Platense se quedó con una victoria clave para seguir peleando arriba. Se impuso ante Ferro de local 84 - 80 en un trabajoso juego y también con un excelente cierre. Pomoli fue la figura con un triple clave en el final. Fernández y Owens los destacados.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
El arranque del encuentro fue lento, parejo y muy físico. Por momentos el Calamar encontró buena productividad ofensiva moviendo el balón y teniendo una buena efectividad en la zona pintada (75%). Sin embargo, la defensa no fue consistente y con el pasar de los minutos los errores se fueron notando más.
El equipo de Ezequiel Vallet construyó su juego desde los buenos cierres de rebotes defensivos y capitalizando pérdidas del rival con contragolpes. La sintonía del duelo la cambió el Verdolaga aportándole velocidad, pero con bastante desprolijidad en ambos conjuntos. El primer parcial cerró en favor de Tense por 21-19.
Al segundo segmento la paridad continuó latente en los primeros minutos, pero en el promedio del cuarto los papeles se invirtieron. Ferro logró construir dos rachas consecutivas, una de 8-3 y otra de 5-0, para distanciarse hasta 9 puntos.
La dinámica de la visita constó en imponer una defensa zonal e intensa y capitalizar cualquier error en una ofensiva rápida, ya que a Platense le costó generar en el mano a mano del juego rápido y solo se vio cómodo en el juego estacionado. Triples de Vaulet y Grun fueron determinantes para este quiebre del equipo de caballito y culminar la primera mitad en su favor con un marcador de 34-40.
Para la otra parte del choque, el Calamar fue poco a poco rencontrándose con su identidad de juego, buena defensa y verticalidad en el ataque. El aporte de Sebastián Morales, Alejandro Alloatti y DeMarco Owens fue bastante importante en el costado trasero, para ir cerrándole el aro a su rival con el pasar de los minutos.
Además, se añadió la gran labor de Nicola Pomoli y Víctor Fernández en la primera línea, al recuperar varias pelotas y jugar de contra. El momento crucial del duelo fue cuando el Marrón cosechó una racha de 6-0 pasado el promedio y logró acumular un 16-4 hasta el final del apartado, para ir al último dominando por la mínima en 55-54.
En el definitorio, el equipo del Cholo Vázquez siguió con la misma dinámica e intensidad en el juego, para ir alargando la racha y asentando su control en el encuentro. La racha que venía arrastrando del complemento anterior continuó prologándose y pasó a ser de 25-4.
Luego, el Marrón sufrió un leve desnivel acercándose al final, pero a diferencia del encuentro anterior hubo varias figuras en la delantera en las que el equipo se pudo apoyar, como: Owens, Fernández y Pomoli. El cierre del duelo fue apretado y el Marrón apostó a manejar mejor los tiempos y jugar las ofensivas con más templanza para llevarse la victoria por 84-80.
De esta manera, el equipo de Alejandro Vázquez se recuperó de la caída con Instituto de Córdoba y se prepara para enfrentarse nuevamente con Ferro el miércoles próximo.