Resuenan los cañones

El 21 de mayo de este año, hace 47 días, esta página contó por primera vez que Peñarol lo tenía apuntado y convencido a Joseph Bunn del regreso a la argentina y a su primer amor. No fue un anticipo periodístico simplemente se contó lo que Peñarol ya tenia entre manos. Pero en este mes y medio pasó de todo digno de contar, que retardó la contratación del máximo artillero de la Liga Nacional en las últimas 16 ediciones.

El técnico Guillermo Narvarte tenía ciertas reticencias a la contratación de Bunn, “que no defiende, que hay que rodearlo, que no revierte el balón”, y todas las cosas que los entrenadores ven y el común de la gente no. Por eso, hubo otras variantes que fueron tomando forma. La idea era “copiar” el modelo Ben Hur: un cuatro nacional de jerarquía, con un alero y pivote extranjero.

Entonces se puso en la mira a Gabriel Mikulas que pidió cláusula de salida al exterior. Peñarol no quiso correr el riesgo de quedarse sin un jugador fundamental en el medio de la temporada, por lo que se cayó la operación antes de empezar.

Luego hubo un llamado que alertó sobre la posibilidad que Gabriel Fernández retorne al país. Entonces el presidente del Club, Domingo Robles, habló personalmente con el jugador y lo tentó para volver. El campeón olímpico tenía como premisa la calidad de vida, la ciudad, como método de elección y veía a Mar del Plata con buenos ojos. Pero apareció una oferta de Europa que lo tentó a seguir en el viejo continente.

Al momento de caerse la posibilidad de sumar a Gabriel Fernández, Peñarol sacó de la manga el Plan 2: alero nacional y ala pivote extranjero. El mismo día que llamó Fernández confirmando la noticia que se quedaba en Europa, Peñarol cerró contrato con Claudio Farabello. La media cancha ya estaba lista con Sebastián Rodríguez, Juan Manuel Locatelli y Claudio Farabello. Tyler Field como pivote y faltaba la frutilla del postre.

Entonces levantaron el teléfono para hablar con un jugador que tenía muchas ganas de jugar en Peñarol, y que según las estadísticas que registra no es un extranjero más. Citamos la nota del 21 de mayo en donde Pick and Roll daba cuenta de lo siguiente:

En apenas tres temporadas Joseph Bunn totaliza 3042 puntos. Esto le da un promedio de 27.9 pts en 109 partidos. Es decir, está segundo en la tabla histórica de goleadores detrás del inolvidable uruguayo Wilfredo “Fefo” Ruiz (28.6 en 132 partidos).

Las tres ligas que Bunn estuvo en la Argentina fue el goleador del certamen: 00/01 en Peñarol (25.2 pts en 48 partidos), 01/02 en Atenas (26.0 pts en 24 partidos) y la 03/04 en Peñarol (32.7 pts en 37 juegos). Todo esto jugando como Ala pivote, sin meter triples (3/15 en su historial) y con “sólo” 1.98 mts de altura. Además tiene un promedio de 9.0 rebotes.

En 1990 Héctor Campana, jugando para River Plate, promedió la escalofriante cifra de 44.2 puntos por juego en un equipo que descendió esa misma temporada. Desde entonces el propio Campana (31.5 pts en la 90/91 para GEPU) y Juan Espil (31.3 pts en la 95/96 para Atenas) solo superaron los 30 puntos de promedio en una temporada. Hasta que Bunn llegó al tercer mejor registro histórico en Peñarol con 32.7 pts en la 03/04. Uff. Muchos puntos ¿No?

Joseph Bunn pasó por la liga de Venezuela en el equipo de Guaiqueries (dirigidos por Julio Toro), Gallitos de Isabela y anteriormente en Toros de Aragua, siempre llevando su sello goleador, quemando redes y escuchando el atronador... Bunn, Bunn, Bunn!!.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar