Cambiar el camino a tiempo: La historia de Patrick Beverley
Un pasado oscuro y difícil trasladado a la cancha. El ‘trash talking’, la defensa dura, los golpes, los choques, la sensación de que está jugando enojado y las emociones a flor de piel. Todo esto es Patrick Beverley, quien estuvo al borde de ser vendedor de droga pero por cosas de la vida se decantó por jugar en la NBA. A continuación su historia.
Autor:Joaquín Cirigliano (www.pickandroll.com.ar)
Un pasado oscuro y difícil trasladado a la cancha. El ‘trash talking’, la defensa dura, los golpes, los choques, la sensación de que está jugando enojado y las emociones a flor de piel. Todo esto es Patrick Beverley, quien estuvo al borde de ser vendedor de droga pero por cosas de la vida se decantó por jugar en la NBA. A continuación su historia.
Pat nació el 12 de julio de 1988 en Illinois, Chicago, una de las zonas de Estados Unidos con más narcotráfico. Hijo de una madre soltera de 17 años y un padre ausente que lo motivó, sin saberlo, a practicar básquet con los antiguos trofeos que seguían en la casa. Los idolatraba y decía que él quería conseguir el doble de premios que su padre.
Patrick comenzó jugando en el John Marshall High School y rápidamente se convirtió en el mejor jugador del equipo, liderando a la escuela a un gran récord de victorias en la Liga Pública de Chicago. Pese a sus grandes actuaciones la única universidad que se interesaba en él era Toledo, integrante de la conferencia MAC, que no cuenta con mucha exposición si lo que querés es saltar al siguiente nivel. Por lo cual su única opción era impresionar a todos en su etapa de High School para conseguir una mejor universidad a la que ir.
Terminó la secundaria con números estratosféricos: 37.3 puntos (primero del estado), 6 rebotes, 6 asistencias y 8 robos. Finalmente si tuvo ofertas de muchos colleges y sorprendentemente se decantó por Arkansas, que no estaba pasando su mejor momento. Tuvo un gran primer año liderando al equipo en puntos (14), robos (1.7) y porcentaje de tiros de triples (38.6%). Además acompañó con 4.5 rebotes y 3.1 asistencias.
Tras la segunda temporada, en la que sus números bajaron un poco, fue suspendido del equipo por entregar un trabajo escrito por un tutor. Él mismo admitió que fue un error irreversible y que ni siquiera necesitaba la nota para mejorar sus promedios académicos, solo creyó que no lo atraparían. Se vio obligado a estar lejos de las canchas, su mayor refugio de la realidad y las calles, por primera vez.
Ya con dos hijos pese a su corta edad estuvo a nada de volverse traficante, y él no se echa para atrás en esto y aseguró varias veces: “Pude haber sido el mejor traficante de drogas del mundo”. Con dos niños a su cargo, “Había bocas que llenar”, era la droga o el básquet, y no tenía permitido pisar el parqué. Rodeado de un contexto en el que era normal ser traficante la idea de cambiar la cancha por la calle no era muy lejana, de hecho confesó que en esa época llegó a ejercer como ‘dealer’ en algunas ocasiones.
Ubicados en 2008 llegaría el punto de inflexión: una tragedia que lo hizo reflexionar y reconducir su carrera y su vida. Pat vendía marihuana mientras su futuro en el básquet era una incertidumbre. Hasta que Donovan Morris, uno de sus mejores amigos, fue tiroteado a la corta edad de 16 años después de que el propio Beverley lo llevara a un lugar peligroso.
Según él mismo lo cuenta, la vida de su amigo “fue una especie de sacrificio” para hacerle ver el camino que estaba tomando y poder reconducir su vida a tiempo. Posterior a este suceso contactó con un agente que lo llevó a jugar a Europa para comenzar a foguearse en el básquet profesional y ganar dinero con eso.
Primero llegó al BC Dnipro de la liga ucraniana. Estuvo un año allí y se presentó en el draft de la NBA donde fue elegido 40º por Los Angeles Lakers. Traspasaron sus derechos a Miami pero el Heat no fue quien le cumplió el sueño de jugar en la NBA.
En la temporada siguiente (2009/2010) volvió al viejo continente para jugar en el Olympiacos de Grecia y en la 2011/2012 en el Spartak de San Petersburgo.
Una única temporada en este último y dio el tan esperado salto a la NBA, a un equipo que marcó una época muy importante en su carrera, los Houston Rockets. Comenzó la 2012/2013 entre el primer equipo y la G League pero con el paso del tiempo fue asentándose en la base del roster de la NBA.
En esa época pudo disfrutar como pocos de uno de los mejores James Harden. Supo ser su ladero y acoplarse para colaborar en lo que fuera necesario con semejante estrella.
Estuvo en la franquicia hasta 2017, cuando fue traspasado a Los Angeles Clippers para jugar junto a Kawhi Leonard y Paul George, donde también supo ajustarse a las circunstancias y ser de mucha utilidad en su función.
La temporada pasada fue clave para devolver a los Minnesota Timberwolves a playoffs y en la entrante (2022/2023), con 34 años, intentará hacer lo que mejor sabe en los Utah Jazz.