Lanús ganó un partido increíble ante Estudiantes de Concordia como local. Se lo llevó 94 - 89 en suplementario luego de un bombazo con mucho suspenso de Banegas, goleador del partido.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Solo la idiosincrasia de este maravilloso deporte podría explicar semejante definición. En un mar revuelto de errores, de oportunidades desperdiciadas, Lanús esquivó el abismo con un lanzamiento salvador, agónico, para abrir las puertas a un suplementario.
Esa bomba de Jorge Banegas, con extremo suspenso por el rebote en el canasto, posibilitó al dueño de casa empardar el tablero, a falta de 1.1 segundos. Luego, en la prórroga se mantuvo la tónica de dos contendientes con inconsistencias y dificultades para producir y a pesar de la horrenda noche en libres (11/25), el Grana selló con mucho sufrimiento el triunfo por mínimos detalles.
Este resultado le posibilitó al elenco de Saborido recuperarse de una dolorosa caída en Pilar y engordar su marca a 15-8 (65%) para subir al cuarto puesto de la Conferencia Sur. Por su parte, el Verde se quedó con un registro 7-15 (35%) para navegar por el anteúltimo puesto.
En líneas generales, el cotejo se configuró en un ritmo oscilante, con pocas luces, aunque una mayor generación de volumen colectivo de Estudiantes, que dominó el primer tiempo 39-36, de la mano de un incandescente, incontrolable e indescifrable Álvaro Ayarza (37 puntos en total).
Lanús experimentó su mejor tramo en el tercer cuarto, el que arrancó con un sprint furioso 9-0, con el combustible de las resoluciones de Banegas (10) y Bledsoe (6), para clausurar en ganancia 63-58, en un capítulo de mejoría en la efectividad (10/17 de campo, 59%).
En el último episodio, el Grana amagó con capturar el control de las acciones con esa máxima de la velada, 68-58, con 8:50 minutos en el reloj. Empero, Estudiantes regresó rápido, con Yarza y Alluchón para acercarse 70-67, a falta de 6 minutos. La dependencia del local de Banegas complicó su producción, mientras que el Verde siguió con el ímpetu y revirtió el tanteador 77-76, con 2.30 por jugar.
Así se abrió un campo de dramatismo, de yerros, de impresiones, de malas decisiones. El visitante lo tuvo con el 81-78, a falta de un minuto. Sin embargo, Rafa Banegas atacó el canasto cuando restaban 12 segundos y se chocó con una tapa de Bruera. Luego, Alluchón marró un libre para el 82-79, con 4.7 segundos. En ese exiguo tiempo, Lanús repuso del costado y Jorge Banegas metió un triple inverosímil para llevar al suplementario.
El cansancio, físico y psicológico, hizo mella en la prórroga, que se tiñó de pocas conversiones. La paridad continuó latente hasta el 91-89 a favor del Granate, con 36 segundos. Los de Concordia no pusieron aprovechar sus ataques y aún con la preocupante baja de aciertos en libres, Lanús pudo igualmente cantar victoria.