¿Madura el “lockout”?

Las reuniones entre los máximos dirigentes de la NBA y la Asociación de jugadores (NBPA) se vienen sucediendo durante los últimos dos años, sin embargo el resultada siempre fue el mismo: No hubo acuerdo alguno.

Ayer ambas partes volvieron a verse las caras y discutir sus argumentos durante cuatro horas, las cuales parecen haber sido insuficientes ya que quedaron en volver a reunirse el próximo viernes para tratar de acercarse en sus pretensiones. Por el momento están muy lejos y el tiempo apremia. El actual convenio colectivo de trabajo caducará el 30 del corriente, y de no alcanzar un arreglo se producirá el tan mencionado “lockout” o cierre patronal.

“Estamos muy lejos del acuerdo”, aclaró Billy Hunter, directo ejecutivo de la NBPA. Sin embargo rescató que por primera vez en dos años habían notado cierto avance en la propuesta de la NBA. Por su parte Derek Fisher, base de los Lakers y presidente del gremio de los jugadores, coincidió con que “todavía estamos muy lejos”.

Dentro de los puntos conflictivos entre lo que pretenden cada una de las partes el más importante radica en el del famoso tope salarial. Lo que la NBA pretende es poner en funcionamiento un tope de los denominados “duros”, algo que los jugadores no solo no ven con buenos ojos sino que parecen no dar el brazo a torcer en este aspecto.

En los deportes profesionales de los Estados Unidos (NHL, NFL, NBA y MLB) los topes salariales se dividen en duros y blandos, o flexibles. El acuerdo que está apunto de vencer se encuentra entre los más permisivos, por lo que la liga pretende cambiarlo con el objetivo de recortar gastos que por supuestos repercutiría en el bolsillo de los jugadores.

Lo que quiere David Stern y su grupo de directivos es estableces un tope salarial de 62 millones que podrá extenderse hasta cierta cifra todavía no especificada. La Asociación de jugadores, mientras tanto, continúan pensando que se trata de un tope “duro”.

Al margen de esto, en cuanto a la reducción de los salarios la NBA sugirió que los jugadores reciban en ganancias no menos de 2 billones de dólares por año en los próximos diez, lo que recortaría unos 7 billones en dicho lapso. La NBPA, mientras tanto, contrarrestó con un recorte de 500 millones por cada temporada.

Si bien los más optimistas ven un mínimo acercamiento entre las partes, jugadores y dueños hasta el momento no han llegado a un acuerdo tras dos años de negociaciones, y cada vez falta menos para la fecha límite. Quizás el viernes se pueda llegar a dar un acercamiento que termine por inclinar la balanza a favor del arreglo. Por ahora todo está muy fío.

Foto: Gentileza Getty Images

Sebastián Ciano
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