Santa defensa

A veces no solo se trata de defender, también hay que saber qué hacer con la pelota en la mano, cual es el camino correcto para tomar, superar al rival en energía. Todo eso juntó San Lorenzo para poder superar a Quilmes en Once Unidos. Terminó defendiendo más, corriendo más, siendo más inteligente para sacar provecho de su material. El local fundió motores después del primer tiempo y corrió de atrás.

El primer cuarto fue de altísimo vuelo ofensivo, sobre todo para Quilmes que no tuvo ningún inconveniente en tomar ejecuciones de riesgo, sea jugando en equipo o atacando en uno contra uno muy vertical el aro. El local encontró un extraordinario 5/6 en triples dándole continuidad a los últimos tres partidos que promedió 100 puntos.

San Lorenzo buscaba a Walter Herrmann como solución a todo y el ala pivote rendía siempre dominando a Durley en el mano a mano. Enzo Ruiz dos triples (8 pts) atacaba mucho la posición de Mata ganando la primera rotación para Lamas, que necesitó del ingreso de Musso para contener al intratable Baxley.

Quilmes se llevó el primer cuarto por 32-25. La mala noticia para el equipo de Ramella fue que con semejante caudal de puntos a favor la distancia era solo de 7. Su defensa no pudo contener al rival y aprovechar el verano de gol que traía para abrir una distancia de más de diez.

En el inicio del segundo cuarto Quilmes sacó la máxima de 11: 36-25 mejorando en defensa con el ingreso de Fernando Calvi por Durley. Pero también mejoró San Lorenzo con Johnson sobre Romero, y Lamas que uso un rato la doble base con Faggiano y Aguirre.

Con el reingreso de Fells, San Lorenzo encontró la pieza que le faltaba y empezó a sumar gol, con Roquez Johnson (7) y Herrmann (5) que lo sufría en el otro aro a Calvi quien en 7 minutos y medio anotó 9 puntos. El local se llevó el primer tiempo 48-44 en un duelo de alto goleo, que por el trámite de roces y fricción le era todo favorable para el complemento.

¿Y cómo es que San Lorenzo lo dio vuelta? Lo primero que hizo fue pensar en el juego y no en el estímulo que caía de las tribunas donde el juego ardía. Tampoco se metió en la fricción con el rival. Se dedicó a jugar. Para un equipo que quiere salir campeón dar una respuesta de esa clase en un escenario difícil es tan valioso como ganar.

Con un comienzo fulgurante de 13-0 en el inicio del tercer cuarto San Lorenzo dio vuelta el desarrollo y el tanteador, todo al mismo tiempo. Se adueñó psicológicamente del partido y ya no permitió que Quilmes gobernara el juego con su caudal de gol. Lo obligó pensar, a jugar estacionado, y lo llevó a la equivocación.

La defensa del juego individual de Baxley, escalonado, el mano a mano infructuoso de Romero ante Johnson y Lydeka que tenían 4 faltas, la falta de puntería externa (0/4 en tiples) conspiraron para que el cervecero le pueda seguir el tranco a San Lorenzo, que ganó el tercer parcial 25-12 y entró al último cuarto 60-69 arriba la visita.

En el inicio del tramo final un triple de Mata en contraataque y un libre de Faggiano abrieron la distancia a 13 puntos. Luego del minuto Quilmes intentó meterse rápido en el juego pero no sola defensa de San Lorenzo estaba firme en la contención del mano a mano sino que los rebotes defensivos eran todos de su propiedad obligando al cervecero a jugar a un solo tiro por avance.

Con dos minutos de pelea y un triple de Calvi Quilmes amenazó con cerrar el final (65-73) pero el partido le tenía reservado un asiento especial a Nicolás Aguirre, que venía manejando los hilos del equipo pero sin jugar para si mismo. El “Penka” tomó dos triples rápidos por arriba de la marca, muy de su sello, que sentenciaron el juego ayudado por un doble de Herrmann en contraataque a falta de largos 5 minutos (65-81). La distancia de 16, que fue la máxima, fue demasiado para un Quilmes que ya no disfrutaba del gol.

Las salidas para el tiro de Ruiz estaban contenidas, Durley (que puede tener gol) miraba el partido desde el banco culpa de su escasa defensa, Baxley ya se fue quedando sin pierna (hasta salir otra vez acalambrado) más Cequeira (2/10) y Romero (1/5) erráticos le dieron al equipo de Ramella un combo definitivo. No era el partido ni el rival para juntar todos esos problemas: 50% mérito de la defensa rival.

Con Faggiano en cancha San Lorenzo fue cerrando el juego junto a Aguirre, alternando con Mata y Herrmann quien a pesar de los 27 puntos no estuvo fino con el aro (10/20) como ala pivotes.

Del Walter Baxley que brilló en el primer cuarto (15 puntos) al del último cuarto no quedaban ni vestigios. De todos modos a favor del tremendo goleador de Quilmes hay que recordar que llegó sin pretemporada ni estado físico. Debutó sin poder saltar ni penetrar (en el clásico ante Peñarol) hasta poder volar por un rato como es su costumbre en estos últimos juegos. Pero Ramella lo necesita como el agua y su cansancio en cancha lo expone a situaciones de 7 pérdidas (que fueron puntos de ataque rápido del rival) aunque tire con un efectivo 8/14 de cancha.

De los 16 de abajo, Quilmes recuperó y llegó a ponerse a 7 (74-81) a falta de 3 minutos pero otra vez Aguirre combinado con Herrmann cerraron el juego y pasaron la angustia para su equipo.

Para San Lorenzo conservar el invicto le significó dejar un enorme desgaste, de un equipo que le jugó muy físico y que lo exigió a sacar su mejor versión defensiva. San Lorenzo hizo uso de un mejor estado físico que lo evidenció en el segundo tiempo, siendo más veloz para resolver y ejecutar todo. Para Quilmes la derrota le suma en el casillero de local, sabiendo que de los próximos 8 partidos que dispute 7 serán fuera de casa y tendrá que salir a la ruta a recuperar terreno en la tabla de posiciones.

Síntesis
Quilmes (79): Luis Cequeira 6, Walter Baxley 27, Enzo Ruíz 12, Jonathan Durley 7 y Tayavek Gallizzi 5 (FI); Diego Romero 6, Fernando Calvi 14, Bruno Sansimoni 0, Alejandro Spalla 2 y Santiago Coria 0. DT: Leandro Ramella

San Lorenzo (88): Nicolás Aguirre 14, Courtney Fells 11, Marcos Mata 15, Walter Herrmann 27 y Tautvydas Lydeka 6 (x) (FI); Bernardo Musso 3, Roquez Johnson 9 (x) y Lucas Faggiano 3. DT: Julio Lamas

Parciales: 32-25, 48-44, 60-69, 79-88.
Árbitros: Alejandro Ramallo y Mario Aluz
Estadio: Once Unidos (Mar del Plata)
Foto: prensa Quilmes

Pablo Tosal
@pablotosal