A repensar el futuro

Un inicio muy parejo de partido. Nueva Zelanda cargó bien al rebote, por momentos impuso su andar más allá de errar y malograr cerca del canasto. Argentina con baches de juego, sin muchas luces y padeciendo su cristal. Poco a poco revirtió la imagen, Bocca (2-2t3) vio rápidamente el aro como propio para encestar en velocidad y de larga distancia.

Giovanetti y Respaud aceleraron pero con ciertos problemas atrás nuevamente con la marca zonal. De a poco Argentina se soltó y supo conectar con los internos. Un gran pasaje de Lomello (7) en velocidad y también con el pick directo para dañar.

Los bases soltaron rápido la bola, se sumó López Lorenz como referencia y Argentina encontró un tesoro allí para sacar ventajas tras un parcial de 9-0 (19 - 9). Nueva Zelanda descontó, pero con carencia de soluciones, Argentina con otro semblante recuperando con una defensa, alta, corriendo mejor la cancha y cerrando 23 - 14 el periodo.

Los pibes continuaron con confianza para anotar y desplegar su juego. Drocesezky a buen ritmo con la bola, recuperando y con elegancia para jugar en diferentes pasajes. Prome dio una mano, mostró su categoría y López Lorenz castigó abierto para un inicio de 6-0 e inmediatamente estirar a +19 la ventaja.

Argentina corrió bien la cancha, pasó rápido la bola ante todos los desajustes del rival y las facilidades que entregó para ir al canasto y tener chances claras de anotar. Nueva Zelanda dio ciertos signos de vida con el tiro a distancia, una defensa más agresiva en zona aunque dio ventajas dejando que Bocca enceste o Pratto solo cercano al aro para mantener la ventaja y el caudal de gol.

En el final Argentina se pinchó, le costó anotar, volvió a enamorarse del triple como única opción y Nueva Zelanda emergió desde su defensa, puso mejor la bola cerca del canasto, atrás con mayores recursos y dando otra velocidad. Argentina no anotó en los últimos minutos, perdió mínimamente el eje, un parcial de 8-2 de los oceánicos dejando todo 47 - 36.

Los pibes fueron de mayor a menor. Si bien en principio encontraron soluciones y conexión entre Giovanetti y Respaud para correr y generar espacios, el equipo se pinchó de manera inesperada. Luego de iniciar 4-0 y parecer tener el control de las acciones, Nueva Zelanda creció con sus hombres grandes, mejoró atrás y tibiamente dio mejores respuestas.

Argentina aflojó en su intensidad ofensiva, desaprovechó chances a campo abierto y volvió a enamorarse del triple sin éxito. La performance fue cada peor, Argentina sin ideas, un parcial peligroso de 8-0 de los oceánicos y un juego diferente casi por completo.

Apenas un triple de Sinigoj para salir del momento pero todo el equipo exigido, sin plan b, atado y sin correr la cancha. Nueva Zelanda se colocó a solo una posesión con un par de triples, llegando fuerte al aro y aprovechando todos los problemas y desconexiones de Argentina quedando el juego apenas 56 - 53.

Por momentos el partido fue cuesta arriba. Argentina lleno de errores, con el triple como única vía, sin ideas y Nueva Zelanda ganando en el uno contra uno cerca del canasto. Respaud no conectó, el perímetro desaparecido y tiros mal tomados en las primeras ofensivas. De hecho los oceánicos pasaron a comandar con un parcial de 8-2 en los primeros instantes.

Un palo a palo constante (64 iguales en 4m30s) con Argentina carente de soluciones y tratando de salir del mal momento. Llegó Giovanetti al rescate con un par de pinceladas en el cierre sumado a Respaud volcado en velocidad. Ambos generaron lo mejor de Argentina en velocidad, lograron responder con gol y un buen parcial para extender las cifras ante los malos retrocesos del rival.

Un momento determinante en el juego de 10-0 (74 - 65) con 2m30s por jugar. Si bien Nueva Zelanda supo descontar, llegaron los triples claves. Primero Bocca y luego Giovanetti, ambos desde la esquina tras un mejor movimiento de bola, generar un 6-0 definitivo y quedarse con la victoria final.

José Fiebig

@Josefiebig