Las tres argentinas que con un simple “sí” hubiesen sido las primeras en USA
Daniela Villagrasa, Laura Scodelari y Verónica Soberón recibieron una oferta de Oklahoma para disputar la NCAA 95/96. Finalmente, ninguna de las tres terminó viajando. La historia.
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
No había internet. Partamos de esa base. El mundo no estaba ni en miras de tener la globalización que hoy transita, y si actualmente muchas veces cuesta obtener información de básquet femenino, poténcienlo a lo que ocurría 27 años atrás.
Lo cierto es que del 19 al 30 de abril de 1995 se celebró en la localidad de San Roque, próxima a San Pablo, la séptima edición del Campeonato Sudamericano Juvenil, en donde apenas se dieron cita otras tres selecciones: Colombia, Venezuela y Argentina.
Dada la escases de participantes se optó por una primera fase de todos contra todos que serviría para ubicarlos del primero al cuarto. Luego cruce de semifinal, y tras ello, la disputa por los peldaños del podio.
Bajo la dirección de Eduardo Pinto, la celeste y blanca se plantó con Andrea Boeykens, Verónica Soberón, Andrea Espachak, Alejandra Calvo, Yesica Yost, Laura Scodelari, Andrea Bo, Alejandra Fernández, Fernanda García, Paula Santamaría, Georgina Zenatti y Daniela Villagrasa.
En esa primera parte del torneo todo fue festejos: 51-50 a Colombia, 83-67 a Venezuela y 67-56 a Brasil, resultado que no se daba hacía siete años. Lamentablemente en semis el elenco colombiano, que hasta ese entonces no sumaba triunfos, se impuso 67-59.
Cerrando el torneo (en donde Colombia le ganó la final a Brasil 74-65) nuestras chicas superaron a Venezuela 70-59 y fueron terceras.
Este desempeño destacado le entregó a tres de las integrantes del equipo la llave de una puerta que finalmente prefirieron no abrir. A ese torneo viajó un reclutador de talentos de la NCAA y consideró que el tridente nacional encajaría en Oklahoma.
Las apuntadas fueron Laura Scodelari (se la vio junto con Caro Sánchez, Iris Ferazzoli y Horacio Muratore en el último Sudamericano), Daniela Villagrasa y Verónica Soberón.
En cuanto a números, la interna de La Carlota (Córdoba), que por aquel tiempo jugaba en Platense tras haber sido reclutada en 1992, concluyó con una media de 13.2 rebotes y 15.6 puntos.
Soberón en tanto, que también tuvo paso por el seleccionado mayor, entregó 14.6 puntos y 2.1 asistencias. Mientras que Villagrasa cerró con una media de 1.6 asistencias y 5.4 rebotes.
La propuesta de este agente era que vayan a la NCAA con beca por una temporada. Si rendían y el cuerpo técnico quedaba conforme, ese vínculo se extendería por los demás años universitarios.
“Al final ninguna de las tres fue. Habíamos averiguado e incluso nos enviaron documentación, pero terminamos optando por no ir. En ese tiempo no se estilaba tan seguido. Ahora es más fácil que las chicas se vayan a que se queden. Antes era muy raro que pase. Viéndolo hoy fue una lástima no haber aprovechado la oportunidad” comentó Vero Soberón.
E incluso, parándose en aquel 1995, reconoció: “ni se tenía en cuenta. No se pensaba que podías vivir de eso y encima estudiar en una universidad y tener un título en Estados Unidos. Estaba fuera de todo. Hoy las juveniles tienen otra cabeza”.
Lo cierto es que la University of Oklahoma, que en ese 1995 llegó a segunda ronda de las nacionales, recién volvería a pisar el NCAA Tournament en el 2000, avanzando hasta los “Sweet Sixteen”.
La pregunta que permite fantasear y que lamentablemente nunca tendrá respuesta es… ¿Qué hubiese ocurrido si el tridente argentino se ponía los colores carmesí y crema?
Emanuel Niel En Twitter @ManuNiel En Instagram @EmanuNiel