Al pie de la letra

Fabián Cubito pensó en una estrategia simple y llana: bajar el goleo del bahiense; construir a partir de una férrea defensa, asfixiar el tiro desde el perímetro y luchar con fiereza en la pintura.

Los magros 65 puntos logrados por la visita dan fe que el plan se cumplió al pie de la letra. En ofensiva velocidad y rotación, un goleo bien repartido y jugar con inteligencia con el reloj de 24 segundos, fueron otros ingredientes de la “salsa” cubito que permitió adueñarse de los dos puntos.

¿Qué más faltaba para que la ejecución del plan se concretara?: las respuestas desde el banco de suplentes. “Paco” Alvarez se encontró con un equipo capaz de anularle las ofensivas y herirlo hasta la muerte con distintas posibilidades. Así, con un sentido de entrega y sacrificio, y un básquet asociado y de juego colectivo, logró sacar 10 puntos de diferencia (31/21 a 5’ 2 c).

Ese parcial y medio, mostró a Clifton haciendo un trabajo “sucio” sobre Jennigs, el americano mastodonte, a Seba Pardal “aguantando” a Brizuela, el otro interno. Andi Garcia y Ezequiel López borrando de la cancha a “Josi” Gil y a Sollberg, pero también con aire para llegar hasta el acrílico de la visita. Diego Eiguren a conducir con inteligencia y a manejar con soltura.

El técnico bahiense apeló a Labella quien se conviertió en el único problema para Echagüe-saladillo. El base fue rápido, perforó la defensa y asistió profundo. Pero es lo único que mostró Estudiantes. Llegó a la igualdad en 34 puntos (a 3’ 2 c), pero sólo fue un espejismo. Y aparecieron las soluciones desde el banco, otro punto fuerte de la resonante victoria.

FUe el tiempo de Matías Alluzzo, el chiquitito rendidor que no se amedrenta ante los grandotes y justifica sus minutos en la cancha (1t, 1d, 1l); Arbillaga desahogó con un triple y un doble; Mártire se les animó cada vez (3d, 1l). Entre todos otra vez estiran la diferencia a 10 puntos (66 / 56 a 3’ 4c). Y el final fue todo para los titulares habituales del quinteto.

Diego Eiguren terminó de construir una estadística que le permitió ser una de las figuras del encuentro (10 puntos, 5 asistencias, 6 recuperos) y liderar hasta la chicharra final. Estudiantes no pudo tirar cómodo en ningún momento, ni ingresar con driblings por entre la defensa. Tampoco capturar rebotes fácilmente.

El sacrificio, la “garra” dieron sus frutos y la inteligencia también, por supuesto, para cumplir el plan pergeñado al pie de la letra. El aplauso y la ovación final fue el justo premio para estos “charitos” voladores. El presente estampa sus bondades: segundos a tan solo medio punto de la cima, buen juego y la aceptación del público saladillense. La rueda del Torneo Nacional de Ascenso sigue girando, y ya Echagüe-saladillo mira, más que las posiciones del descenso, el camino soñado de los play-off. ¿Qué más se puede pedir?.

Síntesis
Echagüe-saladillo (71): Eiguren (10); López (10); Pardal (13); García (10); Clifton (8) –fi- Mártire (7); Alluzzo (6); Arbillaga (5); Rodríguez (2); Nelly (0). Dt. Fabián Cubito.

Estudiantes (65): Alvarez (8); Gil 7); Sollberg (10); Brizuela (10) Jennings (17) –fi- La Bella (6); Renzi (2); Faes (5); Etchepare (0); Mateo (0). DT. “Paco” Álvarez

Árbitros: Leyton - Martinetto
Parciales: 23/15 – 20/24 – 14/14 – 14/12
Estadio: Jacobo Urso. (Público: 500 personas aprox.)

Gentileza Adrián Urús
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