Pasaron cuatro días en Embalse del inicio del torneo Argentino U15. Vivencias de sobra en el hotel donde están alojados los elencos que participan. Todo fue variando día a día y peor aún cuando se comenzó a ganar y perder. Pickandroll lo vive desde adentro.
Autor:José Fiebig (especial para www.pickandroll.com.ar)
Primeros días con varias cuestiones a analizar dentro del Argentino U15. Todos presentes en el Hotel 2 de Embalse, un enorme complejo turístico para disfrutar y sentir la calidez de la gente y cada delegación. Cruzarse con los jugadores, entrenadores, dirigentes, y charlas recurrentes acerca del torneo y las expectativas en la previa y las zonas. Todo fue variando día a día. Desde el inicio de competencia hasta terminar la primera fase y conocer los clasificados y los elencos que jugarán la fase de consuelo.
Cada elenco acomodándose dentro del hotel, entrando en ritmo y todos planificando la estadía, y en nuestro caso la cobertura. Todos de a poco conociendo rivales, preguntando por el resto, canchas y candidatos. Es lo hermoso de los argentinos. Poder seguir bien de cerca cada delegación, conocer su intimidad y como se meten de lleno en el torneo. Cada día fue diferente, donde todo comienza con tranquilidad, felicidad, ansiedad, y de a poco aparecen síntomas. Derrotas, victorias, esperanzas, y la calculadora que aparece para todos. Con el goal average, cada jugador o provincia preguntaba a Pickandroll como era el tema de clasificación y quien jugaba campeonato.
En la pared próxima al comedor, cada elenco comienza a ver resultados y sacar cuentas. Todo elenco con su librito para jugar el torneo. Algunos estando más distendidos, aprovechando el gran complejo para comer, escuchar música, salir, aprovechar el verde y no pensar en demasía en el torneo en sí. Jugadores hablando entre sí, preguntando por el resto, con quien juegan, como salieron, etc. Un conglomerado de situaciones que se van repitiendo día tras día. Lo propio con la intimidad de cada uno. Levantarse a determinada hora, hacer caso, comer a tiempo y ser por momentos un profesional más. Saber donde se juega, a que hora llegar, ver un rato a los rivales. Todo llegar al último día de la etapa inicial.
Cada elenco con la calculadora y pensando en posibilidades. ¿Contra quien jugamos al final? ¿Ya se sabe el rival? ¿Quién nos conviene? Todas preguntas recurrentes de los chicos, metiéndose en la cabeza a su rival y seguir con la hermosa rutina de un Argentino en salir, divertirse, teñirse como los chicos de Tucumán y la música a todo dar demostrando su forma de llevar a cabo el torneo. Todo fue variando, algunas caras mas largas, lamentando ciertas situaciones de juego, pero en definitiva una sana competencia, y todos viéndose la cara en todo momento.
Terminó la primera fase. Ya se saben los clasificados, quienes van contra quien, cargadas, y un scouting ya realizado de algunos jugadores. Noche fresca para respirar, charlas entre los entrenadores, hablando de la competencia, arbitrajes, jugadores y sistemas tácticos. Poder vivir bien de cerca esas charlas, estar escribiendo este diario de viaje, y tener dirigentes de fondo con Sebastián Uranga a la cabeza hablando de competencias y todo tipo de temas respecto de básquet. Una maravilla para uno que lo disfruta. Esto es recién es el comienzo. Falta lo más importante y lo más competitivo. Un nuevo día se avecina, y la competencia de calidad se avecina.... Continuará....