La locura del cierre

¡Qué pedazo de cierre regalaron Quimsa e Instituto! Unos últimos minutos de pura tensión, y con dos jugadas determinantes, sobre todo la última para que el santiagueño se quede con la victoria. Con el diario del miércoles diríamos que Instituto pagó muy cara su derrota luego de un mal arranque el dominio que ejerció Quimsa a lo largo de tres cuartos y medio. Eso no hubiese importado si Thomas no anotaba y la gloria se quedaba con semejante match. Repasemos.

Quimsa impuso su ley a lo largo del partido. Un goleo alto, velocidad, individualidades que sin dudas hacen la diferencia. Un comienzo de Thomas brutal con 14 pts en el primer cuarto para abrir brecha en el marcador. Instituto nunca se asentó en defensa. Pareció hacerlo con el correr del segundo cuarto donde inquietó y tuvo una banca que respondió mejor.

Ambos abusaron del tiro externo, de hecho tanto Quimsa como Instituto lanzaron más triples que dobles en el inicio del partido. Victoriano utilizó mucho más a Fierro y Vicens sobre todo por la potencia física bien marca de Quimsa con Anderson a la cabeza. Instituto tuvo poco gol, bajos porcentajes y padeció esos números hasta el cierre. Quizás estando más fino la historia era otra.

Vayamos a las últimas acciones. Instituto mostró mucha fortaleza con Gallizzi, un volcadón para descontar y la jugada que pudo haber sido directamente la del partido. Quimsa descolocado, sin su juego tradicional, y Gallizzi con un rebote fantástico para anotar y de yapa obtener la falta ante el desajuste de Quimsa en el box out.

Llegó la última chance para Quimsa. Lo primero es como los perimetrales se abren para darle paso a Thomas, quien claramente era el receptor de la acción. Brussino de un lado, Acevedo del otro, ambos con poder de gol si eran necesarios y Anderson como referencia junto a Gallizzi. El propio Anderson jugará un papel clave sacando de situación a Gallizzi para que no pueda ayudar con éxito en caso de una llegada fuerte de Thomas, que fue lo que terminó ocurriendo.

El resbalón de Whelan cambió todo. El base lo venía sosteniendo bien, y aunque perdía físicamente parecía un tiro incómodo de parte de Thomas. González se quedó con Brussino por un posible tiro abierto (parecía una mejor opción de última) y llegó tarde a un intento de ayuda, ni una ni otra. A todo esto Anderson en el medio, quien hizo el movimiento para irse, y dejó a Gallizzi también llegando tarde y obteniendo lo buscado. De película.

José Fiebig

@Josefiebig