Prigioni tampoco pudo ganar con los Knicks

Como anfitriones en el mítico Madison Square Garden, recibieron a los Wizards de Washington. Ambos con los mismos resultados previos (dos partidos ganados y uno perdido), no querían amedrentarse con sufrir otra caída, pero alguno tendría que ser la víctima.

Esta vez fue para el local. Un equipo que, si bien mantiene su espíritu de jugar con veteranos, para esta temporada decidió aportar aires frescos, dándole más minutos a jóvenes como Tim Hardaway Jr., Shane Larkin o el mismo Iman Shumpert, ya titular indiscutido.

Pero en frente, estaba una franquicia mucho más estructurada. Con un base genial como John Wall, y dos postes fenomenales como Marcin Gortat o Nené, ayudados por la experiencia de Andre Miller y, principalmente, Paul Pierce desde las áreas perimetrales del campo.

Entre uno de los más “viejitos” de los Knicks (y de la NBA) se encuentra el argentino Pablo Prigioni, el base cordobés que tuvo una flojísima actuación: en casi 25 minutos en pista, apenas pudo convertir seis unidades y un rebote, sin ninguna asistencia, aunque participó en la elaboración de varias jugadas colectivas, sin ser el pasador final.

Por su parte, en contraposición, uno de los más “nuevitos” fue el máximo artillero del conjunto de la Gran Manzana. Shumpert concretó 19 puntos, escoltado por la súper estrella Carmelo Anthony que, en casi siete minutos más, logró 18 unidades.

El número más asombro para los neoyorquinos es, quizá, el rubro de las asistencias, que refleja un poco el individualismo que caracteriza al plantel: J.R. Smith, que no es armador de juego, fue el que más asistencias repartió; cuatro.

En el conjunto visitante, las estadísticas son sumamente opuestas. Aunque sin un jugador figura que sobrepase los límites de los demás, seis jugadores completaron doble dígito en el casillero de puntos. Liderados por Paul Pierce y Garrett Temple, con 17, es una clara muestra de que, esta vez, la esencia del juego de los capitalinos no pasó por abajo del poste, donde Nené y Gortat marcaron apenas seis unidades cada uno, suplantados, en parte, por la actuación de Kevin Seraphin.

Como todo buen base, John Wall repartió 7 asistencias y robó dos balones, bajo el título de mayor aportador en ambos rubros.

De esta manera, la victoria fue clara y contundente para los Wizards por 98 a 83 que, a pesar de haber finalizado cinco puntos abajo en el primer cuarto, pudieron remontar el marcador en los otros tres, principalmente en el arranque de la segunda mitad, donde se quedaron con el tercer periodo por 17 puntos.

Lucas Barreña
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