La última carta de Peña

Peñarol de Mar del Plata parece haber encontrado su norte tras un inicio de temporada casi trágico que lo posicionó en el fondo de la tabla con un récord 1-10 y un raid de nueve caídas en fila.

En el peor momento de un equipo que luchaba primero contra sus propios fantasmas, el departamento deportivo, con el histórico Sebastián Tato Rodríguez a la cabeza, dio en el clavo con la contratación de Hernán Laginestra como entrenador, y con

él, un interesante movimiento del plantel con los cortes de Justin Everett y Julián Ruiz para darle espacio en la plantilla al interno Diamond Simpson y el escolta anotador Kelsey Barlow.

Como consecuencia de los cambios de nombres y un nuevo director de orquesta, el elenco marplatense cosechó cinco victorias en seis juegos, perdiendo sólo contra Platense (en la última pelota). Pero a días del cierre del mercado, Peñarol y Hernán se la jugaron por una última apuesta.

Los marplatenses tomaron la difícil decisión de prescindir de uno de sus goleadores del inicio de temporada, el escolta Robert Whitfield, para darle lugar al ingreso del ex Quilmes, el base Víctor Fernández.

Si bien el equipo mostraba desequilibrio, sólo con Joaquín Valinotti como base consolidado, el nuevo movimiento implicó la salida de Whitfield, quien se despidió con números más que interesantes:

17 PJ (29 min. por juego)
14.1 puntos (54.4% TC - 38.1% 3PT)
3.5 rebotes
2.2 asistencias
1.2 robos - 1.7 pérdidas.

Pero, en principio, el corte del escolta responde a la búsqueda de un armador de juego (tarea que no terminó de sentir el norteamericano) y la salida de Víctor Fernández de Riachuelo le abrió esa posibilidad, a pesar que el presente del nicoleño no es el mejor. Sus números:

17 PJ (19.4 min. por juego)
7.3 puntos (50% TC - 28.6% 3PT)
1.8 rebotes
1.2 asistencias
0.5 robos - 0.8 pérdidas.

Pese a tener una temporada donde no terminó de erigirse como la rueda de auxilio de Nicolás De Los Santos, Fernández tiene como aval la tarea sumamente destacada de su anterior temporada con Platense, donde se llevó el premio a mejor sexto hombre, con estos números:

40 PJ (28.1 min. por juego)
11.2 puntos (53% TC - 34.4% 3PT)
2.7 rebotes
2.6 asistencias
0.8 robos - 0.9 pérdidas.

Al margen de lo estrictamente numérico, Peñarol apuesta a una sólida pareja de bases con Joaquín Valinotti (Mejor secto hombre 21-22) y Victor Fernández (premio revelación 18-19 y mejor sexto hombre 22-23), además de darle descanso al oriundo de Las Rosas, quien desde la llegada de Laginestra promedia más de 35 minutos por juego.

El otro lado de la moneda presenta la difícil decisión de desprenderse del tercer goleador del equipo y, con Facundo Tolosa en recuperación, contar sólo con multifacético Barlow como escolta natural.

Solo el tiempo dirá si la decisión de Peñarol fue la correcta, con las cartas echadas sobre el paño y ya sin margen de error. Por lo pronto, los resultados y el cambio categórico le dan crédito a un Laginestra al que no le tiembla el pulso.

Raúl Della Rosa

Pick&Roll