El misionero sigue su progreso fuera de la cancha. En este caso, con nueva iluminación y un cambio de imagen en sus vestuarios y diferentes apartados para confort absoluto. Sumado a eso, la escuela de básquet social en el club suma adeptos para entrenar y seguir con el proyecto iniciado.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Oberá sigue sumando progresos fuera de la cancha. Los resultados no son solo basquetbolísticos, sino también responden a la imagen como club para el mayor y mejor confort de sus socios, allegados y los propios protagonistas de la Liga Nacional y menores.
En esta etapa se instalaron, de parte de la empresa Rocholl-Living Style, todo el equipamiento necesario dentro del VESTUARIO LOCAL para el equipo de la Liga Nacional de Básquet. Un cambio enorme para los jugadores, teniendo ahora un espacio cómodo y personalizado para cada uno con:
-amplia baulera, -colgadores de aluminio, -cajones extraíbles, -estantes inferiore, -asiento con colchoneta, -iluminación superior LED.
La escuela de básquet suma adeptos
Hace 4 años funciona en la estructura del club, la escuela de básquet que inició como un proyecto y hoy es una realidad que forma a 25 basquetbolistas que se sumarán a las formativas (equipo competitivo) en poco tiempo.
Los deportistas entrenan bajo las órdenes del profe Sebastián De Olivera, los días martes y jueves de 15 a 16hs. Los entrenamientos son están abiertos para todos aquellos que quieran jugar sin tener conocimiento del básquet previo; destinados a chicos desde los 14 a 20 años. Muchos de ellos, este año dieron el salto a los equipos competitivos.
Este proyecto, que hoy es una realidad, se enfoca en aspectos sociales, dándoles la posibilidad de poder ocupar su tiempo en una actividad deportiva; los prepara física y mentalmente para superarse día a día y cuando están en condiciones, los inserta en las categorías formativas, según la edad de cada jugador.