La NBA y el sindicato se jugadores tuvieron reuniones en las que acordaron interrumpir el nuevo convenio laborar para modificarlo. Bajar la edad de entrada a la NBA es uno de los puntos principales. No obstante, la NBPA busca profundizar otros temas más allá del convenio.
Autor:Sebastián Ciano (@Seba_Ciano)
Decir que el mundo está cambiando comienza a ser una frase obsoleta en sí misma, por lo que debería ser reemplazada por “el mundo cambió”. Las nuevas generaciones trajeron consigo un paradigma muy distinto al que transitamos aquellos que estamos comenzando a vivir la cuarta década de nuestra vida, y ni qué hablar de aquellos que llevan más tiempo en este mundo.
La tecnología aplicada a cada uno de los aspectos de la vida, las formas de relacionarse, los nuevos trabajos, maneras de pensar; en fin, todo eso provoca que debamos adaptarnos - en mayor o menor medida - para tratar de comprender y vivir de la mejor manera posible.
El mundo del deporte no solamente no se mantiene exento, sino que es quizás una de las industrias a nivel global que más haya sido afectada por esta nueva forma de percibir el mundo. La NBA, vanguardista por naturaleza, está al tanto, y siempre mantiene la intención de ir un paso adelante.
Durante la semana pasada se supo que la liga mantuvo reuniones con el sindicato de jugadores (NBPA) para interrumpir el convenio colectivo de trabajo actual, cuya vigencia es hasta la temporada 2023/2024, con el propósito de realizar algunas modificaciones. La fecha estimada para establecer un nuevo CBA sería el 15 de diciembre.
Los principales cambios de este nuevo convenio están centrados en la baja de la edad para poder entrar al draft, y de allí pegar el salgo a la NBA. Actualmente, para ser drafteados los jugadores deben tener un mínimo de 19 años, por lo que el límite se restablecería en 18 años.
Esto elimina la regla que se conoce como one and done. Los jugadores que terminan su etapa secundaría debían tener al menos un año antes de pegar el gran salto a la mejor liga del mundo. En este sentido, algunos se comprometían con equipo universitarios (NCAA), pero muchos de ellos preferían comenzar una carrera profesional en el exterior. Esto no volvería ser necesario; la modificación entraría en curso para el draft de 2024.
No obstante, existe otro punto trascendental que comenzará a tratarse entre la NBA y la NBPA – se reunirían nuevamente a fin de mes -, y está referido a la salud mental. Desde el sindicato promueven que la NBA puede tratar estos casos de la misma forma que lo hace con las lesiones físicas, y que - por ende - puedan estar incluidas en los partes médicos previo a los partidos, de ser necesario.
Los problema de salud mental es algo que fue ganado terreno en los medios debido a que varios deportistas, de diferentes disciplinas, comenzaron a animarse a enfrentar a la prensa y al público en general con una cuestión que no solo no debe ser tomada como algo extraño, sino que - por sobre todas las cosas - debe atenderse con rigurosidad y compromiso, porque afecta directamente a los deportistas y les provoca un perjuicio muy grande en sus carreras.
Así fue que pudo escucharse las voces de Naomi Osaka (tenis), Simone Biles (gimnasia artística), Michael Phelps (ex nadador) por citar algunos ejemplos; en el mundo de la NBA, quienes comenzaron a alzar la voz fueron DeMar DeRozan y Kevins Love, a quienes se los pudo ver en un comercial en NBA Tv fomentando la concientización al respecto.
El foco después de la carrera
Existe un punto crucial para la NBPA que escapa a las tratativas por el nuevo convenio colectivo de trabajo. Así como existe un programa de apoyo y charlas para los rookies que ingresan a la NBA (Luis Scola lo trasladó hacia estas latitudes con el programa TAP - Transición al Profesionalismo -) las pretensiones ahora apunta al retiro, a lo que sucede con la vida de los jugadores “cuando la pelota deje de picar”.
“Crear una riqueza generacional es puntualmente importante en el próximo capítulo de la Unión. Es vital para su legado”, explica a The AthleticTamika Tremaglio, directora ejecutiva del sindicato de jugadores, quien mantiene las reuniones con Adam Silver y compañía. “Históricamente siempre estuvimos muy enfocados en cómo hacer dinero (tope salarial, etc), pero todos sabemos que para tener dinero debés que invertir”.
El objetico es que los jugadores tengan asegurado su patrimonio para toda la vida, para eso es importante que sepan de qué manera utilizarlo para que continúe dándole réditos, y así asegurar el futura de su familia para toda la vida. “También sabemos que la duración de una carrera deportiva es incierta, lo que hace que sea crucial un plan para cuando la pelota deja de picar. La creación de esta riqueza generacional”, apuntó Tremaglio.
Asimismo, la representante de la NBPA comentó una idea para lograr el objetivo: “Pensando en el aporte de los jugadores al deporte y cómo pueden ser compensados por su voluntad significa que tenemos que tener más estructuras de patrimonio”, y añade: “Esto puede ser la venta de equipos, también los negocios que generan cuatro o cinco años de la existencia de ese contrato. Es mucho más amplio y no creo que a lo largo de la historia la hayamos tenido en cuenta. Es aquí y ahora”.
La idea de crear un fondo de jugadores para su utilización pos retiro. “Para nosotros el patrimonio es que nuestros jugadores continúan generando dinero y prepararlo para ello”.
El tiempo avanza, y quien no pueda verlo quedará con las limitaciones del caso. La NBA está muy al tanto, y siempre buscará la vanguardia para seguir creciendo día a día.