Ameghino logró un triunfazo como local y se ilusiona con la remontada en el Sur. Se impuso ante el puntero Pico por un contundente 73 - 56. Lanús concretó su cuarta victoria seguida y pide pista en lo alto de las posiciones.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
El León superó a Pico FC por 73-56, cortando una racha negativa en La Liga Argentina, que le permite sumar confianza en este inicio de año. Abraham Barahona fue el goleador del partido con 17 puntos y 11 rebotes. Mientras que, en la visita, Peyronnet y Bonfigli dejaron la noche con 12pts.
El encuentro inició con un arranque demoledor del local, con un parcial 9-0, mostrando diferentes herramientas al atacar y cerrando bien los espacios en su defensa. De esta manera, obligó a la visita a solicitar tiempo muerto a los 3 minutos de juego. En ese primer cuarto, Ameghino mantuvo la intensidad y logró sacar una diferencia final de 14 puntos (25-11).
En el segundo cuarto, Pico FC mejoró en su defensa privando al León de escaparse demasiado en el marcador. Más aguerrido y confiado en los tiros de larga distancia, los dirigidos por Lisandro De Tomasi llevaron tranquilidad al equipo. Por su parte, Ameghino había sacado una buena ventaja en el comienzo que lo llevó a regular las energías. Por lo tanto, el parcial fue 19 a 14 para los villamarienses para ir al descanso con ventaja de 44-25.
Salió encendido Pico a jugar el tercer cuarto. Con un parcial de 11-0 (con tres triples) obligó a Pablo Castro a pedir tiempo muerto. Volviendo al juego, el León con dos triples y un doble se quedó con un 8-0, trasladando a la banca de la visita a pedir minuto. Intenso juego en los primeros 4 minutos del cuarto que terminó mejor Ameghino y se llevó el parcial 18-17, estirando la ventaja a 20 puntos (62-42).
Los últimos 10 minutos, las energías estaban más serenas. Ameghino estuvo tranquilo, logrando mantener la diferencia y nunca corrió peligro. Pico buscó, pero no encontró la efectividad del cuarto anterior, para acorralar al León. El cuarto finalizó (11-14). El juego lo ganó Ameghino 73 a 56 en el Contigiani-Ameghino. El fin de semana, se vuelven a enfrentar, pero en La Pampa.
Informe y fotos: Prensa Ameghino
Lanús logró una justa victoria 80-64 ante Pergamino, en condición de local, para hilvanar el cuarto triunfo consecutivo.
Envuelto en una sinergía positiva, en ese envión poderoso de las victorias, Lanús encontró respuestas a una noche torcida, en la que sufría una performance irregular y la intensidad del oponente. El Granate ejecutó un último cuarto tremendo (31-7) para imponerse 80-64 frente a Pergamino Básquet, como local.
El elenco de Sebastián Saborido encadenó el cuarto triunfo consecutivo, que le permite engrosar su marca al interesante registro 10-5 (66%), con el que saltó al tercer puesto de la Conferencia Sur. Por su parte, el equipo bonaerense quedó con un récord 5-10 para ubicarse en el décimo quinto peldaño del escalafón.
En el dueño de casa se lucieron diferentes actores, como el joven Lucas Di Muccio con 15 puntos (3/5 en triples), Joaquín Ríos con 16 unidades, pero principalmente el base Andrés Lugli, quien concretó una actuación soberbia con un triple doble (14 puntos, 13 rebotes y 10 asistencias). En el rincón perdedor sobresalió Benjamín Lovato con 17 unidades (5/9 en triples) y 5 rebotes.
El pleito se configuró con una alternancia constante del dominio del tablero y del ritmo de juego. De esa manera, durante el primer tiempo se repartieron momentos, con pasajes positivos en cada bando, pero con una diferencia en la efectividad de triples (8/20 en Pergamino contra 3/17 en el Grana). En ese contexto, el visitante se retiró a vestuarios con una leve ventaja 40-35.
Tras las charlas en vestuarios, el visitante experimentó su periodo más productivo de la velada, con el desparpajo de Heck y la mano calibrada de Levato, por eso se escapó 53-45, a falta de 5 minutos. Y luego mantuvo el predominio del electrónico 57-53, con 2:30 minutos en el reloj. Desde ese punto se activó el quiebre, porque Lanús reaccionó y clausuró el tercer periodo abajo 57-55.
El Grana prolongó su rehabilitación, esa recuperación de terreno con la aparición de las bombas, un apartado que le había sido esquivo, y en el comienzo del último cuarto asestó cuatro triples en fila y luego clavó un parcial furioso 14-0, para revertir el tanteador 71-57, a falta de 5:30 minutos. Ese envión del dueño de casa se transformó en un factor conclusivo, porque creció en energía, en contagio y en el rendimiento colectivo. Pergamino ya no pudo regresar y la chicharra sonó con la victoria trabajada y celebrada de Lanús.