mucho más pobre, Joel Embiid jugó muy solo y cerró un partido de 27 puntos y 12 rebotes. Aunque si lo desglosamos tampoco jugó muy bien: De cara al aro no estuvo efectivo y metió un pobre 5 de 17 en tiros de campo, la cantidad de puntos se debe a que tiró 19 tiros libres y embocó 15.
James Harden, probablemente en quien estaban más puestos los focos, fue la gran decepción de la noche. Jugó, por lejos, su peor partido desde que llegó a Philadelphia y será difícil que lo supere. Cerró con 11 puntos, 3 de 17 en tiros de campo, 5 asistencias y muy pocas ganas de jugar en 28 minutos. Lo mejor de él fue un Step Back desde 45 grados mientras era marcado por Irving.
Esta diferencia de entrega y juego hizo que el encuentro se incline para los de Brooklyn que ganaron con un contundente 129 a 100 en contra de todo pronóstico, ya que además vale recordar que los Sixers venían en un nivel altísimo acumulando victoria tras victoria desde la llegada Harden mientras que los Nets no estaban pasando un buen momento. Lo que definió las cosas fue la entrega y las ganas de jugar, los visitantes salieron con todo a ganar y los locales parecían estar dormidos o no querer jugar el partido.