La voracidad del campeón

Para ganar tuvo que mejorar, y lo hizo. No se dio por satisfecho con la ventaja ni el dominio defensivo de la serie. San Lorenzo llevó a Mar del Plata su personalidad y deseo de mejorar. Lo logró, porque de lo contrario no hubiera podido ganar. Quilmes hizo un muy buen partido llevando el juego a una suma dificultad para los de Boedo. Pero hubo una tremenda respuesta del banco de suplentes (40 puntos en total) para acomodarse en juego y terminar gananado.

Quilmes comenzó muy derecho con el aro, con Ruiz y Flor gravitando en ataque, mientras San Lorenzo solo respondía con Meyinsse debajo del canasto y nula puntería desde el perímetro pero Lamas no lo dejó volar mucho y pidió minuto cuando solo había corrido 3:14 del primer cuarto.

Después del reto San Lorenzo mejoró mucho su bloque defensivo y aunque continuó errático desde el perímetro (2/9 en el segmento inicial) pudo cerrar su canasto, evitó penetraciones y llegó a cubrir también los tiros de larga distancia, y terminó con parcial 0-10 a favor para irse ganando 14-16 y dar vuelta por completo el partido.

Después de un doble inicial de Eric Flor en el segundo cuarto que empato el partido, la escuadra suplente de San Lorenzo otra vez marcó claras diferencias estableciendo un parcial 0-9 con tres triples. Calfani y Scala lucieron intratables ante una zona que tenía como finalidad proteger su canasto.

Pero el equipo de Lamas aprovechó muy bien los espacios en el perímetro para bombardear literalmente la zona cajón (a Safar) con 4 de 5 triples y despegarse en el tanteador 18-28. Quilmes no podía jugar cómodo desde hacía un buen rato hasta que desplegó sus alas Luca Vildoza, quien estaba errático. Con su influjo y especialmente con un gran pasaje de Robinson (8 puntos) el cervecero descontó a 6 y ahí mantuvo la diferencia.

Pero San Lorenzo otra vez abrió la distancia con Safar, Scala y Mata (26-37) y Quilmes tuvo la virtud de descontar (algo que luego haría toda la noche) y ponerse a 7 al cierre del primer tiempo (36-43).

Las variantes tácticas no rindieron sus frutos en Quilmes porque San Lorenzo siempre encontró respuestas, primero en su poste bajo, después en su defensa y más tarde en el tiro abierto, con más triple que dobles tirados en el primer tiempo (7/14 en dobles y 7/18 en triples) y 19 puntos de su banco de suplentes.

En el segundo tiempo Quilmes abrió con un parcial 6-0 que achicó rápidamente el marcador 42-43 volviendo a tomar el ritmo protagónico del comienzo del partido. Pero un par de intervenciones del Penka Aguirre con dos penetraciones volvieron a darle aire en ofensiva (42-48). No obstante en San Lorenzo no funcionaba el tiro perimetral y Quilmes con triple de Ruiz y acciones de Vildoza logró empatar en 50 a falta de 3:45.

El problema fue jugar “push” a la defensa de Aguirre, para que deje de penetrar y generar juego con sus rompimientos, porque el base de San Lorenzo aceptó el reto y cuando peor estaba su equipo sacó dos triples seguidos de la galera para castigar una opción defensiva inteligente que había planteado Quilmes.

Todo fue así: acción y reacción. Bianchelli probó con doble ala pivote, con cambiar las formaciones y las defensas pero San Lorenzo siempre tuvo un recurso para echarle mano y salir de la asfixia. Y si bien el “Penka” no estuvo para nada fino (3/11 en triples) castigó con enorme personalidad en un momento delicado.

San Lorenzo echó mano al recurso del triple mucho más de lo esperado y por momento abusó de él. Cuando Quilmes empató en 50 la visita llevaba 1/8 en T3 pero metió tres seguidos y se fue 50-59 arriba que acompañó con un doble de Calfani para 11 (50-61).

Quilmes fue duro de matar (en todos los play Offs) y sacó otra vez a relucir el enorme corazón de un equipo que debe ser aplaudido por sus hinchas. Si bien todos buscan el título nunca hay que dejar de pensar en el camino y en el viaje y el cervecero hizo que sus hinchas acompañen a un equipo que valía la pena acompañar.

Y quedó en evidencia una vez más. Porque de esos 11 al distancia se quedó en 8 al cierre del tercer cuarto (55-63) pero se achicó a 3 (60-63) al comienzo del último parcial. Y otra vez a remar San Lorenzo. El campeón no pudo en ningún momento relajarse en el juego y estuvo mayormente incómodo.

Lamas haciendo un uso impecable del bando de relevos apostó por un quinteto de nacionales con Scala de escolta y Sandes de pivote. Y todos rindieron de la manera que corresponde a jugadores de su calidad.

El viejo axioma de “tantas veces me mataron, tantas veces me morí, sin embargo estoy aquí, resucitando” le quedaba a la perfección a este equipo de Quilmes que volvió a meter el partido en tablas en 67 a falta de 7:00 dos libres de Maxi Maciel.

En ese momento apareció otro enorme protagonista de la noche: Santiago “Panda” Scala, quién metió dos triples seguidos con tiros muy abiertos que la defensa no pudo contestar (69-73). Luca Vildoza se hizo cargo de todo en su equipo asumiendo que no quería que sea su último partido. Para colmo Eric Flor consiguió buenos tiros pero esta vez no hubo noche de milagros y sus porcentajes fueron bajos (2/13 en triples).

Quilmes tuvo esta vez (sobre todo en el segundo tiempo) tiros propios de los que había conseguido en otras series, pero no la puntería para vencer al campeón.

Con un triple de Clark a falta de dos minutos Quilmes puso incertidumbre (77-79) y Lamas pidió minuto pero no tocó el equipo. Un gran pick and roll entre Aguirre y Sandes terminó con doble del mendocino. Cuando se lo necesitó Sandes dijo presente de manera rutilante con 8 puntos seguidos en el último cuarto, llevando la distancia entre él y el Penka a 7 (78-85). Vildoza lo dejó a 5 (80-85) a falta de 54 segundos y Basualdo recuperó la pelota de la salida pero Clark falló el doble y el propio Basualdo el rebote ofensivo. Y de la reposición del segundo rebote ofensivo Vildoza erró de tres puntos. Quilmes iba con los jirones de su alma entregándolo todo, pero la noche estaba pintado de Azulgrana.

La frialdad, personalidad e inteligencia de San Lorenzo para cerrar el juego fue igual al juego uno. En partido apretados saber cerrar es una virtud y el campeón lo tuvo. Por eso se llevó todo del Poli y ya se ilusiona con el bicampeonato.

Síntesis
Quilmes (80): Luca Vildoza 23, Eric Flor 18, Enzo Ruiz 16, Ivory Clark 3, Ivan Basualdo 10 (FI) Ariel Eslava 0, Maximiliano Maciel 2 y Tracy Robinson 8. DT Javier Bianchelli

San Lorenzo (89): Nicolás Aguirre 19, Alex Pérez 3, Marcos Mata 6, Gabriel Deck 13, Jerome Meyinsse 8 (FI) Santiago Scala 15, Selem Safar 7, Mathias Calfani 10 y Matías Sandes 8.

Parciales: 14-16, 36-43, 55-63
Árbitros: Juan Fernández, Diego Rougier y Oscar Brítez
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas

Pablo Tosal
@pablotosal