El campeón no te perdona

El equipo de Julio Lamas logró lo que sufrió Bahía y Ferro de local: imponerse en el cierre ante un Quilmes que siempre está agazapado al acecho para el dar el zarpazo. Y si bien tuvo varias oportunidades para discutir el cierre, cometió errores que San Lorenzo no perdonó para quedarse con el primer punto de la serie.

Quilmes comenzó atacando de la manera más lógica utilizando el tiro de tres puntos con Vildoza (2-6) mientras San Lorenzo empezó lentamente a sacar ventajas con el juego de Meyinsse en el poste bajo y escasas penetraciones de sus perimetrales (8-6). Quilmes lo llevaba muy bien hasta los 7 minutos del primer cuarto 10-12 cuando Gabriel Deck metió el primer triple de los locales (13-12).

El cervecero hizo un trabajo muy bueno de control de ritmo sin permitir que San Lorenzo pueda usar el contraataque y apostó a que el local tome sus tiros abiertos pero negó la penetración, situación que el equipo de Lamas de todas formas logró por la calidad de ejecución.

La Paridad se mantuvo hasta el final del primer cuarto (19-19) porque el Ciclón entró frío con el tiro (1/7 en triples) y la visita pudo controlar bien el rebote en su canasto.

Para el segundo cuarto el entrenador local dispuso salir con toda la armada suplente y el Penka Aguirre de base. Los cambios mejoraron la defensa del Ciclón que subió y ajustó la primera línea. Con los tiros de Safar y el propio Aguirre tomó ventaja de 24-19. Pero apareció Luca Vildoza con 4 puntos seguidos para achicar (24-23).

De todas maneras San Lorenzo tomó el control del juego aprovechando la sequía ofensiva de Quilmes que empezó a errar todos los tiros abiertos que lo mantenían con vida. En el local el sustento lo trajo el banco, con Selem Safar, Calfani y Sandes en ataque para tomar 7 de diferencia y obligarlo a Bianchelli a pedir minuto para buscar nuevas variantes ofensivas.

Cuando el Ciclón sacó 9 (36-27) Lamas pidió minuto, también para seguir corrigiendo el vuelo de un equipo, que si bien había tomado el control, no estaba cómodo. San Lorenzo disfrutó de una máxima de 13 puntos (40-27) pero un mejor cierre del cervecero le permitió descontar a 8 al final del primer tiempo (42-34).

Quilmes terminó lanzando 5/18 en triples en el primer tiempo un número que termina siendo revelador con sus chances de mantenerse en juego. La propuesta de poder aguantar con puntos el juego dependía en buena medida de ese guarismo.

San Lorenzo hizo gala de su equipo largo en el primer tiempo y le alcanzó el segundo un cuarto (parcial 23-15) para tomar el liderazgo y sacarse los nervios del favoritismo.

Para el segundo tiempo Bianchelli le cambió la marca a Gabriel Deck y lo mandó directo a Ivory Clark ajustando en las penetraciones del alero santiagueño pero quien tomó las riendas fue el “Penka” Aguirre sacando lo mejor de su repertorio en penetración y pases y tiro de tres puntos.

A Quilmes se le desilachó el juego en corridas, justamente el ritmo que no quería recibir y San Lorenzo aprovechó a cambiar pelota por pelota y sacar una máxima de 14 (52-38). Pero después del minuto de Bianchelli llegaron los triples de Vildoza y Clark para volver a los 8 de diferencia (52-44).

Una vez capeado el temporal Quilmes se puso mejor y pudo mantener de ahí en más el partido en esa diferencia y tuvo un par de tiros abiertos muy claros para poder meterse en 5 puntos pero no logró convertir y Aguirre llevó con una bandeja volada la diferencia de 8 a 10 puntos para cerrar el tercer cuarto (60-50).

Para el último cuarto el dispositivo de descanso y rotación que pensó Bianchelli duró muy poco ya que Diego Cavaco (que volvió después de tres meses con breve partidos en el medio) se resintió de su lesión y tuvo que volver Clark (62-50).

Si bien San Lorenzo no estuvo cómodo (ni fino) en ofensiva le alcanzó con la lucha sobre el rebote ofensivo y atacar el aro lo más cerca posible para marcar su diferencia (64-55). Pero si algo marcó en estos play offs a Quilmes es su inclaudicable espíritu de lucha. No bajó los brazos, apretó los dientes y fue para adelante hasta ponerse a 6 (66-60) y que llegue el minuto de Julio Lamas.

Después de esquivar dos balas de tres puntos, Sandes se hizo fuerte en el poste bajo para desahogar a su equipo (68-60) en un momento donde se notaba la presión.

Con dos libres de Eric Flor el cervecero se puso a cinco (70-65 a falta de 2:23) con el balón en la mano, pero tampoco estuvo fino para tomar el juego cuando en una contra con ventaja (la defensa de San Lorenzo tuvo un mal retroceso) Enzo Ruiz cambió de lado a lado el balón y Gabriel Deck aprovechó para cortar y volcar de contraataque (72-65 a falta de 1:53).

Después del minuto de Bianchelli, Basualdo perdió el balón por caminar y un doble de Sandes de rebote ofensivo sentenció el juego sacando indescontables 9 (74-65) y llevando la tranquilidad necesaria para que Aguirre administre el cierre.

Un banco más largo y con variantes, los 6 rebotes ofensivos de San Lorenzo en el segundo tiempo, la aparición ofensiva de Gabriel Deck (19 puntos con 8/13 de campo) y Aguirre del segundo tiempo y la contracción defensiva que le impuso al juego fueron las aristas salientes de este primer juego.

El dispositivo "Anti Flor" funcionó bien llevándolo a Eric a tomar mucho tiros forzados (5/20 de campo) doblando 2 x 1 en el pick and roll y conteniéndolo con el pivote y las ayudas en las penetraciones. Cerraron sus caminos y Flor además jugó sin poder demostrar su talento, algo que lógicamente, lo frustró.

Quilmes entregó un esfuerzo muy grande ante un equipo más largo, alto y atlético y estuvo muy cerca en el cierre de poder discutir el resultado (que a la vista termina siendo más parejo que el resultado final de 78-65) pero su 10/35 en triples (28%) terminó siendo insuficiente para poder discutir el resultado. Además para competir contra un equipo que no perdona errores, Quilmes tuvo un cierre con deficiencias que fueron castigadas. Si bien se impuso la lógica el partido admitió la incertidumbre del resultado y a la serie le viene bárbaro.

Pablo Tosal
@pablotosal