Extiende el verano

MÁS FELIZ QUE NUNCA

El marplatense superó a Pico F. C. 88 a 64 con autoridad y se dio una inyección de fe de cara al cierre de la fase regular. Verbauwede con 18 y Ecker con 17 fueron los goleadores aunque la figura fue Acuña. En el elenco pampeano Sanz fue el goleador de un equipo que nunca se sintió cómodo en cancha.

El partido tuvo un clima de decisivo desde el inicio y Quilmes comenzó enchufado. Con cinco puntos de Giménez se adelantó en el tablero 12 a 5 en los primeros cinco minutos obligando a De Tomasi a pedir tiempo muerto.

Al regreso el local siguió en la misma sintonía y llegó a sacar diez de distancia (20 a 10) merced al buen trabajo de Ecker. Pero un oportuno triple de Eberhardt y dos simples de Bonfigli maquillaron el bajo porcentaje en la pintura de los pampeanos y el cuarto se cerró por un margen menor de lo evidenciado en cancha: 20 a 15 para Quilmes.

Para el segundo cuarto, el dueño de casa continuó con su libreto ofensivo y en esa agresividad encontró valiosos puntos del exprimentado Cequeira con dos triples, respaldado por el buen trabajo defensivo de Acuña.

Esta situación hizo que la banca de Pico solicite minuto ante la diferencia de 32 a 19. El conjunto pampeano regresó revitalizado y de la mano de Bonfigli con seis puntos, clavó un parcial de 15 a 7 para ubicarse a cinco puntos. El doble de Acuña de buen partido hasta el momento, le puso el cierre a la primera etapa.

La complementaria también reflejó la presencia de Acuña, que se anotó con seis unidades para que su equipo facture un parcial de 10 a 2 en el primer tramo del cuarto, alcanzando la cifra de 51 a 36 en el digital. Vale decir, que el dinámico y eficaz juego de pases local sumado a una férrea defensa, fueron los argumentos que le dieron la ventaja de 15 al cervecero. Quilmes continuó con su buen trabajo en equipo, fundamentalmente de sus internos ya que Ecker y Verbauwede tambien hicieron su aporte y finalizó el tercero 61 a 43.

El último cuarto sirvió para que Quilmes afirme más la diferencia que llegó a ser de 30 (80 – 50) y para que ambos equipos le den minutos a los juveniles. El local tuvo a todos sus titulares arriba de los dos digitos pero el mayor goleador vino desde el banco y fue Verbauwede con 18. La fiesta en Luro y Guido, en un duelo con mucha historia fue para el local.

Informe y fotos: Prensa Quilmes de Mar del Plata

SIGUE DE RACHA

En un partido que dominó de principio a fin, el equipo del norte bonaerense se quedó con el triunfo ante Rocamora por 105 a 98. Luciano González, con 23 puntos y 7 rebotes, sobresalió en el equipo de Daniel Maffei.

Un comienzo furioso tuvo Pergamino Básquet, que con siete puntos consecutivos de Luciano González, tomó la iniciativa del partido. Al local se le facilitaban los caminos al gol ya que Rocamora no mostraba poderío defensivo. Zesati también apareció con tres triples para sacar la máxima del primer periodo (26-13).

El local jugaba ofensivas largas aprovechando la ventaja obtenida en el primer cuarto. A Rocamora cada vez le costaba más anotar y los dirigidos por Maffei aprovechaban ese momento del juego para sacar cada vez más diferencia. Los entrerrianos mostraron una leve mejoría, producto también de la rotación implementada por el dueño de casa.

Rocamora salió con más determinación al tercer período intentando acortar diferencias en el marcador. El local respondió rápido con conversiones de González, Gobetti y Bello desde el perímetro y volvió a sacar veinte de distancia (74-54). El equipo pergaminense jugaba con comodidad y a eso se le sumaba la efectividad.

Los últimos diez minutos fueron dominio absoluto del local, como en gran parte del juego, y Pergamino Básquet se alzó con su novena victoria en sus últimas diez presentaciones. Ahora cerrara la fase regular visitando a Pico Football Club y Ameghino de Villa Maria.

Informe: Prensa Pergamino Básquet

Fotos: Básquet 24 (Fernando Mirada)