Solo le faltó la estatuilla

Es verdad que se conoce de pies a cabeza cómo es que piensa la NBA, cual es su estilo de juego y las cosas que difunden y promueve. Sin embargo, muchos teníamos la ilusión que esta vez pudiera ser diferente, pero nos equivocamos. Finalmente, Kevin Durant se quedó con el premio al mejor rookie de la temporada 2007/2008, mientras que Luis Scola quedó en tercer lugar.

Que el premio esté en manos del jugador de los Seattle Supersonics no es para nada una injusticia: El oriundo de la universidad de Texas quizás haya sido de lo mejor entre los novatos estadísticamente, además de tener un talento impresionante. Fue el único jugador de primer año en encabezar a su equipo en 5 categorías diferentes, como puntos, tapas, recuperos, tiros libres convertidos y porcentajes de libres, pero al mismo tiempo se abre un interrogante: ¿es más importante sus estadísticas jugando “solo” o lo que significó (y está significando) el Luifa en Houston?.

Durant fue el segundo seleccionado en el draft del año pasado, detrás de Greg Oden (Portland) quien se perdió toda la temporada antes de comenzarla debido a una lesión. Tuvo un promedio de 20.3 puntos, 4.4 rebotes, 2.4 asistencias y 1 robo en 34.6 minutos por partido. No obstante, su equipo finalizó con el segundo peor récord de toda la liga (20-62). Su Dt, P.J Carlesimo, lo ha incluido tanto a él como al otro novato de los Sonics (Jeff Green) con el objetivo de comenzar a formar futuras estrellas, pero con el convencimiento de que la temporada estaría perdida en cuanto a logros u objetivos en busca de resultados.

Muy distinta es la historia de Scola. El argentino se asentó notablemente en el esquema de Rick Adelman, quien sabía muy bien que podría llenar el hueco en el que alguna vez tuvo a Chris Webber durante sus días en Sacramento. El Luifa promedió 10.3 tantos y 6.4 rebotes en la fase regular, mientras que en playoff tiene una media de 13.6 y 9.4, respectivamente; Todo dentro de uno de los equipos más importantes de la competencia, que se armó para pelear el campeonato y que logró la segunda racha de victorias más larga en la historia (22).

El segundo lugar fue para el potente dominicano Al Horford, titular en un equipo que Atlanta que ha conseguidos llegar a la postemporada luego de 9 campañas. Sus promedios fueron de 10,1 puntos y 9,7 rebotes en serie regular, mientras que en los 5 partidos que lleva ante Boston promedió 12.8 y 11.2.

Fue la visón que tienen en Estados Unidos de este juego la que decidió (y siempre decide, en realidad) la elección final del mejor novato, pero nadie puede dudar de las condiciones de Scola ni de lo que ha conseguido tras dar el santo de un mundo muy diferente, como los es el FIBA.

Sebastián Ciano
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