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01/08/2006 22:49 | Selección Nacional

Lo que dejó el Súper 4

La quinta edición del certamen internacional tuvo cosas para destacar y otras para corregir con urgencia. El espectáculo fue muy bueno y el Ángel Malvicino lució repleto durante las dos noches de básquet. Hubo gente que se quedó afuera.
Autor:Juan Manuel Rodríguez (jmrodriguez@pickandroll.com.ar)

La ciudad de Santa Fe vivió un domingo y lunes a puro básquet y el mes de julio se cerró con la celebración de la selección argentina en la quinta edición del Súper 4. El certamen tuvo de todo. Desde cosas muy buenas en la organización hasta otras que merecen una mayor atención. En el plano deportivo los dirigidos por Sergio Hernández rindieron a gran nivel y celebraron junto a casi 5.000 hinchas que colmaron el estadio Ángel Malvicino.

A continuación, Pick and Roll cuenta los secretos e intimidades de un certamen que sirvió de preparación para el próximo Campeonato Mundial de Básquet que comenzará el 19 de agosto, en Japón.

La organización

Tuvo sus aspectos positivos que valen la pena remarcar y otros que merecen un foco mayor de atención para no volver a cometer errores en un futuro.

Lo más destacado de la organización de la quinta edición del Súper 4 fue el show o espectáculo que se trató de mostrar a un público que en las dos jornadas reventó la capacidad del estadio Ángel Malvicino.

Desde un primer momento el show sacó un aprobado. Las dos noches, a nivel espectáculo y no deportivo, tuvieron su punto alto minutos antes de que Argentina saltara al campo de juego.

En la jornada del domingo fue el Cóndor, de nombre “Garra”, quien se robó todas las miradas. La mascota de la selección argentina salió desde adentro de una gigante pelota de básquet y comenzó a volar por el estadio. El show artístico estuvo acompañado por otro grupo de jóvenes santafesinos (CAOSMOS) que también demostraron sus habilidades acrobáticas al compás de buena música y un interesante juego de luces. En la jornada final, en la previa del choque entre Argentina y Brasil, Patricia Sosa tomó la posta con un show musical y se dio el gusto de entonar el himno nacional argentino con un doblaje para sordomudos.

También, durante las dos noches de básquet, se realizó un concurso de triples y se aprovechó la oportunidad para presentar al equipo CILSA.

Dejando de lado el espectáculo y enfocando hacia la asistencia total de público que tuvo el torneo, vale aclarar que las dos noches se llevaron a cabo ante casi 5.000 espectadores. Hubo quejas de todo tipo y color. Varios hicieron hincapié en el alto costo de las entradas y otros protestaron, con toda razón, porque se vendieron entradas de más. A esa gente que no pudo ingresar al estadio la organización se encargó de devolverle el dinero.

La expectativa que generó la “selección de oro” fue enorme. Las entradas se vendieron como pan caliente y en los días de partido la gente se bancó largas e interminables colas para conseguir una buena ubicación. Adentro del estadio el público no se podía mover. A cada rato, por los parlantes, se pedía que por favor la gente se parara para hacer lugar y varios tuvieron la desgracia de observar el partido en las bocas de acceso a las populares o en los pasillos de las plateas. El público santafesino respondió y la selección pagó con el título de campeón.

La prensa en general también hizo sentir su disconformidad. La organización se vio desbordada por completo y los medios televisivos, radiales y gráficos lo sufrieron en carne propia. La primera noche fue la más desprolija de todas.

Un sector de la prensa se ubicó cerca del campo de juego y el resto ocupó el espacio destinado a las cabinas de radio. Los colegas que tuvieron la desgracia de estar en las cercanías al parquet jamás pudieron seguir las acciones del partido. El que más cómodo estaba tuvo que esquivar las siluetas de los plateístas, policías, curiosos que caminaban por el estadio, promotoras y más promotoras. Pick and Roll estuvo diez minutos en la zona baja y no pudo ver dos pases seguidos en el juego que sostuvieron Brasil y Nueva Zelanda.

Los colegas que debieron trabajar en la zona de cabinas también tuvieron sus inconvenientes. Pick se situó en la cabina número 3 junto a Radio Universidad de Córdoba (relatos de Humberto De Nápoli) y junto a un fotógrafo aficionado que desde su posición sacaba una foto por hora y no dejaba de hablar con su esposa. Increíble pero real.

