San Lorenzo mostró su poderío con un elenco renovado y a la puerta de diversos títulos. Si bien se quedó con el Super 8, no llegó a ser el uno de la competencia local y en desventaja de campo en Champions. Un repaso de su andar con cambio de técnico en el medio, la importancia de sus extranjeros y como distribuyó minutos y protagonismo.
Autor:José Fiebig (@Josefiebig en twitter)
San Lorenzo estuvo nuevamente en los primeros planos. Sin dudas ninguna sorpresa debido a su elenco con refuerzos nacionales y los internos que volvieron a ser determinantes. Finalizó en la segunda colocación, no logró dar el salto arriba pero demostrando en todo momento su calidad individual y colectiva para dominar en gran parte del torneo.
Logró quedarse con el Super 4 en Comodoro, llegar a semifinales de Champions en un juego decisivo además del podio en la Copa Intercontinental. Un repaso de lo realizado por el equipo azulgrana, el cual tuvo cambio de entrenador sumado a fichas nacionales de relieve y extranjeros que marcaron diferentes en diferentes pasajes.
El equipo de Boedo terminó con marca de 17-4 en la segunda colocación. Dominó como local con mostrando su notable solidez en prácticamente todos los encuentros (10-1). Además le sumó el trabajo afuera con un 70% de victorias acumuladas (7-3). Mostró su caudal ofensivo (87.5) con variantes en la banca y su quinteto, sacó ventajas con su capacidad anotadora, aunque atrás por momentos padeció (80.5 ppp). Tuvo un sprint final formidable donde no dejó dudas de su calidad y pelear palmo a palmo a Quimsa arriba.
La localía de San Lorenzo fue uno de sus grandes pilares. Tuvo un par de traspiés en Champions pero supo reacomodarse hasta pasar a semifinales por esa condición. En la Liga no tuvo la solidez total sobre todo en el comienzo del torneo.
Más allá de conseguir solo éxitos en sus primeras nueve presentaciones en Boedo, le alcanzó con pasajes de juego, fue letal adelante (89.1 ppp) pero atrás dejó dudas (81.3 ppp) y encuentros que sufrió mas de lo esperado.
Hispano y Platense fueron rivales sumamente complejos, le costó encontrar el lugar a Piñero y Gonzalez. Arrancó el año con García en la banca y dos partidos con sufrimiento extremo ante Boca y Ferro, ambos necesitando mucho de su defensa y de buenos cierres.
No tuvo el dominio acentuado de la etapa anterior, dio vuelta un tramite difícil ante Peñarol con otro final de luxe, cedió en suplementario ante Instituto sin invicto y superó con enorme esfuerzo a San Martín otra vez bajando su goleo y resolviendo el pleito atrás.
De visitante mostró un rendimiento de menor a mayor. Como le sucedió en casa, tampoco mostró una letalidad total en su juego y el resultado. Si bien fue el mejor elenco ofensivo fuera de casa (85.6 ppp), recién lo pudo afirmar en los últimos cuatro juegos. Tuvo vaivenes en defensa (79.6 ppp) y de hecho comenzó 3-3 como marca generando dudas en su andar.
Cedió en forma sorpresiva ante Estudiantes e Hispano (en ambos con menos de 70 pts) y tampoco pudo ante La Unión a pesar de levantar sus números y ceder defensivamente el partido. Tuvo un perímetro con muchos vaivenes (36% en triples) y salvo la goleada en Junín, en el resto sacó con experiencia y calidad sus partidos adelante.
Con Peñarol en la última bola, con Libertad con enorme sacrificio y ni hablar el impactante juego ante Bahía Basket tras arrancar -16 el primer cuarto. Tuvo cuatro victorias en fila con su colectivo mejorado y nacionales que rindieron mejor.
San Lorenzo tuvo un bien arranque pero con la solidez esperada. Un elenco casi nuevo a aclimatar, con nuevo entrenador, fichas nacionales y extranjeros cerca del canasto sobre todo. Todo se vio reflejado en ciertas desconexiones defensivas del equipo. Si bien arrancó 4-0 con éxitos afuera, necesitó su calidad ofensiva para salir a flote contra Platense y lo propio ante Regatas.
Su ataque se vino a pique en Concordia (65 pts) y aunque se recuperó en una gran versión ante Comunicaciones tampoco pudo ante Hispano (67 pts anotados). Le costó marcar la diferencia, Tucker tuvo pasajes (12.6 ppp, 4.3 rpp, 1.2 app) y el costó ensamblar a Piñero (9.4 ppp, 44% en triples, 3.3 rpp) y Gonzalez (10.4 ppp, 40% en triples) quienes luego empezaron a brillar.
Dentro de ese andar nunca llegó a la cima en soledad y encima cedió en Formosa. Más allá de la goleada siguiente, Muller dejó de ser el entrenador y García asumió en enero. Con el "Che" tuvo su sprint final de 9-1 pero no antes sin sufrir. Boca y Ferro estuvieron a milésimas de robarse algún partido afuera y San Lorenzo siguió con intermitencias, Aguirre (11.4 ppp, 3.8 rpp, 3.3 app) otra vez vigente, pasajes altos y nacionales en buen ritmo.
Fjellerup (8.4 ppp, 35% en triples, 4.2 rpp, 2.0 app) tuvo otro protagonismo y junto a Vildoza (8.2 ppp, 2.2 rpp, 2.8 app) cambiaron el ritmo por completo. Ganó milagrosamente en Mar del Plata, venció a Bahía tras arrancar -16 y transpiró en el final. Cedió su invicto ante Instituto en casa y se esforzó en defensa y con carácter para superar a San Martín. Dominio en general pero vaivenes de sobra.
José Fiebig
@Josefiebig
»El Unico Tetracampeon06/07/2020 00:53
nos equivocamos con muller nadie lo quiso nunca pero bue hay que aprender de los errores y tratar de rearmar el mejor plantel posible pa la proxima liga que va a estar jodida pero por suerte con el Che en el banco