El básquet FIBA y su adaptación (siempre difícil)

Muchos favoritos que quedaron en el camino. No fue casualidad, la calidad y la forma del básquet FIBA no es para cualquiera, y lleva un tiempo entender ciertas maneras más allá que todo siempre termina en meter la pelota dentro del aro. Ni Estados Unidos, Ni Canadá, ni Australia lograron imponer su juego y soñar con una final, algo que parecía muy cercano en la previa.

El mundial contó con 55 jugadores NBA, 10 de ellos fueron All Stars en temporadas anteriores. Estados Unidos llevó a todo su elenco de la Liga, Canadá (7) y Australia (9) como los máximos elencos en dicho apartado. Quizás el poco renombre de los norteamericanos no lo hacía el máximo favorito, pero sí en los otros dos seleccionados comentados.

El torneo no es para cualquiera. Muchos seleccionados con roce de Euroliga, entendimiento del juego defensivo y táctico, ambos ejes para desarrollar dentro de un seleccionado y sacar ventaja además del talento que nunca puede faltar. Varios europeos con dichas virtudes y apareciendo por encima de lo esperado. El propio Alemania y Letonia como los que mejor rendimiento tuvieron y ni hablar Serbia (a sabiendas de la baja de Jokic y Micic).

Las grandes diferencias pasan por los espacios, el tiempo y las maneras a la hora de jugar. Los NBA nunca lograron conectar en dicha velocidad, superar la táctica del rival ni amoldarse más allá de todo el talento, apuesta atlética y calidad para desequilibrar. Si bien EEUU y Canadá ganaron partidos en dicho aspecto, se tomaron con seleccionados amoldados, no solo al nivel FIBA sino también NBA como los casos de Alemania, Serbia, Letonia y Lituania.

La ventaja de los europeos en este mundial, y una vez más, fue poder mixear entre la táctica y formas del básquet FIBA con la calidad NBA que tienen. Cada selección ya cuenta con jugadores en la liga norteamericana, además que se ha emparejado el tema físico para responder ante todas las muestras de un EEUU en cancha. No quita que Estados Unidos domine a futuro, pero hoy su adaptación sigue siendo a la mitad y sin éxitos llevando un elenco de clase B/C sin experiencia.

Lo propio para Canadá, que fue sorteando obstáculos con muchos problemas hasta encontrarse con una barrera táctica y defensiva como la de Serbia. Australia padeció un torneo que supo tenerlo como protagonista en 2019, y más allá de un proyectazo como Giddey y buenas intenciones del resto sumado a Mills, quedaron lejos de lo esperado.

El básquet terminó siendo lógico en ese aspecto. Si bien el talento y la calidad individual siempre deben estar presentes para sacar ventajas y ganar partidos, el básquet FIBA tiene una amplitud en juego que solo pocos pueden dominar. Lo logró Alemania, lo hizo muy bien Serbia, sumado al torneazo de Letonia y Lituania. Más allá del bronce de Canadá, quedó corto en sus intenciones. A la espera de otro evento de semejante magnitud, selecciones con multitud de NBA, deberán repensar y ajustar sus formas sino quieren seguir viendo campeones provenientes de Europa.

José Fiebig

@Josefiebig