Argentina tuvo la última pero no se dio. Cayó por 69-68 en el cierre del Sudamericano. Melisa Gretter descolló y Agostina Burani dio cátedra de cómo defender el poste. A pensar en los ODESUR y la AmeriCup 2023.
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
Esta vez la suerte dijo no. La cuota de fortuna que acompañó en el cierre de Tunja 2018, en esta oportunidad cayó del lado del rival. En una final apasionante Brasil se terminó imponiendo por 69-68 y de esa manera gritó campeón.
Yendo de adelante hacia atrás, con menos de un segundo Tainá Paixao anotó un doble que adelantó por dos a las brasileñas (69-67), sin embargo una invasión de campo apresurada para festejar provocó una falta técnica al banco, y mantuvo encendida la última esperanza nacional.
Desde la línea Melisa Gretter convirtió el libre (69-68) y tras el tiempo muerto solicitado por Gregorio Martínez, las nuestras fueron por la heroica. El balón terminó cayendo en manos de Agostina Burani, quien tras ensayar un triple fue tapada por Soares y con eso todo acabo.
En el alocado festejo posterior José Neto increpó al cuerpo técnico argentino, aunque segundos más tarde, sin bajar la efusividad, pareció pedir de alguna manera disculpas.
En resumen los cuartos se dieron para el a la postre triunfador por 15-20, 8-11, 23-16 y 23-21, quedando en claro que fue la celeste y blanca la que dominó el primer tiempo; y que a partir del tercer capítulo la balanza se equilibró.
En cuanto a números, si bien cinco de las nuestras llegaron al doble dígito de unidades, no hubo dudas en que Melisa Gretter fue la MVP de la noche. Acumuló 11 tantos, 14 rebotes y 8 asistencias, comandando de manera magistral el equipo.
A la par, pero con un trabajo mucho más silencioso, Agostina Burani dio cátedra de cómo defender el poste bajo ante jugadoras que la superaban en talla. Así y todo se las rebuscó para aportar 11 puntos y 3 rebotes.
Por grandes pasajes del match nuestra Selección mostró una contracción casi perfecta en el resguardo del cilindro, con una entrega encomiable. Del mismo modo, la lectura en ataque no fue mala, aunque la eficacia algunas veces no acompañó y eso terminó jugando en contra.
Pese a la caída, nuestras chicas dejaron una gran imagen en la provincia de San Luis. En un mes será momento de afrontar los Juegos ODESUR, y pensando en el 2023, la cita de la AmeriCup tendrá un grado de dificultad mucho mayor a la vivida estos últimos días.
Lo que hoy es amargura por quedarse con las manos vacías tras estar tan cerca, sin lugar a dudas será combustible para la llama sagrada que habita en cada una de estas jugadoras pensando en lo que sigue.
En la misma línea y casi sonando a obviedad, no se puede desmerecer el subcampeonato, máxime en la forma en que se dio la final. Ahora será momento de balances, ajustes y comenzar a delinear el futuro inmediato.
Foto: FIBA.
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