Patagonia rebelde

Gimnasia y Esgrima de Comodoro es un histórico de la Liga Nacional y lo refrendan los fríos números: está sexto en la tabla histórica de la competencia entre 54 equipos. Tiene con la presente campaña 17 ediciones de liga en su mochila, desde aquel 6to puesto en la temporada corta de 1990.

Tal cual como la realidad social del país Gimnasia ha sufrido lo que sufre la Patagonia en todo sentido: el olvido, la exclusión, incluso hasta no hace mucho tiempo algunos dirigentes en Buenos Aires proponían la inclusión de equipos uruguayos en la liga por Gimnasia de Comodoro, tan distante de los escritorios de Dios.

Siempre se vio obligado a pagarle a los jugadores más que otros clubes para tapar con plata la brutal soledad y lejanía a la que se ve sometida. Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia siempre estuvo fuera de la foto. Algunas pocas transmisiones de TV, cada tanto pasaron por el Socios Fundadores y algunos intrépidos periodistas de radio se llegaron 1761 kilómetros al sur de Capital Federal para relatar un partido de básquetbol.

Dueña de una geografía abrazada al piso, donde los árboles brillan por su ausencia y los arbustos florecen a favor de no irse con el viento, Comodoro siempre sufrió la distancia como elemento insoslayable. Sus dirigentes no pertenecen a la cotidiana vida de la AdC, las decisiones finales tampoco.

“El Sur también existe”, brama el “Nano” Joan Manuel Serrat en un álbum nacido en 1985, casi desde el mismo tiempo que nuestra Liga, aunque la realidad parece decir otra cosa. Y no es dato meramente estadístico en kilómetros vivir en el sur. La gente del sur es diferente.

Lejos de los carnavales norteños, conciben una vida “puertas adentro”. El folklore argentino por ejemplo pinta muy bien la vida del sur (Hugo Gimenez Aguero y Marcelo Berbel) del norte (Los Chalchaleros, Los del Suquia). Son canciones que hablan de la soledad, la tristeza, la distancia, una maravilla para el alma, sin dudas otro estilo de vida.

Hace unos días atrás un comentario en esta página preguntaba que pasaría si Boca y River llegaban a la final de la Liga. La pregunta es capciosa pero efectiva. La respuesta también es simple, los mal llamados medios nacionales cubrirían con todos sus cañones lo que seguramente desde el miércoles mirarán de lejos. El centralismo no es un hecho periodístico es un problema nacional que conspira contra la Liga más federal de todos los deportes.

¿A quién le interesa un choque en la panamericana o un robo en Villa Crespo cuando en Tucumán todavía hay chicos que mueren de hambre?. Sin embargo es lo que vemos cotidianamente. En Comodoro pasa lo mismo: la gente vive mientras mira que sucede en Capital y mientras el olvido gana a través de la distancia.

Hasta que suceden hechos como el del miércoles. Gimnasia no sólo puso de rodillas al campeón, también se brindó a si mismo y a su gente un gesto de reivindicación, de atención, de prensa nacional, de cariño de todo el país expresado en los comentarios de esta página por hinchas de otros clubes.

La noticia pelada dice que Comodoro Rivadavia tiene hoy un equipo en la final de la Liga Nacional de Básquetbol, pero la realidad dice mucho más que eso. El azul profundo de su mar es tan grande como la alegría de la gente. Y aunque el centralismo, la distancia y el olvido nos hagan creer en su ausencia, la pasión es igual en todos lados. Sino, vaya y de una vuelta por Comodoro.

Foto de tapa: En el corazón de la cordillera austral patagónica -al pie del mítico monte Fitz Roy- se encuentra El Chaltén, en pleno Parque Nacional Los Glaciares. Una muestra de la belleza de la patagonia.

Pablo Tosal
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