Peñarol estudia en una escuela arte dramática

La comedia dramática es así. Un arte sublime, de pronto las risas y el festejo, de pronto la tristeza y el llano todo en el mismo acto. En dicho sentido Peñarol acostumbra a sus hinchas que no vale le pena irse antes porque se pueden perder de algo especial. Parecía que el segundo tiempo estaba de más, que ya estaba definido. Lanús confundido y maniatado, Peñarol imponiendo su jerarquía y sabiendo lo que quería.

De pronto la noche cambia. Pero de tal modo que se abrió un nuevo juego que terminó por llenar de incertidumbre el resultado. Finalmente con el único triple que metió Peñarol en todo el segundo tiempo, se sentenció el partido. Lo hizo Tato Rodríguez y llevó de vuelta los corazones milrayitas a su posición original.

Una máquina casi perfecta. Eso fue Peñarol en los primeros 20 minutos. Lanús probó variantes como para un concierto. Defensa Zonal, individual, cambio de jugadores, presión, tiro exterior, poner la bola abajo. Peñarol fue desarticulando cada una de las propuestas y llegando en ofensiva con varias manos para convertir.

En principio, tan aceitado estuvo Peñarol que Sergio Hernández no movió el banco hasta el segundo cuarto. Quería que todo siga funcionando tal cual sin tocar nada. Lanús por el contrario uso 10 jugadores en el primer cuarto y seguramente pasarán muchos partidos antes que el conjunto granate vuelva a repetir el siguiente guarismo: 3/16 en dobles, 1/6 en triples y 0/2 en libres. Así lanzo la visita en solo diez minutos. Despintaron los aros tirando para 52 y anotando solo 9 puntos (17%).

Hay lógicamente un mérito de la defensa de Peñarol y un desmérito propio de Lanús que no estaba derecho. Por el contrario, los locales tuvieron 5/8 en dobles, 4/6 en triples y 4/5 en libres. Peñarol metió 29 de los 39 puntos que buscó (66%).

En esos diez minutos (26-9) dio la sensación que se sentenció el juego sobre todo parque en el comienzo del segundo parcial la distancia siguió abriéndose hasta llegar a los 27 puntos (40-13). Peñarol sacaba de paseo por Mar del Plata en una noche fresca a un conjunto que no daba pie con bola.

Cuando restaban 55 segundos para que termine el primer cuarto, saltó a la cancha Lucas Victoriano. Lanús desde su presencia ganó orden pero no gol. Al menos el equipo se tranquilizó del afiebrado ritmo que traía. A pesar que Taylor no intimidaba en ataque, donde Leiva lo tenía contenido, la presencia del pivote blanco fue muy importante para solidificar su tabla (6 reb), Peñarol bajó el goleo de 26 a 19 en el segundo parcial y el primer tiempo se cerro 45-21.

La historia fue muy distinta en el tercer capítulo. En el vestuario, Lanús se propuso cambiar y salio con una buena actitud y concentración al campo. Peleó bien cada posesión y marcó intensamente con presión al balón. Luego, a pesar que Peñarol venía 7/12 en triples tomó una decisión arriesgada que terminó bien: pasó a una zona 2-3.

Peñarol se metió en una vorágine donde el único que tuvo luz fue Martín Leiva que consiguió 3 dobles anotando 6 de los 10 puntos (0/4 en triples y 5/11 en dobles) de su equipo en el parcial.

La intensidad del local había bajado en la misma proporción que la de Lanús había subido. El partido se equilibró pero Peñarol todavía vivía de rentas. Aquellos 24 puntos de diferencia del primer tiempo eran el pan que lo alimentaba, aunque ahora en el desarrollo la historia era otra.

Lanús tuvo un notable comienzo en el último cuarto y metió un par de pelotas consecutivas, de las que se le negaron en el primer cuarto. Dos triples de Malara, otro de Victoriano redujeron la distancia a solo cuatro puntos (59-55) cuando todavía restaban 5 minutos para que termine el partido.

Ese parcial 14-34 encendió todas las alarmas. Allí pasamos a la parte donde la comedia era definitivamente un drama. ¿Podría Peñarol perder ese partido?. Por entonces no había nadie que lo pueda afirmar. Lo cierto que un Lanús que estaba desorientado había encontrado el camino.

Pero hubo una jugada clave que casi termina por condenar el resultado. Cuando restaban 3:30 un triple de Tato Rodríguez (65-57) le cortó los remos al rival. Lanús salió a responder cachetazo con cachetazo y tuvo la siguiente secuencia: triples errados de Prego, Acosta y Victoriano en tres ataques seguidos. En tanto Peñarol sumaba con lógica después del triple: dos libres de Reinick, más dos de Vega y la distancia que se fue arriba otra vez (71-57) sin que nada extraordinario haya pasado en el juego.

Vale decir, en esas tres acciones consecutivas donde Lanús no encontró el triple, Peñarol (después del mazazo de Tato que le devolvió 8 pts de aire) tuvo la enorme virtud de jugar lo que le convenía. Solo con ir a la línea de libres liquidó el resultado.

