El despertar celta

Con un rendimiento sólido, sin una figura sobresaliente, los Boston Celtics lograron su primer triunfo afuera del TD Banknorth Garden en esta postemporada, y llegó en un momento determinante en su camino a las finales de la NBA. Luego de perder el segundo punto de la serie el pasado jueves en casa, anoche dieron el golpe en Detroit ganándole a los Pistons 94 a 80 para pasar al frente 2-1 en la final del Este.

Boston supo donde apretar a los Pistons en la primer mitad. Arrancó 8-0, con Kevin Garnett asistiendo a sus compañeros (2) en vez de ser el definidor de los ataques. Pero cuando el ex Minesota y Ray Allen abandonaron la cancha debido problemas de faltas, los celtics dejaron la fluidez en ofensiva y Detroit remontó.

Richard Hamilton (4 pts) logró deshacerse de la pegajosa marca de Paul Pierce por momentos y, junto a Rasheed Wallace (6), encabezaron un parcial de 13-0 que puso al frente a los Pistons 17-15. Pierce perdió 3 balones en el primer cuarto y estuvo desconocido en ofensiva. Con dos triples seguidos, uno de James Posey y otro de Sam Cassell, los Celtics ganaron el primero 25-17.

La historia se encaminaba pareja, pero Garnett hizo todo lo posible en el segundo cuarto para que no lo fuera. Doc Rivers lo mandó nuevamente a la cancha, porque veía que sus Celtics no encontraban la manera de vulnerar a Detroit, y “KG” respondió: Fue autor de 10 de sus 22 puntos, y Boston se escapó 49-30. Garnett estuvo cerca de un triple doble al totalizar también 13 rebotes y 6 asistencias.

Inesperadamente, Jason Maxiell era quien lideraba a Detroit en el segundo cuarto con 6 puntos (3/4 de cancha) y una gran tapa sobre Garnett, quien utilizó toda su experiencia para sacar al ala-pivot de los Pistons con 3 faltas. Hamilton se ausentó, Chauncey Billups metió sus primeros puntos a falta de 54 segundos para el cierre de la primera mitad (dos libres) y la visita se fue al descanso ganando 50 a 32.

El base de Detroit volvió a tener una noche para el olvido; Terminó con solo 6 puntos (1/6) y 4 asistencias, y pasó mucho tiempo en el banco gracias a la capacidad del rookie Rodney Stuckey, autor de 17 tantos, 4 rebotes y 4 pases gol, quien este año le ha dado muchas soluciones a Flip Saunders.

El tercer cuarto parecía lapidario para Detroit, que sin embargo encontró el camino a través de Hamilton. Kendrick Perkins estaba inspirado (6 pts, 3/3) en Boston, y junto a Garnett edificaron un colchón de 20 puntos (65-45). Los Pistons parecían despertarse de la mano de su enmascarado escolta, quien anotó 12 puntos (4/5 de cancha y 4/4 en libres), y también gracias al aporte de 6 tantos de Antonio McDyess, hasta el momento desaparecido. No obstante, la diferencia no podía achicarse (55-73).

En el último cuarto Detroit resucitó con Stuckey. El rookie se puso el equipo al hombro y se destapó con 12 puntos para poner a su equipo 67-80. El rendimiento de Boston comenzó a decaer. A falta de 3:30 para el cierre, Billups metió su primer gol de campo, que fue un triple muy importante para dejar el marcador 87-76; Luego, Tayshaun Prince penetró por la izquierda y la volcó para achicar a 9 (87-78) y encender a las 22.076 almas que colmaron el Palacio de Auburn Hills. El alero de Detroit finalizó el encuentro con 4 puntos y 4 rebotes.

Hamilton cerró su planilla con 26 tantos, y 8/18 de cancha, minetras que Wallace aportó 12 (6/13). Por el lado de Boston, Rondo hizo 12 tantos, Pierce terminó con 11 y Perkins se anotó un doble doble, producto de 12 puntos y 10 rebotes.

Finalmente, Garnett salvó a los Celtics con una gran jugada individual que terminó con una cómoda bandeja bajo el canasto, cuando el reloj de posesión apretaba y la jugada estaba trabada. Eso le dio la primera victoria fuera de casa de la postemporada a Boston, que recuperó la ventaja de localía y buscará reincidir en Detroit mañana, en el cuarto partido de la serie.

Sebastián Ciano
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