De todas formas lo más descabellado fue observar a Néstor Salazar, entrenador de Venezuela, y a Lula Ferreira, coach de Brasil, en compañía de todo el cuerpo técnico, en la cabina número 4 viendo el partido como si fuesen dos periodistas más.

Por la mañana del lunes hubo una reunión entre los organizadores y, entre varios aspectos a corregir, se otorgó darle una mayor comodidad para el trabajo de la prensa. Las estadísticas del partido, como así también los boletines de prensa, abundaron y llegaron siempre a tiempo gracias a los esfuerzos de Diego Vergara y Natalia Gamboa.

En el marco de la organización se debe nombrar la predisposición y la amabilidad de Daniel Catellani, un todo terreno que solucionó mil y un problemas. El desborde generado por la expectativa le debe haber quitado años de vida.

Lo deportivo

La selección argentina se despidió de la mejor forma de la ciudad de Santa Fe: superando en la final a Brasil y alzándose con el título de campeón del torneo Súper 4.

El elenco orientado por Sergio Hernández rindió en buen nivel y dejó una imagen muy positiva teniendo en cuenta que faltan menos de 20 días para el inicio del Campeonato Mundial de Básquet.

Luis Scola se erigió como MVP del certamen. El pivot fue el goleador en el encuentro ante Venezuela y una pieza clave en la definición por el título. Emanuel Ginóbili mostró su clase en la final con un estupendo primer tiempo; mientras que Andrés Nocioni, el más aplaudido por el público, aportó su cuota de sacrificio.

Los tres bases utilizados por el entrenador superaron la prueba. Lo mismo sucedió con Carlos Delfino que, jugando ante su gente, terminó de convencer al cuerpo técnico y espantó los fantasmas por su poca participación en Detroit Pistons.

Brasil no pudo con los campeones olímpicos y tuvo que conformarse con un segundo puesto que dolió teniendo en cuenta la rivalidad que existe entre ambos países.

La selección verdeamarelha fue de menor a mayor. Tuvo inconvenientes y muchas distracciones para superar ajustadamente a Nueva Zelanda. Quizá la diferencia entre un equipo y otro le jugó en contra a la hora de liquidar el pleito y permitió una reacción de los Tall Blacks. Ante Argentina salió a matar o morir y mostró un buen ritmo de juego. Leandrinho y Marcelinho conformaron un picante perímetro capaz de aniquilar los sueños de cualquier equipo; mientras que Tiago y Anderson Varejao, jóvenes de gran futuro, demostraron estar a la altura del evento y prometen realizar un buen mundial.

Nueva Zelanda fue un equipo muy irregular que sin Sean Marks, su máxima estrella que optó por no sumarse al seleccionado debido a que su mujer espera dar a luz a su segundo bebé, sufrirá y mucho en la cita mundialista.

Los Tall Blacks presentan al experimentado Pero Cameron como figura; aunque por momentos el elenco de Tab Baldwin abusa y mucho del tiro perimetral (9/40 ante Brasil). La buena noticia para los oceánicos fue que Mark Dickel se recuperó de la molestia en la rodilla.

Para Venezuela la participación en el torneo Súper 4 fue un verdadero dolor de cabeza. A los nueve segundos de iniciado el encuentro ante Argentina, Héctor Romero sufrió una luxación en el codo izquierdo y su participación en el mundial está en duda. Algunos médicos hablan de 8 semanas afuera y otros, más optimistas, dicen que podría estar para la segunda fase del Campeonato FIBA.

Si a resultados hay que remitirse, la selección vinotinto perdió por 39 puntos ante Argentina y por 30 ante Nueva Zelanda. Néstor Salazar, entrenador venezolano, deberá trabajar y mucho en la recta final de la preparación.

Juan Manuel Rodriguez
www.pickandroll.com.ar

»yopito02/08/2006 00:00
laorganizacion del super 4 deplorable el domingo hicimos cola para ingrear desde las 15 hs y habia 100 personas delante nuestro ,para la hora de apertura de la puerta habia 1000 delante colados y no habia ni un ballado protector una verguenza.
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»panzaverde03/08/2006 00:00
Si estuviste en el estadio y le diste bola a la gente, te habrás dado cuenta que la mayoría no eran de Santa Fe capital.

Muchos de Entre Ríos, Cordoba, Chacho y ciudades de la provincia de Santa Fe.
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