En su carta, que fue rubricada por un escribano público, el club dice: “Nos dirigimos a usted a efectos de informarle que lamentablemente el Club Atlético Independiente dejará la competencia del Torneo Nacional de Ascenso debido a los problemas económicos por todos conocidos. Hemos hecho, algunos dirigentes, un gran esfuerzo para poder llevar adelante las últimas dos ligas y especialmente los cinco meses de la presente.
Las razones para tomar esta decisión son varias, a saber: no contar con los recursos necesarios para afrontar los gastos de viajes, hoteles y gastronomía de la segunda fase, calculados en 121.200 pesos, la constante pérdida de dinero en las presentaciones de local (...), la poca presencia publicitaria en el proyecto -segundo año sin sponsor principal en el frente de la camiseta- y por último, la falta de un grupo de trabajo que pueda afrontar las constantes responsabilidades que tamaña competencia requieren.
Por lo tanto y con la sana intención de no endeudar al club en proyectos insostenibles en el tiempo, poder cumplir con la totalidad de los contratos al día de la fecha y para preservar el normal desarrollo del torneo es que informamos esta decisión, para que la ADC pueda reprogramar el torneo sin nuestra presencia, evitando males mayores y multas innecesarias”.
Cabe recordar que el Rojo había perdido a la mayoría de sus fichas mayores (Sebastián Chaine, Jervaughn Scales, Martín Melo, Mauro Bulchi y Pablo Bendel) y ayer rescindió los contratos de los jugadores que restaban. “Hablé con todos los jugadores. Ayer rescindimos los contratos y les aseguramos que los vamos a cumplir. También hablé con Boadaz y le transmití lo mismo hasta que encuentre otro club”, reconoció Sobisch y aseguró que “no queremos endeudarnos más, esta es una competición que cuesta 1.000.000 de pesos por año”.
“Me da mucha tristeza, porque tratamos de hacer todo el esfuerzo posible para poder terminar de jugar“, finalizó el dirigente. Se pierde un lugar de privilegio en una categoría de elite en el país y habrá que hacer mucha autocrítica para poder conocer los motivos que llevaron al fracaso una disciplina que hace un par de décadas hacía vibrar a toda una provincia.