Lo atamos con alambre lo atamos

Cuando la Asociación de Clubes, hace algunos días, hizo la presentación oficial del cronograma de la primera fase de la Liga Nacional de Básquetbol, en Bahía Blanca las miradas se cruzaron sin entender demasiado lo que ocurría.

El ente madre había decidido poner como pareja a Estudiantes y a El Nacional, y de esta forma haría que ambos representantes bahienses disputen sus cotejos, ya sea de locales como de visitantes al mismo tiempo, coartando la posibilidad al público en general de asistir todos los fines de semana a ver básquet del primer nivel.

Hay argumentos e interpretaciones que se pueden sostener para justificar esta medida. En principio, que el reciente ascendido a la “A” hace las veces de local en la ciudad balnearia de Monte Hermoso, a 122 kilómetros de Bahía Blanca.

La cercanía entre ciudades que existe en la provincia de Buenos Aires puede hacer de esta distancia, un viaje “largo” para algunos, aunque para otros, o al menos para los nacidos en suelo patagónico como es mi caso, una hora y media de viaje no significa nada. La noción de “distancia considerable” jugaría a favor de la pareja entre celestes y albos.

También apoyaría esta unión el hecho de suponer que El Nacional se desligó de su franquicia, que la misma fue tomada por el municipio de Monte Hermoso y que este, por una cuestión de formalidad u arreglo con su vendedor, decidió conservar el nombre, como ocurriera entre La Unión de Colón y Estudiantes de Formosa (actualmente La Unión de Formosa).

El mismo encargado del básquetbol de la entidad, Gustavo Iraola, en la conferencia de prensa que se brindó con motivo de la presentación del plantel, dejó bien en claro que a Monte Hermoso solo se lo debe tomar como el principal sponsor del club, pero que de todas formas, El Nacional seguía perteneciendo a la Capital Nacional del Básquetbol. De allí que el nombre del equipo sea El Nacional Monte Hermoso y no El Nacional de Monte Hermoso.

Otra circunstancia que se podría haber tomado en consideración es el hecho que el encuentro entre representantes de esta misma ciudad significa un clásico, y por ende, una cierta rivalidad entre ambos. De un modo simplista y rápido para el análisis atendiendo esta cuestión: Un hincha de Estudiantes no iría a ver a El Nacional y viceversa. Por ende, no habría problemas que jueguen ambos de local el mismo día y a la misma hora.

Al margen de ver si es o no un clásico el enfrentamiento entre estos dos elencos, hay precedentes que echan por tierra este planteamiento. Siguiendo el patrón antes expuesto sería conveniente entonces que Quilmes y Peñarol sean pareja, al igual que Ciclista y Argentino, la Asociación Española y la Asociación Italiana, o viajando a través de la historia, Argentino y Firmat FC, o Pico FC e Independiente, por nombrar algunos casos.

Incluso, y sirviendo como piedra elemental para tirar abajo este planteamiento, lo deberían haber sido Regatas y Belgrano, cuando en su primera temporada en la elite, los dueños del Fortunato Bonelli debieron hacer las veces de local en la ciudad de Ramallo, situada a 40 kilómetros de San Nicolás.

¿Porqué no sucede esto? ¿Porqué clubes de la misma ciudad y rivales clásicos no son pareja? Por una cuestión de difusión como primera medida. La liga para su mayor y mejor crecimiento necesita que sea vista y comentada. Mientras más personas concurran a los estadios, más interés despertará la competición y en su defecto mayor proyección tendrá. Además, no todo es blanco o negro, hay que tener en cuenta el gris, que en este caso sería el público neutral.

Mientras más medios concurran a los estadios para comentar lo que sucede partido tras partido dentro de los torneos organizados por la Asociación de Clubes, la palabra Liga Nacional, Torneo Nacional de Ascenso o Liga B llegará a más oídos y el producto tendrá mayor exposición, ya sea al público especializado, como así también al cautivo.

Si un mismo día y a la misma hora, en la misma ciudad se registran dos encuentros, para muchos medios de comunicación se hará imposible cubrir con todos sus recursos ambos juegos, y los espectadores neutrales deberán elegir por uno de los dos partidos. En el caso particular de El Nacional y Estudiantes no hay que olvidar que además hay 122 kilómetros que separan uno de otro.

Detrás de esta idea de dar a conocer el certamen y acercar mayor cantidad de público se encuentra la intención de acortar distancias. Se busca que un club que deba jugar de visitante pueda disputar los dos encuentros que le pide la competencia (en este caso la Liga Nacional) sin sumar demasiadas horas de viaje entre cotejo y cotejo. Aquí está el doble error que marcamos en el copete de la nota.

El hecho de que El Nacional y Estudiantes fuesen pareja daba un doble paso hacia atrás para la liga. El primero se divide en dos. Por un lado el mencionado en los últimos párrafos, el problema de la difusión y el hecho de tener que elegir a que estadio concurrir.

Por el otro, es que si bien entre Monte Hermoso y Bahía Blanca existen solo 122 kilómetros, lo que sería una distancia más que cómoda para cualquier equipo que deba visitar a esta dupla, los 1075 kilómetros que separan Comodoro Rivadavia de Neuquén, hacen casi una odisea el hecho de jugar viernes y domingo.

La segunda equivocación es poner de pareja de Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia a El Nacional, que como ya se ha mencionado, juega de local en Monte Hermoso. La lógica, y según lo señala la tabla de distancias que se muestra a continuación, indica que la pareja de los mens sana debería ser el albo, y la de los rojos el celeste:

De Neuquén a Monte Hermoso 646 km.
De Neuquén a Bahía Blanca 524 Km.
De Comodoro Rivadavia a Bahía Blanca 1060 km.
De Comodoro Rivadavia a Monte Hermoso 1182 km.

Si bien alguien podría plantear que 122 kilómetros no hacen diferencias, en un viaje de más de 1000, como el que deberán transitar los equipos que se dirijan de Comodoro a su segundo choque de fin de semana o viceversa, les puedo asegurar que sí. No es lo mismo estar dentro de un colectivo 13 horas a estar 15; algo muy distinto a pasar de cinco horas y media a siete, en relación a la pareja de los neuquinos.

De este detalle parece que los equipos no se han percatado, ya que solo los presidentes de los clubes bahienses elevaron una nota a la AdC con la solicitud del cambio de pareja, recayendo principalmente en el argumento de la difusión y los espectadores.

Aunque los kilómetros al final de la liga se habrán recorrido de igual manera, la forma en que en que se transiten sin dudas influirá en el rendimiento de cada equipo, y sería bueno que se le prestase atención a estos pequeños detalles, ya sea por parte de los elencos que viajarán la ruta nacional Nº3 a troche y moche, como así también por el ente que organiza el show.

Las distancias fueron extraídas del portal Ruta0.com

Emanuel Niel
www.pickandroll.com.ar