En nuestro diario de viaje seguimos viendo diferentes cuestiones que hacen a la competencia. El día a día y como fueron cambiando las situaciones merced al torneo. Ayer martes principalmente con la posibilidad de seguir o no en carrera por el título.
Autor:José Fiebig (especial para www.pickandroll.com.ar)
Ya pasaron los días de ansiedad, de felicidad y hasta de emoción. Todas las delegaciones pensando y analizando sus posibilidades. Ya todo ese segmento pasó. Pasó la primera parte, todos en el lugar que le corresponde y eso se vive en el día a día. En el comedor todos juntos, cruzando a a cada elenco por el Hotel, los viendo los encuentros que les tocan para cerrar el torneo.
Ayer una jornada especial e importante. La ilusión de llegar a semifinales, y algunos elencos dar el batacazo. El sueño de romper con la lógica de lo mejores cuatro del torneo. Neuquén y Tucumán por sobre todas las cosas, soñando con esa posibilidad que finalmente por una cosa u otra no se generó. Ni hablar de Chaco, dar la nota ante Buenos Aires y Febamba ilusionado dejar afuera al dueño de casa. Se palpan esas ganas, esos deseos, y obviamente cuando las cosas no salen tienen sus consecuencias. Casa uno las descarga por donde quiere y puede.
Febamba con la tranquilidad de competir hasta el final. Analizando todo lo que puse, esas últimas tres jugadas que lo privaron de llegar a semis y ver y no parar de ver las estadísticas finales. Chaco con sensaciones encontradas. Sumamente competidor en la primera parte y desbordado luego en la segunda parte. Los chicos asumieron bien la derrota, sabiendo que podía suceder y hasta luego disfrutaron de los siguientes dos juegos como grandes espectadores y competidores.
Entre Ríos y Santa Fe tal vez con las mayores obligaciones. Los elencos más mirados dentro y fuera de la cancha. La ilusión del rival de enfrentarlos, de mostrar lo que pueden dar y ver en que nivel están. Tucumán y Neuquén fueron por ello. Los tucumanos con una picardía y atrevimiento que provocó una tensión en el estadio ¿Habrá batacazo acaso? La gente de afuera y las delegaciones se acercaron cuando vieron a Tucumán sorprendiendo a los entrerrianos. Todo quedó ahí tras el notable segundo tiempo de Entre Ríos. La frustración de los chicos tucumanos fue fuerte por la ilusión y las ganas de ganar, pero sabiendo que compitieron y fueron duros contendientes de un rival candidato.
¿Que decir en el juego final? Muchos esperaban un juego ciertamente apretado, Neuquén como elenco peligroso, pero el partido lejos de esa situación. Santa Fe dominando y generando en la gente esas ganas de ver a un equipo que llama la atención. Tal vez por su altura, por sus jugadores de selección o bien su presente en formativas. Al fin y al cabo que lo bueno es competir y mostrarse ante los mejores. Puede quedar como un consuelo de tontos, pero el Argentino cuenta con una posibilidad hermosa. La de la revancha día a día, dentro y fuera de la cancha. Analizar lo emocional, superar la frustración de no haber superando al candidato, pero con la posibilidad de potenciar tus virtudes y analizar en mayor profundidad lo que hiciste mal.
Crecer cada día. No solo se juega al básquet, sino también a vivir dentro del mundo del Argentino. Ir al comedor, alimentarse bien, dormir, descansar y ya pensar en la revancha al otro día. Todo suma, pero sin duda las emociones comenzaron a florecer, y está bárbaro que así suceda.