San Lorenzo celebró en un duro encuentro como visitante. Venció con mucha angustia a Obras Basket 71 - 67 con un cierre providencial de Vildoza para dar vuelta el juego y colocarse 1-0 en la serie. El base cerró con 18 pts (13 en el cuarto final).
Autor:Juan Pablo Casas (especial para www.pickandroll.com.ar)
El primer cuarto tuvo un buen comienzo de San Lorenzo, que anotó un 0-6 inicial para comenzar a escaparse en los números en apenas cuarenta segundos del juego, pero Obras tuvo una recuperación interesante, con la que aprovechó la efectividad de sus lanzadores y fue marcando una diferencia en el partido, con rotación de balón y aprovechando los casi seis minutos que estuvo San Lorenzo sin poder convertir puntos.
El conjunto de Gregorio Martínez se fue arriba en el marcador 12-6 cuando se había jugado la primera mitad del período y cuando ese pareció ser el momento del equipo local para seguir ensanchando la brecha, el Ciclón, con los ingresos de José Vildoza y Máximo Fjellerup, tuvo mayor dinámica en sus ofensivas y mejor recuperación física. Así, San Lorenzo recuperó terreno, levantó levemente su producción y terminó abajo en el primer cuarto 17-13.
Ese poder de recuperación de los de Boedo se trasladó al segundo cuarto, segmento en el que los dirigidos por Facundo Müller lograron elevar sus números, sin lograr un rendimiento atildado en su juego. Con más fuerza y corriendo la cancha y mostrando un buen nivel de Vildoza. Aún así, el Cuervo no era para nada determinante y siguió sufriendo la falta de ideas en su funcionamiento, pero tuvo en sus individualidades algunas soluciones, como en el caso del propio base cordobés que comenzó a tomar protagonismo por ese entonces.
En ese contexto, Obras tuvo sus momentos en el segundo segmento, manteniendo su ataque activo con Fernando Zurbriggen, Barber y Pedro Barral, el tridente que le aportó 25 puntos en la primera mitad al equipo dueño de casa. Pero el envión de San Lorenzo sirvió para que la visita pudiera tomar ventajas en el tanteador por primera vez en la noche en ese segundo parcial, que ganó 12-19 y se fue al descanso largo arriba 29-32.
Ya en el tercer segmento, Obras apostó a defender duro y a cerrarse bien debajo de su cesto, evitando cualquier posibilidad de conversión fácil para su rival y lo consiguió. Con un bloque defensivo infranqueable por momentos, el bando de Martínez controló la ofensiva “cuerva”, dándole además, salidas rápidas que pasaron a ser su alimento necesario para ser otra vez el equipo que comandara las acciones del juego, sacando réditos también de la lesión de Batista Esteban, a quien le costó mucho retroceder para hacer el balance defensivo.
Con el marcador 36-42 para San Lorenzo y con 4min40seg por jugar en ese período, Obras le sacó el máximo jugo posible a dicha tarea defensiva, anotando un parcial de 9-0 que lo llevó a estar otra vez arriba en los números. El “Rockero” llegó a comandar el marcador 45-42 con 1min21seg por jugar, aunque segundos más tarde, un nuevo triple del propio Vildoza para el tetracampeón cerró la historia del tercer cuarto 45-45.
Con el juego balanceado en lo numérico por lado y con un goleo muy bajo por parte de ambos, dieron comienzo los últimos diez minutos. Y fue en ese segmento en el que ambos equipos quisieron imponer sus condiciones, algo que nunca ocurrió de manera definitiva para ninguno de los bandos, pero que fueron hallando voluntades individuales para complicar al rival de la noche.
Así fue que Barral se puso a Obras al hombro y con 11 puntos en ese segmento final se erigió en la figura de su equipo, que fue inteligente a la hora de mover la pelota y rotar lo máximo posible hasta encontrar la mejor opción de lanzamiento. De esa manera, el local siempre se mantuvo en juego, pero tuvo un problema sin solución en el otro lado de la cancha: José Vildoza.
Es que el cordobés, tal como lo hizo Barral en Obras, se convirtió en el abanderado de la ofensiva azulgrana, marcando 13 unidades en el cuarto final. El ex Libertad de Sunchales apareció de manera definitiva en un momento en el que su equipo no encontraba opciones en su ataque y no lograba hilvanar un juego asociado (algo que no consiguió en gran parte de los cuarenta minutos.
Sin embargo, y al margen de los muchos errores mostrados por ambos, el juego se mantuvo equilibrado hasta el final. Tanto así, que en los últimos 43 segundos y con el marcador 65-68 para San Lorenzo, con dos libres, Barral puso a un punto a Obras, pero rápidamente Marcos Mata, con uno de dos, estiró la brecha nuevamente a un doble, dejando la posibilidad abierto para que el dueño de casa pudiera, con 22 segundos, armar una ofensiva que le permitiera igualar el juego.
Pero nada salió como se esperaba para Martínez y Compañía. Es que cuando restaban 12 segundos, Raven dio un mal pase, tan malo que fue directo a las manos del propio Mata, que no tuvo más que correr y depositarla para dejar el juego 67-71, números con los que San Lorenzo selló su primera victoria en la serie de cuartos de final del Súper 20.