Leo Gutiérrez no metió puntos en todo el segundo tiempo (0/3 en triples y 0/2 en dobles), Leiva se fue por cinco faltas en el segmento final, no obstante entre Vega, Woodward y Tato Rodríguez sentenciaron el juego.

Fueron dos partidos en uno. Una historia difícil de contar, sobre todo para un Lanús que viaja de un extremo a otro con facilidad y un Peñarol que lanza 7/12 en triples en la primera mitad y luego 1/11 a la zona en el segundo tiempo.

Pero es así, se ríe y se llora en mismas proporciones. Como la vida misma.

Síntesis
Peñarol (73): Sebastián Rodríguez 7, Brian Woodward 9, Marcos Mata 13, Leonardo Gutiérrez 12, Martín Leiva 11 (x) (FI); Sebastián Vega 14, Alejandro Diez 0, Raymundo Legaria 3 y Alejandro Reinick 4. DT: Sergio Hernández.

Lanús (62): Antawn Dobie 6, Sebastián Acosta 5, Fernando Malara 14, Byron Johnson 11, Terrell Taylor 11 (FI); Nicolás Laprovittola 3, Fernando Calvi 5 (x), Diego Prego 0, Lucas Victoriano 7, Ruperto Herrera 0 y Ezequiel Manzanares 0. DT: Silvio Santander.

Parciales: 26-9, 45-21 y 55-41.
Árbitros: Fernando Sampietro-Jorge Chávez.
Estadio Polideportivo Panamericano (1100 espectadores)
Tabla de Posiciones (clic acá)

Foto: Majo Gil (mjgil@pickandroll.net)
Crónica: Pablo Tosal - (ptosal@pickandroll.net)
Gimnasia derrotó a Central Entrerriano en un duro partido

El equipo comodorense, que venía de superar en el Socios Fundadores a Estudiantes, sumó su quinta victoria en un encuentro parejo hasta el final. Mañana, desde las 21:30, recibirá a Obras Sanitarias.

Con un gran trabajo en defensa en el último cuarto, Gimnasia y Esgrima derrotó anoche 76-71 a Central Entrerriano, en el Socios Fundadores, y logró su quinto triunfo en la fase inicial de la Liga Nacional de Básquetbol, donde, por otra parte, lleva seis derrotas.

El “mens sana” se tomó revancha de quien lo había vencido en el debut. El equipo de Nicolás Casalánguida venía de derrotar como local a Bahía Blanca Estudiantes 80-73, mientras que Central -rival duro para cualquiera- llegaba con un triunfo sobre Obras Sanitarias 94-88, en Gualeguaychú.

El primer cuarto fue casi todo de la visita, que brilló a la hora de la rotación frente a un rival flojo en defensa y poco efectivo en el aro de enfrente.

El dueño de casa terminó el primer parcial perdiendo por diez puntos, pero en el segundo cuarto salió a defender más duro, y en su levantada tuvieron mucho que ver Gary Buchanan (17 puntos en ese parcial), Nicolás De los Santos y Diego Romero, para irse al descanso ganando 47-42 (parcial de 31-16).

La exigua diferencia no le permitía al “Verde” estar tranquilo en un partido muy parejo, y tanto fue así que, tras el tercer cuarto, caía 66-62.

La paridad continuó en el último parcial, donde todo indicaba que, el que se equivocaba, perdía. Dos triples seguidos en el arranque, pusieron al frente a Gimnasia por dos tantos.

Los nervios empezaron a complicar a Central Entrerriano, mientras los comodorenses intentaban alejarse en el marcador, aunque no podían lograrlo con comodidad cuando restaban cuatro minutos para el final.

El epílogo se acercaba y los entrerrianos sólo habían convertido un doble, pero se acercaron a cinco con un triple, a falta de un minuto. De todas maneras, Gimnasia, pese a mostrarse flojo en ataque, lo ganó defendiendo, y con justicia.

Síntesis
Gimnasia (76): Nicolás Ferreyra 8, Germán Sciutto 5, Gary Buchanan 22, Hakeen Rollins 19, Diego Romero 9 (FI); Nicolás De los Santos (x) 4, Federico Mansilla 6, Andrés Rodríguez 0, José Alessio 3 y Martín Miner 0. DT: Nicolás Casalánguida.

Central Entrerriano (71): Cristian Cadillac 2, Darius Lane 16, Fernando Funes 25, Scott Cutley 11, Alejandro Burgos 2 (FI); Gastón Torre 8, Glen Elliott 2, Sebastián Cabello 2 y Lucas Arn 3. DT: Eduardo Cadillac.

Parciales: 16-26, 47-42 y 62-66.
Árbitros: Osvaldo Bautista y Raúl Imosi.
Estadio: Gimnasia.
Tabla de posiciones (clic acá)

Foto: Gentileza Diario El Patagónico
Crónica: Diario El Patagónico