Manu Ginóbili, líder de la Generación Dorada, se quedó con las ganas de subirse al podio: “Hubiese sido lindo cerrar tres Juegos Olímpicos con tres medallas”. Y dijo que vio “un claro foul” a Prigioni en la última jugada.
No pudo ser. A pesar de su esfuerzo, de sus 21 puntos, de su gran último cuarto con triplazo, con vital bandeja volada, poniéndole el cuerpo por la Selección a los rusos por un foul de ataque… No pudo ser. “Hubiese sido lindo cerrar tres Juegos Olímpicos con tres medallas”, asegura Emanuel Ginóbili en rueda de prensa después del oro en Atenas 2004 y el bronce en Beijing, hace cuatro años.
“Quedamos muy dolidos. No sólo por la derrota sino porque sabemos que podemos jugar mejor. Rusia nos ganó muy bien el partido, defendió en gran forma y, así y todo, los tuvimos a tiro hasta el final”, acotó antes de meterse en la jugada del partido.
“Nos dejó con un sabor amargo porque le hicieron un claro foul a Pablo”, cerró sobre el foul a Prigioni que pudo haber cambiado la historia. Que lo pudo haber puesto en un podio por tercera vez al hilo.