Se cumplen cinco años de la reconquista de Sudamérica
El 4 de septiembre de 2018 nuestras chicas volvieron a ser campeonas sudamericanas tras 70 años. El repaso de aquella conquista en Tunja.
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.net)
De la historia moderna de nuestras selecciones femeninas mayores cuesta encontrar otro hito semejante. No porque no haya habido torneos de excelente nivel, sino porque después de pasarle cerca tantas veces, al final, la taba cayó del lado argento.
Tras el excelente nivel mostrado en la AmeriCup 2017 desarrollada en Obras, Argentina encaró el 2018 con dos objetivos concretos y una preparación acorde: Sudamericano en Colombia y Mundial en España.
Para la primera de las dos citas, la que evoca la efeméride de hoy, más allá de las concentraciones en Buenos Aires, el plantel tuvo una gira durante julio por China, en donde se midió con las locales, Australia y Serbia, en un total de seis partidos.
Luego llegó el momento de la aclimatación a la altura, ya que la localidad colombiana de Tunja, en donde se disputó el Sudamericano, se ubica a 2800 metros sobre el nivel del mar. Para esto la CABB consiguió que la delegación tenga como base previa la ciudad salteña de Cachi, situada a 2500 metros.
Allí el equipo pasó la previa, haciendo frente a los síntomas típicos del cambio de altitud. Por fortuna, luego de un par de días todos se recuperaron y se embarcaron en el vuelo que los depositaría directamente en la gloria.
La nómina nacional fue integrada por Celia Fiorotto, Agustina Leiva, Ornella Santana, Andrea Boquete, Mara Marchizotti, Agostina Burani, Natacha Pérez, Macarena Durso, Victoria Llorente, Débora González, Melisa Gretter y Macarena Rosset.
El cuerpo técnico en tanto estuvo comandando por Cristian Santander, teniendo como asistentes a Sebastián Silva y Juan Ferreira. Federico Bernal fue el preparador físico, mientras que Fabián Spinelli el médico, Andrés Spinelli el kinesiólogo y Christian Pizzarelli su utilero. Luciano Spena fue el nutricionista del plantel, en tanto que Carlos Saggio su psicólogo.
El camino nacional inició, siendo parte del grupo “A”, el 30 de agosto, cuando con parciales de 25-10, 16-12, 20-10 y el definitorio 13-9 se impuso a Ecuador por 74-41, teniendo puntos de toda la nómina y encontrando en Andrea Boquete a su máxima artillera con 12.
Al día siguiente nuestras chicas no encontraron equivalencias con Perú, al que doblegaron por 78-33 bajo una seguidilla de 18-15, 19-11, 22-1 y 19-6, siendo nuevamente la mendocina Andrea Boquete la goleadora con 14.
Cerrando la fase de grupos, el 1 de septiembre, la celeste y blanca le ganó por 67-61 a Colombia, con una progresión de 16-18, 7-12, 17-16 y un clave 27-15 con el cual cerró la primera parte del torneo con tres alegrías en igual cantidad de presentaciones. Agostina Burani marcó el camino con 17 tantos, mientras que Macarena Rosset la secundó con 15.
Tras la jornada de descanso, el 3 de septiembre Argentina doblegó por 80-67 a Paraguay en semifinales, con cuartos de 14-20, 17-16, 31-11 y 18-20, siendo Débora González el faro de referencia ofensiva contabilizando 23 puntos. Rosset en tanto entregó 18.
Por último, el 4 de septiembre, casi pisando la medianoche, un libre de Melisa Gretter a tres segundos del final le terminó dando el campeonato a nuestras chicas. El marcador que quedó para la historia fue de 65-64, con parciales de 8-17, 12-15, 22-16 y 23-16.
Cinco de las diez argentas que ingresaron en la rotación aquel día aportaron doble dígito de tantos, con Macarena Rosset y Andrea Boquete marcando el rumbo con 13 cada una. Más atrás, Victoria Llorente y Melisa Gretter cosecharon 11; en tanto que Débora González acumuló 10.
Sin el alto vuelo basquetbolístico del 2015 o el 2017, pero con la misma entrega y la cuota de suerte que en esos otros dos certámenes faltó, nuestra Selección pudo romper la maldición de 70 años, y con el 5 de septiembre ya siendo una realidad, dar la vuelta olímpica en el parquet del Coliseo Cubierto San Antonio.
Tras esa gesta el equipo partió rumbo a Europa, para hacer frente a más amistosos como previa del Mundial de España, pero eso ya es parte de otra historia que en su momento será contada.
Por lo pronto, y enfocado en esta efeméride tan solo queda decir una vez más: ¡Gracias por esa inmensa alegría que nos dieron!