Boca celebró de gran manera ante Quimsa para agregar otro trofeo a su vitrina. Supo dominar en casi todo el partido y cerrarlo con un gran nivel en ambos costados. El santiagueño remó de atrás, por momentos hizo su juego pero quedó lejos de llevarse la victoria.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
No dejó dudas la victoria de Boca. Más allá de ciertos momentos donde Quimsa inquietó, incomodó y hasta logró la ventaja, el xeneize fue el equipo que supo mandar en la cancha. Desde su intensidad defensiva, variantes, versatilidad y diferentes conexiones además de su desequilibrio personal para someter a Quimsa y llevarse el trofeo. Lo repasamos.
Boca logró aclarar su juego y su defensa en el arranque. Comenzó con la dupla Scala - Vildoza, ambos con demasiado tiempo la bola en las manos pero buena intensidad en defensa. Quimsa por momentos logró deshacerse de Scala, llenarlo de faltas pero estuvo muy falto de ideas. La defensa congestión sobre Romano funcionó y apenas Brussino logró desembarazarse para anotar en un par de oportunidades.
El xeneize cuando soltó más la bola encontró respuestas. Un triple en soledad de Cuello, el rebote ofensivo que fue clave y las variantes que fueron apareciendo. Desde el 2+1 de Ibargüen hasta las soluciones que ofreció Giorgetti en defensa con su defensa alta y sacando diferencias en el miss match de frente o de espaldas.
Quimsa tuvo dos buenos momentos en el partido. Uno de ellos fue en los primeros minutos del segundo cuarto, donde impuso un parcial de 10-0 a mayor ritmo y resolución con Pérez Tapia más Louis y Rolfi junto a Zezular para rematar y ganar físicamente. Ahí se vio un elenco mejor para discutir a Boca el partido, pero duró muy poco. Giorgetti - Vega - Cuello o bien con Delia o Ibargüen en cancha solucionaron todo más la vuelta de un movedizo Vildoza.
Boca tuvo a Vildoza en un gran nivel. El base no fue bien contenido, salió airoso para ir cómodo al aro, la presión posterior no estuvo presente y sacó ventajas. Scala en la base en soledad no dio resultados como tampoco Cooper (el único escolta nato de Boca) quien no respondió en defensa. La doble base o bien con Cuello - Vega - Giorgetti en cancha, fue lo más solvente del xeneize para negar atrás y correr bien la cancha todo el juego.
El otro momento positivo de Quimsa tuvo una mayor duración. Casi todo el tercer cuarto el santiagueño se impuso en defensa, tuvo otra intensidad, conexión de juego y hasta pudo correr. Romano fue mucho más productivo, Boca bajó su intensidad y Sansimoni más Basabe generaron mayores problemas. Muy poco de sus foráneos y fallando en su rebote donde Boca hizo pie y de nuevo, cuando apretó el acelerador hizo daño con fuerza.
Cada cierre de periodo fue de Boca. Quimsa pareció quedar desgastado, con una rotación mucho más corta (faltaba Tabárez y Ali con su primer partido) y menor energía para contener a un rival mayoritariamente firme y bien conectado. Boca supo correr la cancha, uso muy bien a Ibargüen para rematar, empezó a dominar más el rebote y cada defensa alta con step sobre Brussino y Pérez Tapia se sintió de lleno.
No por nada el final fue todo del xeneize. Desde el rebote, la intensidad, la energía en el recambio, la propuesta superadora con su 3/4 sacando ventaja y un tiro que supo entrar pero sin abusar del mismo. Quimsa con menos respuestas, menos ideas, casi sin correr y un ritmo en el cual Boca ganó seguido para llegar con aire y mayor fuerza al final para quedarse con el juego.