Walter Herrmann volvió a jugar “Por sus amigos”

Es un ejemplo, nos ayuda en todo y no faltó ni a un entrenamiento. Y fijate que es el primero que llega…”. Faltaba una hora y media para el partido cuando Walter Herrmann entró al estadio de Olimpia, aquel de las grandes épocas, el de su inicio en la Liga, mientras Olé escuchaba los elogios de Gonzalo Bogado, ex jugador del club y actual DT... Herrmann no juega hace un año y medio a nivel profesional (su último club, Caja Laboral) y el retorno fue anoche en su ciudad, jugando para Unión Deportiva (desde noviembre se llamará Ciudad de Venado) con la victoria por 95-67 sobre Sportman de Villa Cañas. No estuvo Mirtha Legrand alentando al visitante, pero sí hubo una gran expectativa y 1.000 personas le dieron protagonismo a la noche. ”Tenemos un NBA acá. Hasta en las prácticas hubo gente”, contó Bogado en este retorno de uno de los integrantes de la Generación Dorada. ”Vuelvo por amor a mis amigos, para divertirme, jugar con ellos. Nada más. Y en Venado, mi lugar en el mundo”, dijo.

Estaba nervioso como cuando jugaba en la NBA. O más. Por eso no pudo dormir la siesta y cuando vio periodistas esperándolo, le agarró el cosquilleo... Pero, como profesional que es, quiso estar a altura de la expectativa y se cambió rápido para salir a tirar con su íntimo amigo, Guillermo Andreani, quien se parece mucho por el bronceado, el pelo y su look general. “Sí, él se quiere parecer a mí. Espero que hoy me la pase...”, le dice a Olé con una sonrisa. Y se la pasó. A él y a la red. Herrmann demostró que la calidad no se pierde. Tal vez esté más lento porque ganó ocho kilos (de 102 a 110) a base de gimnasio o se canse mucho por la larga inactividad, pero no más que eso. Anoche sumó 22 puntos (6-10 dobles, 3-7 triples y 1-2 libres), 21 rebotes, seis asistencias, tres tapas, dos robos y dos pérdidas en 32 minutos, dejando claro que –más allá de la debilidad de la liga local- puede hacer un intento, con 32 años, de volver a la elite.

Qué será de su futuro ? Hoy no es el momento de eso. El ex NBA sólo piensa en disfrutar y en recibir el cariño que ayer se palpó en el estadio. “Gracias por volver, Walter Herrmann, gracias por volver”, le cantaron en el partido. Y lo despidieron mejor aún. “Lo que hiciste por el Chanta (ex nombre del club) nunca lo vamo´ a olvidar”. Walter agradeció. Y la emoción iba por dentro.

Soñar es gratis

Sólo volvió para ser feliz en una cancha. En este año y medio rechazó ofertas de España, Italia y la Liga Nacional. Incluso de la NBA porque “eran sólo por un mes y luego ver qué pasa…”. Ya no le interesa. Cuenta que analizaría si llega una muy buena, pero que no quiere armar el bolso y viajar. Es la época de disfrutar a su esposa Elena y los tres hijos (dos con ella).

Todo lo que le pasó en la vida, la pérdida de cuatro familiares en aquel accidente en Córdoba (madre, dos hermanas y novia) en el 2003 y al año siguiente la de su padre, lo marcaron para siempre. ¿Y la Selección? Herrmann admite que, a diferencia de un club, ese grupo es una familia, y no un trabajo. “La celeste y blanca la llevo en el corazón”, le dijo ayer a TN.

Pero reconoció que no puede estar solo por lo que fue o porque lo llaman. “Tenés que estar en un alto nivel” aseguró. “Ojalá podamos dar una manito para que esté en Londres. Le vendría muy bien a la Selección”, se ilusiona su DT, Gonzalo Bogado.

Desde Venado Tuerto – Julián Mozo enviado Especial del Diario Olé