Boca y Quimsa siguen batallando luego de volver a ganarse como local y visitante. Una verdadera montaña rusa de cambios en dominios de juego a juego. El santiagueño sin poder explotar todas sus virtudes y el xeneize por el zarpazo.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
Boca y Quimsa siguen batallando luego de volver a ganarse como local y visitante. Una verdadera montaña rusa de cambios en dominios de juego a juego. El santiagueño sin poder explotar todas sus virtudes y el xeneize por el zarpazo. Un fantástico 2-2 que tiene a ambos elencos con grandes expectativas más allá que el último juego se disputa en Santiago del Estero. Veamos.
Luego de lo sucedido en el Norte, donde Boca ganó uno de los dos partidos, el retruco de Quimsa llegó inmediatamente. El xeneize no logró imponerse en el Juego 3 y cedió ante un colectivo lleno de gol y soluciones de parte del santiagueño para recuperar la ventaja. La vuelta anotadora de Robinson fue letal, Quimsa sostuvo una regularidad clave entre el cierre del primer tiempo y un tercer cuarto completo. Si bien Boca mejoró e intentó, su dependencia de Vildoza y Vega fue demasiado explícita.
De hecho, en ambos partidos que logró ganar, fue cuando promedió 45 pts (46 en el primero y 44 en el tercero) donde impuso su ofensiva por sobre todas las cosas. En ambos casos el andar grupal fue crucial con Brussino y Ramírez Barrios como ejes sumado a Gallizzi y doblegando a su rival en ambos costados. Lo pudo repetir solo en el Juego 3.
Boca mejoró en defensa, en intensidad y peleó de gran manera en el siguiente encuentro. Posiblemente el xeneize haya disputado su mejor partido para empatar la serie. El parcial criminal de 16-0 para cerrar el segundo cuarto marca la pauta del altísimo rendimiento de Boca. Supo llevar el juego a su favor, no volvió a cometer los errores del Juego 1 y brindó una producción total para ganar en casa.
El xeneize encontró en Vega y Mata una dupla clave en ambos costados. Dos jugadores con gol, fuertes físicamente para bancar en defensa, imponerse y con oficio. La no dependencia de Vildoza (solo 8 pts en el juego 4) dejó buenas sensaciones más allá de la necesidad de tener al cordobés en una buena noche anotadora. Apareció Schattmann, quien se soltó en los encuentros donde Boca pudo celebrar, siendo un arma clave a distancia y como pasador.
Hay dos puntos salientes en la serie: La segunda unidad y el rebote. Ambos tuvieron muchos vaivenes en ambas situaciones, pero cuando lograron imponerse, fue donde lograron sacar una cierta diferencia. El xeneize necesita más de Mainoldi, DeFelippo y sobre todo Barber en la contención. Quimsa tiene a Sansimoni, Vasirani y Acevedo como variantes claves además de Rolfi. La presencia rebotera es esencial, lastimar cerca del canasto, algo que Langston hizo muy bien, aunque Gallizzi impone respeto. Un golpe a golpe constante.