Paseo de primavera

Apenas un cauto festejo post partido y rápido al vestuario para el ganador, la cabeza levantada y la satisfacción del muy buen paso dado. Miradas al piso, saludo a la gente y cara de “Aquí no ha pasado nada” en el perdedor.

Necio sería decir que los clásicos no representan nada cuando son fuera de liga. El único espíritu que sostiene un clásico es la pasión, por ello ganar es fundamental. Seguramente para los jugadores y cuerpo técnico la historia pasa por otro lado. Más en la Copa Argentina.

La cuenta que buscan los técnicos cuando salen partidos preparatorios es: rendimiento por encima de resultados. Entonces un resultado que abre una brecha de 24 puntos debe tener cierta dosis de preocupación en el rendimiento. Y a decir verdad, a Peñarol no le salió nada, mientras Quilmes mostró muchas cosas buenas.

El primer cuarto mostró algunas intenciones que se acentuarían con el correr del juego. El terceto Chiappero – Savoy y Calderón fue más que Bunn – Field y Barrios.
El Front Court quilmeño realizó un trabajo perfecto, maniatando a Bunn, cerrando con ayudas y estableciendo supremacía aérea en el rebote. En tan sólo 10 minutos Chiappero se adjudicó tres tapas y Savoy una más. Era un claro domino de los internos quilmeños.

La paridad inicial del primer cuarto (17-17) llegó porque ambos lastimaron los aros con pobres porcentajes. Aunque desde temprano hubo que darle el mérito a la defensa quilmeña por los malos tiros (forzados) que tomó Peñarol. Tato Rodríguez tenia la clara orden de hacer funcionar al equipo, se olvidó de mirar el aro y cuando quiso Leandro Lauro le presentó un duro escollo de sortear. Peñarol pocas veces impuso su defensa de 5 vs 5 y nunca corrió el contraataque. Atacó con 4/15 en dobles en los primeros diez minutos. A esa altura el 17 iguales le quedaba un poco grande

Cuando llegó el segundo cuarto, la historia se decantó para el lado lógico del desarrollo. Quilmes más firme en defensa encontró el gol perimetral que se le negó en el primer segmento (1/6) y dos triples de Pablo Gil pusieron la primera diferencia de la noche. Lo siguió otro de Pierdominici y la ventaja se hizo de 12: 40-28.

Los primeros minutos del complemento también le favorecieron a Quilmes que marcó un mini parcial de 8-4 para sacar 16: 48-32. Había un idea más fina en Peñarol de poder utilizar a Tyler Field (No apareció en toda la noche como casi todo Peñarol) y Joseph Bunn. Algunas corajeadas de Tato Rodríguez (10 pts) lo mantuvo con vida. A esa altura era alarmante la falta de gol del milrayitas. Un equipo que bien podría meter más de 90 puntos de promedio por juego en la próxima liga.

El negocio del cervecero fue proteger fuerte su canasto, cerrarle los caminos a Bunn y disfrutar de los pésimos porcentajes de tiro de su rival. Peñarol terminó con 12/40 en dobles y 4/20 en triples. Con apenas un 26% de tiros de cancha, Peñarol no pudo nunca ponerse en juego y cuando apareció un atisbo de reacción Byron Wilson hizo todos los puntos difíciles, de las ofensivas ahogadas, machacando la reacción milrayitas.

En la columna del haber aparece todo Quilmes. Porque su jugador más experimentado, Esteba de la Fuente, se perdió el partido por gripe y las respuestas de cada jugador quilmeño fue de acuerdo a lo esperado. Entre ellos sobresale Pedro Calderón doble figura: 12 puntos y 14 rebotes (12 def y 2 of).

En la columna del debe aparece todo Peñarol. El equipo de Narvarte fue una sombra de lo que mostró en La Plata y muy lejos del equipo del año pasado. Más allá de los malos porcentajes no lastimó nunca el canasto contrario, penó por encontrar un tiro limpio y jamás corrió la cancha.

Parece que a Quilmes la primavera le sienta bien, porque ya enamoró a su gente en apenas 40 minutos de basquet. Aunque habrá revancha el martes próximo este paseo por el Poli, fue para sus hinchas un regalo de enamorados.

Síntesis:
Quilmes (83): Leandro Lauro 8, Pablo Gil 17, Byron Wilson 19, Patrick Savoy 8 y Claudio Chiappero 4 (FI), Pedro Calderón 12, Juan Pablo Sánchez 10 y Esteban Pierdominici 5. DT Javier Bianchelli

Peñarol (59): Sebastián Rodríguez 15, Juan Manuel Locatelli 6, Mariano Byró 6, Jospeh Bunn 20 y Tyler Field 7 (FI), Pablo Barrios 5, Fernando Titarelli 0 y Claudio Farabello 0. DT: Guillermo Narvarte.

Parciales: 17-17, 40-28, 61-48
Árbitros: Chitti y Tarifeño
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (4000 espectadores)

Pablo Tosal
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