Lanús venció a Villa Mitre con una excelsa producción en la segunda mitad. Se impuso 83 - 61 con la dupla Ríos - Lugli en un gran nivel sumado a Scacchi y Alorda como baluartes. Quedó segundo en el Sur.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Le costó engranar en un terreno fangoso, que se construyó en sintonía con la humedad y el calor sofocante. Empero, luego del descanso juntó oxígeno, y otro brío, así como encontró su vitamina, su aspecto clave que suele optimizar su rendimiento: los triples. Lanús gozó de una alta puntería de tercera dimensión en el complemento (8/17) y pudo subyugar a Villa Mitre.
El Granate se impuso 83-61 frente al Tricolor, en condición de local, para recuperarse de su reciente traspié en Junín ante Ciclista y así hilvanó su octava alegría en los últimos nueve cotejos para engordar su marca a 14-6, con la que escaló al segundo puesto de la Conferencia Sur junto a Deportivo Viedma (14-6) y apenas detrás de Pico FC (12-5).
Los Guerreros concatenaron la tercera derrota en fila, todas en su gira por el Gran Buenos Aires, por lo que quedaron con un registro de 11-10 para marchar por la séptima colocación de la tabla. Y ahora volverá a su estadio para recibir a Provincial de Rosario.
En el plano individual, Lanús disfrutó de otra performance tremenda de Andrés Lugli, al borde de triple doble, con 19 puntos, 12 rebotes, 9 rebotes, 2 recuperos y 28 de valoración. En tanto que Mariano Gago firmó una buena planilla con 10 unidades, 8 rebotes, 4 recuperos y 3 asistencias. En el rincón perdedor sobresalió, como de costumbre, Franco Penacchioti con 15 tantos y 13 recobres.
Las presunciones de un duelo intenso, de dos contendientes de peso, se cumplieron en el comienzo del pleito, aunque bajo un halo de imprecisiones. El local optó por igualar el ritmo del oponente, en ese rasgo de correr como primerísima opción. Pennacchiotti se tornó indomable en la pintura con 9 puntos. En ese contexto, la chicharra sonó con una parda 19-19.
En el segundo capítulo se maximizaron las acciones erráticas, aunque el Granate logró tomar una distancia 32-21, a falta de 3:50 minutos. Sin embargo, el anfitrión se secó, cayó en un pozo de sequía y Villa Mitre recuperó terreno con un parcial 7-0 para clausurar abajo 32-30.
Tras las charlas en vestuarios se activó una reacción furiosa de Lanús. El equipo de Saborido saltó al parquet con otra energía y otro enfoque, que se sustentó en un endurecimiento de la defensa y principalmente en la apertura del aro desde los triples (5/9). Ríos calentó la mano, Lugli condujo con claridad y se escapó 51-37, a los 5 minutos. El visitante apenas convirtió 11 puntos (5/15 de campo). Por eso el segmento se terminó con una renta considerable del Grana 57-41.
Aquel rendimiento superior de Lanús se mantuvo en el último cuarto, bajo el combustible de la velocidad de Gago (6) y la intensidad de Lugli (8). Por su parte, el Tricolor no halló respuestas a una noche de ineficacia y dificultades para producir en ataque. Por eso el predominio del tablero nunca corrió riesgo para el dueño de casa.