Kristaps Porzingis volvió a ver acción después de 37 días y terminó siendo una de las figuras principales de la primera victoria de los Celtics ante los Dallas Mavericks. Salió como suplente por segunda vez en toda su carrera y terminó con 20 puntos, al tiempo que también fue influyente en el costado defensivo.
Autor:Sebastián Ciano (sciano@pickandroll.net)
Quizás alguna vez se preguntaron cómo será la perspectiva de una persona alta, pero no un poco más alta que alguien promedio: Realmente alta. Ver la vida desde alguien que mide 2,20 metros debe ser verdaderamente diferente, aunque ello no lo haga ni mejor ni peor.
Para Kristaps Porzingis, desde luego, es algo sumamente natural, como levantarse y lavarse los dientes, o caminar. Desde muy chico supo que su cuerpo no correspondía a las proporciones de altura promedio de cualquier persona de a pie, y - más adelante - que su desarrollo físico le permitiría destacarse en el básquetbol profesional.
No obstante, esta noche seguramente tuvo una perspectiva a la que no está habituado, una visión que seguramente le resultó rara, incómoda. Ver el inicio de un partido sentado, desde el banco de suplentes, no es algo que haya vivido demasiado en su carrera NBA, prácticamente nunca. Ser un plateista de lujo no es algo que ocurra a menudo en la carrera del letón.
Debieron transcurrir 2.695 días para que Porzingis no se vea en el quinteto titular al momento del salto inicial ¿La última vez? El 17 de enero de 2017 ¿La consecuencia? La mejor; el “Unicornio” fue figura determinante del primer partido de las finales 2024, en la que los Boston Celtics se adelantaron 1-0 tras una victoria sobre los Mavericks por 107 a 89.
Porzingis no dio ningún indicio de haber estado inactivo desde el 29 de abril. Su último partido en esta postemporada fue el cuarto punto de la serie en primera ronda ante el Miami Heat; desde allí pasaron 10 encuentros en el que los Celtics jugaron sin su pivot titular. “Los jugadores saben qué es lo mejor para el equipo”, dijo Mazulla en la conferencia post partido. Y “KP” no solo lo entendió, sino que salió a jugar con todo el espíritu ganador que existe.
Gran primer cuarto de Porzingis
El ex New York, Dallas y Washington lideró a los campeones del Este con 20 puntos, 6 rebotes y 3 tapas en 21 minutos de juego, y si bien no fue el máximo anotador de un equipo que tuvo a 6 jugadores en doble dígito (Jaylen Brown sumó 22 tantos), fue clave durante el primer tiempo, en el que marcó 18 con solo dos disparos fallados en nueve intentos. Su imposición en ambos costados de la cancha durante el mejor momento celta de la noche lo erigen como el “factor X” de la noche.
“Desde el primer día dije que que haría lo que sea para ayudar al equipo a ganar ”, dijo Porzingis vestido con remera negra y de muy buen humor sentado ante los periodistas en la sala de conferencia, y añadió “esta situación lo amerita, así que no me interersó. Sabía que podía prepararme para salir desde el banco, que es algo distinto para mi, y eso fue lo que hice”. Antes de este encuentro, había disputado 472 de sus 473 partidos en la NBA como titular. Durante esta temporada lo hizo en 57 oportunidades.
Hoy se vio que su recuperación fue plena y el descanso le hizo bien; esa distensión en el sóleo de la pierna derecha no le quitó nada de ritmo. Para el segundo punto, que se disputará el domingo (nuevamente en Boston), Dallas seguramente habrá tomado nota y llevará a cabo los ajustes pertinentes para que el letón no pueda ser tan influyente.
No obstante, el primer partido ya es historia, los Celtics lo tienen guardado en el bolso y el Unicornio volvió a brillar.