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28/04/2009 17:07 | Liga Nacional

Marche una bola de cristal

De lo ideal a lo real

Hoy El Nacional esta viviendo una doble situación. Por un lado, su deseo de volver a jugar de local en Bahía Blanca. Por el otro, la intención del municipio de Monte Hermoso de renovar el vínculo pero con mayores exigencias, que producirían un desarraigo más profundo de la entidad celeste de su suelo natal. ¿Hasta qué punto ceder con tal de seguir en el plano nacional?
Autor:Emanuel Niel (eniel@pickandroll.com.ar)

En esta liga nuestra de cada día todo pasa rápido. Quedaron atrás las temporadas de antaño donde había un tiempo para el descanso, la celebración o el luto. Hoy aún con la sonrisa o las últimas lágrimas en la cara ya se empieza a armar el plantel a la par del presupuesto. ¿Qué ocurrirá con El Nacional y Monte Hermoso?

Menos de un mes ha transcurrido desde que en el estadio Antonio Rotili de Lanús, El Nacional Monte Hermoso perdió la categoría y descendió al TNA. Exactamente 28 días han pasado y ya son varias las reuniones que se celebraron entre la comisión directiva e incluso, con el intendente de Monte Hermoso, para saber cual será el futuro de la institución celeste.

De aquí que nazcan dos situaciones, las cuales dan título a este artículo. Por un lado, lo que sería el ideal para el elenco que tiene su sede social en calle Chiclana. Como pilar vital, tener el respaldo de los socios del club, y a partir de allí un punto que sería importante, volver a tener su localía en Bahía Blanca.

No es ningún secreto que al pueblo basquetbolero bahiense (que es mucho), le dolió más el descenso del albo que el del Nacio. ¿Por qué? Al margen de la tradición y el arrastre de allegados, el CEN subió y bajó de la “A” sin ser local en su tierra. La Capital del Básquet no se identificó con esos equipos. Volver a la ciudad natal le devolvería parte de mística al celeste y su gente y los amantes del básquetbol lo podrían disfrutar, algo que por los 124 km. que separan a la ciudad del balneario, a veces cuesta.

De ahí un par de sub ítems que se desprenden. Recuperar el sponsoreo local para continuar en las competencias organizadas por la AdC. Que dichos aportes sean suficientes como para no depender de algún municipio que los obligue a salir nuevamente de Bahía Blanca, y por ende, que las inferiores se puedan ver reflejadas en el equipo mayor, más allá de alguna práctica a la cual puedan asistir.

Lo que conspira con ese ideal son varios de los aspectos que hoy se manejan en el plano real. Expresado con anterioridad por el intendente Alejandro Dichiara, él pretende que el básquetbol profesional siga en Monte Hermoso, al menos, hasta que termine su mandato en el 2011.

Pero no se detiene solo en eso. La ciudad balnearia vivió, en parte, lo que le ocurrió a Bahía Blanca: no sintió tan propio al equipo. Debido a esto, la intención del primer mandatario (según así lo hizo público) es que para la renovación del vínculo entre el municipio y el club (finalizó el contrato que los unía por dos temporadas), además del aspecto económico y edilicio, los jugadores de El Nacional vivan en Monte Hermoso, así de esa manera la población tendrá un contacto más fluido con ellos, lo mismo que quienes asisten a la escuela municipal. Ergo: arraigo en un lugar significa indefectiblemente desarraigo en otro (léase Bahía Blanca).

De allí que la dirigencia del CEN hoy se encuentre entre la espada y la pared, al menos hasta tanto no aparezca otra posibilidad, ya que su ideal está lejos del real que hoy se les propone sobre la mesa.

Darle el OK al municipio de Monte Hermoso sería estar más cerca de continuar en algún estamento de la Liga Nacional, aunque en contra partida los terminaría de sacar del ámbito bahiense, al punto tal que sus jugadores ya no vivirían allí, y sonaría lógico que lo mismo ocurra hasta con su cuerpo técnico. De más está decir, muy alejado de la pretensión inicial de quienes comandan el básquetbol profesional en el club.

Más que nunca será tiempo de reflexión y análisis para quienes están a cargo del celeste. Como en toda negociación, ver que están dispuestos a resignar y saber hasta que punto el hecho de disputar la competencia nacional es sostenible. Hasta aquí, los dirigentes se han mostrado centrados, y a pesar de ello, recayeron en demoras de sueldos en la última temporada.

Por lo pronto, hoy por hoy, el punto de contacto entre el ideal y lo real parece estar lejos.

Emanuel Niel
www.pickandroll.com.ar