Gran Bretaña se despidió de su gente a todo gol

La selección de Gran Bretaña cierra sus Juegos Olímpicos con una victoria, tras derrotar a China por 90-58. El encuentro enfrentaba a las dos selecciones ya eliminadas del Grupo B, pero, en esa tesitura, eran los británicos los que partían con motivación intacta, con las ganas de brindar una victoria a una afición que los había venido apoyando durante todo el campeonato.

Y los anfitriones empezaron el encuentro marcando distancias, con un 27-15 en el primer periodo que daba buena cuenta de la facilidad con los que jugaban los de Chris Finch, de la mano de un espectacular Kieron Achara (11 puntos, con dos triples; terminó con 16 tantos, 6 rebotes y 3 tapones).

En el segundo cuarto alcanzaron una máxima ventaja de 15 puntos (32-17) que fueron manteniendo durante todo el periodo, de nuevo con el buen nivel de Achara, bien acompañado por los tres triples de Nate Reinking.

En el tercer periodo, los anfitriones se siguieron luciendo ante su público, en una actuación de neta superioridad sobre el conjunto chino que los aficionados agradecían. Llegaron a ganar por hasta 25 puntos, con un buen rendimiento colectivo. Más que nunca, Gran Bretaña parecía independiente de sus grandes estrellas, rindiendo desde múltiples posiciones y jugadores. O, al menos, lo suficiente como para tumbar a China.

La gran actuación británica se mantuvo en el último periodo, confirmando así una victoria holgada, que hace que China abandone los Juegos Olímpicos sin conocer la victoria.

Aunque el abandono más sonado era el de Robert Archibald y Nate Reinking, que disputaban ante China el último partido de sus carreras. El de Cleveland a los 38 (y con cuatro triples) y el escocés a los 32 años (y con su mejor partido en los Juegos: 8 puntos y 9 rebotes). Archibald, además, fue sustituido a falta de 24 segundos, recibiendo el homenaje de público y compañeros.