Manu al desnudo

Me apresuro a decir que los Libros de biografías son una delicia, sobre todo para el mundo del básquetbol donde se lee generalmente del deportista algo así cómo: Emanuel Ginóbili (25 pts, 6/10 en dobles, 4/7 en triples y 1/1 en libres). Después se le agregan algunos datos complementarios como nota post partidos, donde el protagonista declara que se sintió bien, mal, mas o menos, marcó a fulano mengano y que el último tiro entró “pero lo que vale es el esfuerzo de todo el grupo”. Y así pasamos los días viendo a nuestros héroes del básquetbol

Hasta que de repente, aparece un libro como el que escribió el periodista especializado en básquetbol Miguel Romano, que actualmente trabaja para el diario La Nación, y nos pone un material en la mano que tiene que ver con la intimidad, el pensamiento y la obra del más grande de la historia del básquetbol nacional. Según el autor “Este libro es el primero de una colección sobre deportes que decidió editar Capital Intelectual y cuyo coordinador es Ezequiel Fernández Moore. También está Jorge Halperín.”

Romano, quien fuera director de la desaparecida revista Solo basquet, tiene una larga y destacada trayectoria en el ámbito periodístico del básquetbol nacional. Suma 22 años como redactor de La Nación, fue comentarista de televisión en TyC Sports y a través de su carrera, ha cubierto cuatro Campeonatos Mundiales y siete Copas de las Américas, (Premundiales y Preolímpicos), tres Finales de la NBA, dos Juegos Olímpicos y varios torneos sudamericanos de selecciones y equipos. En dialogo con Pick and Roll Romano cuenta la historia de un libro muy especial.

- ¿Cómo se gesta la idea del libro?
- Ezequiel fue quien me convocó para hacer el primero de los libros de esa colección en la que se tocarán temas de fútbol, tenis, rugby y boxeo, no sé si alguno más.
Ezequiel me pidió el libro en mayo del año pasado y debía entregarlo en seis meses. Aproveché la cobertura de las finales de la NBA y luego el arranque de la temporada que hice para La Nación, para juntar todos los datos y testimonios que necesitaba.
Lo demás fue tirar todo el archivo de libros, carpetas, revistas, diarios y demás papeles en el piso del living y tenerlo allí disponible durante un mes, pese al polvo que pudiera juntar. Como hace tres años que me divorcié, a los únicos que les molestaba el desorden era a mis hijos cuando venían los fines de semana. El promedio fue más o menos un capítulo cada tres días, para esto me pedí licencia en el diario por 25 días. Quería estar concentrado sólo en el libro.

- ¿Fue dura la realización?
- Fue pesado buscar datos específicos, como qué día fue cortado de los Nets Pichi Campana en 1991, pero, por otro lado, me ayudó mucho la memoria de todo lo que había hablado con Manu, más lo que tenía anotado y grabado. Duro también fue revisar cassette por cassette.

- ¿Cuales fueron los mayores obstáculos para hacerlo?
- Una vez escrito el libro vino una larga lucha con la NBA por las fotos que terminó con la decisión de la editorial de no poner ninguna con la camiseta de los Spurs. El juego de tapa era ese título con Manu jugando en los Spurs y el 20 bien visible, para que se entienda el “dos veces 10”. Inclusive el “10” iba a tener la misma tipografía que el “20” de la camiseta. Bueno, no se pudo por lo complicado que son en la NBA.
Después, lo más arduo fue hacerle retoques, agregado y correcciones. Hasta último momento, cuando ya estaba el material en taller, estuvimos cambiando una coma o agregando una letra. Incluso la imposibilidad de usar fotos de la NBA (que ya habíamos comprado a las agencias) no obligó a buscar otras de Manu con la selección. Bueno, completar la estadística no fue simple tampoco.

- ¿Que te llevó a escribirlo?
Decidí escribirlo porque hacía mucho tiempo que tenía ganas de hacer un libro, por suerte llegó la invitación y arreglé un buen contrato. Además, me gustó hacerlo, después que termine sentí un gran alivio y cierta necesidad de volver a hacer otro. Es un sensación muy linda, un desafío atrapante.
Lo principal de todo esto y que fue la idea que me alentó es mostrar al verdadero ídolo, inmaculado, sin dobleses, sin lados flacos o negros, que nunca tuvo el deporte argentino y que por no jugar en el país muchos no lo consideran debidamente en esa inmensa dimensión. Manu es el mejor ídolo del deporte nacional de todo los tiempos porque es 10 dentro de la cancha, pero fundamentalmente un 10 fuera de ella. Ojalá el público que no es de básquetbol empiece a dimensionarlo debidamente.

La única contra que tiene el libro es que por más detallado que sea, por más exhaustivo que haya sido el análisis, y por más que sean inéditas las declaraciones privadas de Ginóbili la historia de Manu no se detiene. Es mejor pedirlo ahora a Pasion@capin.com.ar que esta completito. En un par de años el libro será el pasado perfecto de un hombre que seguirá haciendo historia.

Pablo Tosal
www.pickandroll.com.ar